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Entrevista

“O se reedita la coalición de gobierno del PSOE o hay nuevas elecciones”, dice analista español

La Cámara de Diputados de España elegirá este jueves a autoridades para designar al próximo presidente del gobierno, que podría derivar en la reedición de un Ejecutivo como el que lidera el socialista Pedro Sánchez o bien en un bloqueo institucional que forzará un nuevo llamado a elecciones


El politólogo español Jorge Resina analiza los posibles escenarios para la designación del nuevo presidente español.

Daniel Casas/Télam

La Cámara de Diputados de España elegirá este jueves a sus autoridades y pondrá en marcha el proceso para designar al próximo presidente del gobierno, que podría derivar en la reedición de un Ejecutivo como el que lidera actualmente el socialista Pedro Sánchez o bien en un bloqueo institucional que forzará un nuevo llamado a elecciones generales para diciembre, según dijo a Télam el politólogo español Jorge Resina.

“Hay dos escenarios posibles y veo difícil otra opción. Un escenario es una amplia coalición parlamentaria que permita al PSOE (Partido Socialista Obrero Español) reeditar el actual gobierno con Sumar, sostenido por una coalición con nacionalistas gallegos y vascos e independentistas catalanes. El otro escenario es la repetición electoral”, evaluó Resina, politólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Ese menú de opciones excluye al líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, que reclama la victoria por haber sido su agrupación la más votada en las elecciones del mes pasado, pero que no reúne la mayoría absoluta que exige la forma de gobierno parlamentaria con la que se rige España, ni siquiera aliado con el partido de ultraderecha Vox.

“El escenario de un gobierno del PP con este resultado electoral es inviable, porque aún con los votos que le cede Vox, es difícil que obtenga más apoyos que los de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y de la Coalición Canaria. La jugada de Vox de anunciar que le cede a Feijóo sus 33 votos en el Parlamento, pero ahora sin la exigencia de participar del gobierno, acerca el respaldo de la derecha vasca, le permite llegar a 172 escaños, y la mayoría absoluta es de 176”, agregó Resina.

En cambio, para el PSOE, más allá de las tensiones lógicas de todas negociación, “el respaldo de los nacionalistas vascos y gallegos aparece como una posibilidad más firme que el respaldo de los independentistas de Junts per Catalunya (JxC), que tiene siete diputados y que, a partir de sus propias tensiones internas, la opción que se presenta como viable es que le ceda un respaldo parcial, y no gratuito, al PSOE, para que supere al menos por un voto al PP”, dijo el politólogo.

La jugada de Vox al anunciar que entregaría sus 33 escaños al PP sin exigir ministerios puede ser determinante para acercar el voto de la Coalición Canaria, pero el costo interno para los ultraderechistas liderados por Santiago Abascal ya se presentó como elevado.

Apenas conocida la decisión, el portavoz de la bancada parlamentaria de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, presentó la renuncia a su escaño y a la actividad política, en la primera manifestación de una crisis interna importante.

Pero como Sánchez tampoco reúne los 176 votos, lo previsible es que se pase a una segunda votación del cuerpo, esta vez por mayoría simple, y ahí es donde los votos de JxC cobran especial valor para el PSOE.

De todas formas, no está descartada la posibilidad de que ninguno consiga desmarcarse y se produzca el bloqueo que obligue a la convocatoria a nuevas elecciones, un escenario en el que nadie quiere aparecer como responsable ante una sociedad que manifiesta cierto hartazgo con tanta indefinición.

“Si hubiera repetición electoral, en la derecha se produciría un movimiento (interno), pero creo que es muy difícil que se llegue a esa instancia. El primero que va a intentar la investidura va a ser Núñez Feijóo, porque el PP está empeñado en la idea de que ellos han ganado las elecciones y tienen que gobernar, lo cual en un sistema parlamentario es jugar distorsionando un tanto la realidad. Es más, ellos gobiernan en algunas autonomías siendo el segundo partido en una coalición con Vox”, explicó Resina.

“Cuca” Gamarra, una de las líderes del PP, decía en estos días que sólo en países que no son transparentes no gobierna el partido que ha ganado. Esto es porque ellos durante cuatro años han jugado con la idea de que el sanchismo era un sinónimo de gobierno ilegítimo. Esto anticipa que si se reedita la actual coalición de Gobierno, de PSOE más Sumar, el PP va a tener una posición muy agresiva con esa idea”, agregó.

Este escenario hipotético de gobernar con lo justo y con una oposición endurecida anticipa un tránsito complicado para una coalición amplia liderada por el PSOE.

“A partir del día que el Gobierno empieza a funcionar y que Pedro Sánchez obtenga la investidura, necesita acuerdo parlamentario para todo y eso va a abrir un periodo de cuatro años, si es que se llega, bastante turbulento”, consideró el analista.

“Porque además hay otro elemento que no es menor y es que el Senado lo controla el PP. Todas las leyes que pasan por el Congreso luego tienen que ir al Senado, y el Senado va a retardar todo porque tiene poder para introducir enmiendas, incluso la totalidad de una norma, y hasta vetarla. Es verdad que luego el Congreso puede levantar el veto, pero claro, ya te está retardando, y eso va generando un desgaste político a la hora de sacar cualquier ley o a la hora de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, donde el Senado puede bloquear mucho más”, añadió.

“Entonces, aunque haya una amplia coalición y salga el gobierno de coalición progresista, va a ser una legislatura muy compleja”, consideró, y advirtió que si hay una repetición electoral sería “aproximadamente a finales de diciembre, o sea, en plenas navidades en España”.

Pero antes, este jueves 17 se tienen que constituir el Congreso con la elección de las autoridades de la Mesa del Congreso, y eso puede marcar una pauta del desenlace.

“Esto es muy interesante, porque está dando vueltas en la prensa la posibilidad de que por primera vez podría presidir alguien que no sea del PSOE o del PP, y que sería una fuerza nacionalista o independentista”, consideró Resina.

De hecho, el PP es el que impulsa al Partido Nacionalista Vasco (PNV), de ideología liberal y demócrata cristiana, para ocupar la presidencial del cuerpo, a pesar de que esta fuerza no apoya a Núñez Feijóo para su investidura. Esa condición le daría la posibilidad de ser el fiel de la balanza entre las dos fuerzas mayoritarias del país.

“Dentro de lo rupturista del tema, una jefatura del cuerpo del PNV sería lo menos rupturista, porque en definitiva el PNV siempre ha sostenido una postura muy institucional dentro del conjunto del Estado”, señaló sobre el tema Resina.

El presidente del Congreso de los Diputados es el que tiene que proponer al candidato para que el rey Felipe le encargue intentar armar gobierno, es decir, que le va a proponer a Feijóo, por ejemplo, si quiere hacer el intento de armar investidura.

“Al PSOE y a Sánchez les interesa que primero vaya el líder del PP, porque de esta manera, como no tiene interlocutores, si no arma gobierno se agota su reclamo. A Sánchez le interesa que el encargo vaya a Feijóo precisamente para poder decirle: ‘Mire, usted no ha ganado porque no tiene apoyos’. Y entonces me imagino que después Sánchez hará su intento, aunque es verdad que con estas negociaciones uno nunca sabe”, aportó Resina.

Y si Sánchez no lo consigue, habrá nuevas elecciones.

En caso de nuevos comicios habrá que barajar y dar de nuevo, en un nuevo escenario. Es posible, dice el analista, que en ese caso ambos partidos mayoritarios “centren sus campañas en el voto útil, lo que en el caso del PP sería reclamar para sí los votos de Vox”, que en definitiva es un desmembramiento de su fuerza tras la crisis de los partidos de 2011 y de 2015, donde se quiebra el bipartidismo.

Y en el caso del PSOE, si bien su alianza con Sumar es menos compleja que la de los opositores, también sería reclamar el voto de los que se desgajaron hace ocho años para formar Podemos, una fuerza más dura en su discurso que Sumar, pero que por ahora está dentro de ese espacio progresista.

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