Si bien el tema del precio de los tomates parece haber ocupado gran parte del tiempo del ministro de Economía, Axel Kicillof, lo cierto es que el jueves por la tarde mantuvo una extensa reunión con Hernán Lorenzino, jefe de la unidad de reestructuración de deuda, y Adrián Cosentino, ex secretario de Finanzas. En lo que se consideró una “salida elegante”, el gobierno creó la Unidad Ejecutora de la Reestructuración de la deuda, oficina que tendrá la misión principal de negociar con los holdouts y acreedores internacionales como es el Club de París, y lo puso al frente al ex ministro de Economía. También se designó coordinador de la Unidad, asistiendo a Lorenzino en la tarea, a Adrián Cosentino. En los pasillos del Palacio de Hacienda se dice que Kicillof de todas maneras estará muy encima de la marcha de estas negociaciones.
Problemas pendientes
En la reunión que se llevó a cabo este jueves, uno de los temas que se trataron fue la estrategia en el juicio que lleva adelante la Argentina contra los fondos buitre. En este sentido, y según comentan fuentes en el Palacio de Hacienda, el ministro y algunos integrantes de su equipo están abocados a monitorear las conversaciones que mantienen Lorenzino y Cosentino tanto con el estudio legal Cleary Gottlieb, que defiende los intereses de Argentina, como las negociaciones que se llevan a cabo con las autoridades del Club de París.
Es que el gobierno está decidido a solucionar los problemas que quedaron pendientes, como es el caso de la deuda con el Club de París, que asciende a casi 9.500 millones, y llegar a una solución definitiva con los fondos buitre. Los holdouts reclaman que se concrete el fallo del juez Thomas Griesa por el cual condenó a la Argentina a pagar en efectivo y en una sola vez de 1.330 millones de dólares, por sus tenencias de bonos impagos.
En el Palacio de Hacienda insisten en que “la intención del ministro es cerrar los problemas que a la Argentina le generan un aumento del costo de financiamiento”. En momentos en que las reservas del Banco Central no logran recomponerse, más aún y de acuerdo a los especialistas, la tendencia hacia la baja continuará (al 9 de enero ya se ubicaban en 30.212 millones de dólares). En este marco se entiende la necesidad del gobierno de poder acceder a mercados internacionales.
Otra vez el Fondo
Tanto en el juicio contra los holdouts como el llegar a un acuerdo razonable con el Club de París, no son esperables que la Argentina en el corto plazo puede alcanzar un acuerdo exitoso. En el caso del Club de París la única manera, en principio, de evitar un pago en efectivo, es permitir la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) como el auditor o garante de los pagos.
La relación con el organismo multilateral ha mejorado en el último tiempo e incluso el ministro de Economía, apenas asumido, estableció contacto con las autoridades. Asimismo, se avanza en el debut del nuevo índice de precios que se dará a conocer en febrero.
Índice y acuerdo
Al respecto, en declaraciones periodísticas el titular del Palacio de Hacienda admitió que los valores del acuerdo se tendrán en cuenta para el nuevo índice de precios nacional. El funcionario explicó que “el acuerdo de precios abarca un porcentaje muy importante del consumo de los sectores menos favorecidos de la sociedad”, y agregó que los van a tener en cuenta porque “el efecto buscado es que haya determinados productos fundamentales para el consumo de los argentinos que tengan un precio previsible, estable, en el marco de un acuerdo muy ambicioso”.
Estas declaraciones desde el gobierno explican el énfasis que han puesto las autoridades en dar señales contundentes de que los precios acordados se deben respetar. En este contexto, se comprende el problema suscitado con la posible importación de tomates ante la eventualidad de que su precio suba. A la mañana, el propio Kicillof admitió: “Tenemos la firme decisión de defender el acuerdo de precios y no aceptaremos modificaciones a lo acordado”, al tiempo que confirmó que por la tarde el secretario de Comercio, Augusto Costa recibiría a los productores de tomates quienes se sintieron acusados injustamente de especular con el precio del producto. Fue Alfredo Coto quien instaló el tema con su advertencia “de que en unos días podría haber faltante y por ende subir el precio”.
Ensalada importada
Como las autoridades están decididas a que se cumpla el acuerdo de precios, es que ante esta eventualidad, ya sea con el tomate u otro producto, se podría autorizar la importación temporaria. “Tenemos la firme decisión de defender el acuerdo de precios y no aceptaremos modificaciones a lo acordado”, concluyó.
De esta manera, quedo claro que ante subas elevadas de productos por razones estacionales o meteorológicas, o también por movimientos especulativos, serán combatidas con las autorizaciones de importaciones temporarias.
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