La amenaza de una nueva tormenta que podría llegar entre hoy y mañana a la zona castigada por el tifón Yolanda, podría incrementar las dificultades que ya se presentan para hacer llegar la ayuda internacional a los cientos de miles de damnificados. La Organización de Naciones Unidas estableció que se necesitarán 301 millones de dólares para alimentar a las víctimas del huracán. En tanto, ayer apareció (vía internet) el sacerdote entrerriano de quien su familia en Argentina no tenía noticias.
Esta nueva tormenta, denominada Zoraida provocó fuertes lluvias en la base de la ayuda erigida en la zona de emergencia en la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, que fue la más afectada por Yolanda, precisó un despacho de la agencia DPA.
Además, según el servicio meteorológico, la tormenta está a 200 kilómetros de la costa de Davao y se dirige al noroeste, si permanece en la ruta esperada, hoy y mañana pasaría al sur de la zona de la catástrofe.
“Los problemas son inmensos, la zona es gigante, pero nosotros hacemos todo lo humanamente posible”, aseguró el ministro del Interior, Mar Roxas. Y añadió que “la buena noticia es que las conexiones de telefonía móvil vuelven a funcionar”.
El devastador tifón dejó, según las cifras oficiales, al menos 1.744 muertos, sin embargo los datos extraoficiales e informes de campo hablan de decenas de miles de fallecidos.
Naciones Unidas, estimó en más de 10.000 el número de víctimas mortales.
Se espera que se repartan al día 55.000 paquetes de alimentos para las familias afectadas, pero el suministro no basta.
Por su parte la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió ayer 301 millones de dólares en ayuda financiera para Filipinas. La comunidad internacional se ha comprometido hasta ahora a entregar más de 54 millones de dólares, unos 40,3 millones de euros.
El Ministerio de Asuntos Exteriores filipino señaló que la ayuda, que se originará con la colaboración de 28 países más la Unión Europea (UE) y cuatro organizaciones de asistencia humanitaria; llegará en efectivo, bienes, ayuda médica y de rescate.
Anteanoche el portaaviones estadounidense “USS George Washington” partió desde Hong Kong hacia Filipinas con 5.000 soldados.
Familiares de Osvaldo Metz, el sacerdote que se encuentra misionando en ese archipiélago, informaron que el hombre se comunicó anteanoche con ellos para llevarles tranquilidad. Metz envió un mensaje a su familia a través de internet y le informó que no se pudo conectar antes porque las comunicaciones estaban cortadas.
Comentarios