Ciudad

Paradoja del concurso docente

Después de 16 años se abrió la instancia para que maestros de escuela secundaria titularicen sus cargos. Sin embargo, al llevarse adelante la medida profesores perderán horas o cambiarán de instituciones.

Por: Laura Hintze

Después de dieciséis años, los concursos docentes volvieron a las escuelas secundarias. Este acontecimiento, que debería ser considerado de manera unánime una victoria de la negociación entre el Ministerio de Educación de la provincia y el gremio de los docentes, está lejos de serlo: luego de tanto tiempo de espera, poner orden trae conflicto. ¿Y cuáles son estos conflictos? Según denuncian docentes autoconvocados, “inestabilidad laboral y despidos encubiertos”. Desde el Ministerio de Educación aclararon que ése “no es el espíritu de un concurso que surge de paritarias; que no hay cargos para todos pero que la situación podrá normalizarse a medida que los concursos se hagan año tras año”. Hay algo que sí comparten las partes y es que la problemática y las dudas que están surgiendo nacen de una misma base: la cantidad de años sin estas convocatorias para escuelas medias y técnicas y la consecuente cantidad de docentes “acumulados” para titularizar.

Titularizar, para un docente, podría significar “dejar de estar de paso”, pasar de ser interino a ser “dueño” de las horas que estaba ocupando. Y esta titularización se logra a partir de un concurso cuyas pautas se deciden entre el gremio y el ministerio: en mesa de paritarias. El concurso establece un orden de mérito basado en dos ítems: la competencia de títulos para el dictado de la asignatura a la cual se aspira y la antigüedad en la docencia, en el nivel, en la institución y en el espacio curricular para el que se concursa. A través de este proceso, el docente considerado más capacitado, el que gana, podría titularizar su cargo y, además, incrementar horas en otra materia.

Hacía aproximadamente 16 años que los profesores de escuelas medias y técnicas no pasaban por esta instancia. De esta manera, cuando se llamó a titularizar fueron miles los inscriptos, desatándose así la confusión y el malestar. Son tantos que muchos podrían perder su cargo actual, tendrían que cambiar de institución o hasta “empezar de cero”. Se suma que los escalafones armados por orden de mérito están impugnados, en gran parte, por la cantidad de errores detectados en su confección, y por eso ahora están pasando por etapa recursiva.

Esta incertidumbre está siendo reflejada a través de continuos reclamos realizados por parte de los docentes autoconvocados, que perderían su fuente de trabajo. “Manifestamos la preocupación, indignación y angustia por la inestabilidad de nuestra situación laboral de cara al concurso convocado, que muestra numerosas irregularidades”, expresó en un comunicado un grupo de autoconvocados. Algunas de las irregularidades que denuncian son “la pérdida de la pertenencia a los lugares de trabajo, ya que valoriza la antigüedad sólo con puntaje final, existiendo así escalafones encabezados por varias personas externas a la institución y “la falta de reconocimiento de la profesionalización, capacitación y el título docente”, entre otros.

“Amsafé provincial, en paritarias, sentó las bases para el concurso en nivel medio. Supuestamente, el puntaje iba a tener en cuenta la antigüedad en la docencia y en el establecimiento, para que cada uno titularice en la escuela en que trabaja. Pero, en realidad, la pertenencia no se atendió y entonces los primeros lugares del escalafón están ocupados por personas que nunca fueron a esa escuela”, relató Alejandra Carreras, docente interina desde hace tres años en el Normal Nº 1. Esta institución, “de gran prestigio”, es codiciada por muchos docentes; por lo tanto, Alejandra y muchas de sus compañeras quedarían fuera de su lugar de trabajo. “Nosotros reclamamos por los que quedamos afuera, los que tenemos que empezar de cero. Y es eso literalmente: sentarnos en nuestras casas a esperar que nos llamen por un reemplazo”.

Alejandra es joven, explicó, por lo que le queda mucho por recorrer. Pero hay docentes que tienen más de 24 años de trabajo y estarían en su misma situación. Marcela D’Ottavio es una de estas docentes, también del Normal Nº 1. “Queremos manifestar nuestro malestar frente a la amenaza de la inminente pérdida de nuestra fuente de trabajo. Una vez publicados los escalafones provisorios, notamos con absoluta consternación que los docentes que nos desempeñamos en nuestra escuela somos quienes tenemos menos posibilidades para titularizar, cuando las autoridades ministeriales y gremiales nos habían asegurado en reiteradas ocasiones la prioridad otorgada a la pertenencia institucional para mantener nuestra actual fuente de trabajo”, manifestó. “De este modo, el concurso de titularización que debería haber sido un instrumento para otorgar la necesaria y merecida estabilidad laboral de los trabajadores de la educación media y la concentración horaria a fin de elevar la calidad educativa, se convierte en una perversa herramienta de despidos encubiertos”, sostuvo D’Ottavio.

Según señaló, el concurso se ha vuelto un “sistema perverso, porque fractura el entramado social en la institución: las compañeras se vuelven enemigas. Si ésta es una reparación histórica, como han dicho, ¿no podían pensar algo más justo y menos agresivo?”. Por eso, desde esta perspectiva, los docentes autoconvocados piden que, al menos, el concurso se frene y vuelvan a negociarse sus bases.

Por otro lado, a modo de aclarar y apaciguar las cosas, Sonia Alesso, secretaria general de Amsafé provincial, llamó a contextualizar la situación: “Pasamos más de 15 años sin concurso, a esta altura hay más docentes que cargos”. Según ella, a medida que el concurso se realice año tras año, las situaciones van a corregirse. Además, llamó a diferenciar el concurso de los inconvenientes que de ahí se desprenden, por ejemplo, los problemas con los escalafones, que ahora están pasando por una etapa recursiva, o sea, de corrección. “El concurso, por su parte, se votó por asamblea provincial. No puede conformar al ciento por ciento, buscamos lo más justo”, recordó la dirigente.

Desde el Ministerio de Educación advirtieron que va a haber movimiento, muchos cambios, que generarán sustos, “pero que haya gente sin trabajo no es el espíritu del concurso que surge de paritarias. Al contrario, mejorarán las condiciones. El reclamo de los autoconvocados demuestra que están mal informados sobre las bases del concurso”. El incremento de horas también ha generado malestar entre los docentes, ya que algunos se quedarían con las horas de otros, generando competencia entre ellos mismos. “Algunos ven que hay titularizados que incrementan horas, pero no van a poder agarrarse todas las horas”, explicaron desde el Ministerio. Para algunos, el incremento de horas cátedra podría solucionar el conflicto. Según D’Ottavio, por ejemplo, el incremento de horas cátedra, “que el Ministerio prometió y no cumplió”, o al menos una mejor forma de repartirlas, generaría más lugares disponibles. Aun así, desde Amsafé se llamó a no mezclar los reclamos, y el Ministerio aclaró para que haya más creaciones de horas dependerá del Presupuesto 2011.

Comentarios