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Central: un año para olvidar

El 2010 quedará marcado a fuego como uno de los peores de la historia debido al descenso de categoría.

Sin dudas el 2010 quedará en las retinas de los hinchas de Central como uno de los peores años de la historia, ya que en el mes de mayo el Canalla perdió la categoría. Más allá de lo que sucedió en este año que termina el fin de semana, el mundo canalla está ilusionado y esa sensación se la da la chance de volver a primera en seis meses nada más.

Pero la debacle futbolística no fue por los hechos que se dieron durante este año, sino que fue debido a un cúmulo de desaciertos durante los últimos años.

Lo cierto es que este año comenzó con el pie izquierdo, pero más allá de esto nadie suponía que Central iba a perder la categoría.

Tras los tibios pedidos de refuerzos de Ariel Cuffaro Russo, pero pedidos al fin, comenzó el Clausura y tras realizar una pésima campaña donde de once encuentros solamente ganó uno, llegó Leonardo Madelón. Que lejos estuvo de mejorar la campaña y no pudo evitar que el Canalla jugara la promoción.

Era la segunda vez de manera consecutiva que Central iba a esta instancia, y si bien todo indicaba que All Boys no iba a ser un gran escollo. Pero por otro lado estaba el temor de perder la categoría, ese temor que no venía por lo que pudiera hacer el rival,  sino que era trasmitido de los propios jugadores auriazules.

Lo cierto es que la ida en Floresta fue complicada, pero el equipo de Madelón logró un empate y teniendo a favor la ventaja deportiva y la Localia. El Gigante iba a parecer un escenario poco habitual para All Boys, pero nada de esto pasó y Central fue vapuleado en su propia casa y se fue al descenso. A partir de allí se vinieron las renuncias de todos los dirigentes que estaban mal conduciendo el club y Horacio Usandizaga junto a su hijo desaparecieron de la faz de la tierra.

Las elecciones. El período eleccionario no fue la excepción del magro presente que estaba viviendo el club. Denuncias, avales truchos y candidatos sin antigüedad suficiente fueron moneda corriente a lo largo de todo el proceso pre-electoral.

La situación se normalizó y a las urnas llegaros dos agrupaciones: Raza Canalla y el Crece. Raza, con la sorprendente convocatoria de Gonzalo Belloso ganó las históricas elecciones del club donde se congregaron 11.500 socios para votar.

El último semestre. Armar el plantel para jugar en la segunda categoría del fútbol argentino no fue fácil, pero más allá de esto, Belloso y compañía le trajeron trece refuerzos a Reinaldo Merlo.

Pero los resultados no fueron los deseados y después de hacer un papelón en Corrientes ante Boca Unidos, Mostaza se fue.

Rápidamente la dirigencia fue a buscar a Héctor Rivoira quién se hizo cargo del primer equipo y si bien no hizo una gran campaña, le alcanzó para llegar al receso a siete puntos del puntero.

Ahora es tiempo de inteligencia y rapidez para satisfacer los pedidos de refuerzos que solicitó el entrenador y más allá de que el 2010 quedará en la historia como uno de los peores años de la institución, la ilusión de retornar a primera el año que viene sigue intacta.

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