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Nostalgias de 1810 para soñar con 2011

Por: Pablo Ibáñez

reflexiones

Será la octava de un ciclo y la primera de otro: Carta Abierta, el “think tank K” prepara, en reserva, su declaración del Bicentenario, que voceará el 17 de mayo desde el teatro Cervantes, con una revista crítica al centenario y nostalgias de 1810.

Puede ser la última aventura silvestre de los “carteros” que, fascinados con la emulación del forjismo, fantasean con mutar del declaracionismo a la conformación, con otros espacios, de un ejército político y electoral alineado con el matrimonio Kirchner. La Carta Abierta bicentenaria fue, a diferencia de las anteriores, confeccionada por el grupo de intelectuales que comandan Ricardo Forster y Horacio González junto con referentes de partidos políticos, caciques sindicalistas y jefes piqueteros.

La firma al pie sumará, esta vez, a Luis D’Elía, el moyanista Juan Carlos Schmid, la ceteísta Estela Maldonado, el socialista Oscar González, Eduardo Sigal, Oscar Laborde, Abel Fatala, Edgardo Depetri, Milagro Salas, Fernando “Chino” Navarro y, entre otros, intendentes como Francisco “Barba” Gutiérrez (Quilmes) y Darío Díaz Pérez (Lanús).

El texto, una continuidad del enfoque que reflejan las siete cartas anteriores (la última fue de diciembre pasado) incorpora, sin embargo, miradas adicionales de sectores que comenzaron a debatir, los domingos, en la casa de Ricardo Rouvier en Palermo y se terminó de pulir, el miércoles pasado, en un encuentro en la Biblioteca Nacional.

El contenido presenta, por eso, algunas novedades. Explora un capítulo antes minimizado ligado a los años 90 referido a “la resistencia al neoliberalismo”; agrega una mayor presencia de los movimientos obreros –citan el 17 de octubre del 45 y el Cordobazo– y destaca la irrupción de los grupos piqueteros.

Oportuno, amplía la mirada de lo “americano” más que de lo nacional y, en esa línea, elogia la conformación de la Unasur donde el martes fue designado Kirchner.

Todo en un marco global que desprecia los fastos de la celebración del Centenario para, revisionismo mediante, exaltar el 25 de Mayo de 1810. Sometidos a ese argumento abordan aquel episodio con un dejo de ingenuidad; un enfoque “Taif”.

“No aceptamos volver a la Argentina de 1910”, afirman sobre un Centenario que, dicen, “fue oropeles y visitantes extranjeros, tanto como estado de sitio y lucha callejera”. En la misma línea, describen a la Argentina del Centenario como “un espejo virtual que los poderes actuales instalan en el lugar de Paraíso Perdido”.

En cambio, –sesgan–, veneran que el Bicentenario es una “conmemoración” de las “luchas emancipatorias” que “tenían menos un destino nacional que una idea de lo americano” y que ubican en la revolución de “los esclavos haitianos para consolidarse recién en 1824”. Proclaman, en el envío, la “épica americanista de los revolucionarios de Mayo”.

Para completar la coreografía, al principio se pensó en que el “manifiesto del Bicentenario” se pronuncie desde el Obelisco. Los frustró la logística: un show de esa dimensión, en Plaza de Mayo, requería convocar tropa suficiente para que el grito K no se pierda en el vacío.

Esto a pesar de que la misma carta afirma que se registra una remozada capacidad de movilización callejera y reconocimiento público que, advierten, permanece en “atenta vigilia popular” de “reacción al peligro y entusiasmos compartidos”.

Se embalan, al final, con su decisión de “resistir cualquier intento de restauración conservadora. No hay vuelta atrás que pueda resultarnos tolerable”.

La furia, atentos al libreto K de la semana, tiene un destinatario: “Deben ser conjuradas las maniobras de quienes conspiran en las sombras y agitan desde los espacios mediáticos”. Parece una frase a pedido de Forster que espera un llamado de la Casa Rosada para asumir como secretario de Medios.

La difusión de la Octava Carta –o Primera de la nueva temporada, es decir: “carteros” más gremios, partidos y piqueteros K– asoma como el primer paso de la conformación de un bloque kirchnerista, prioritariamente no PJ, con pretensiones electorales para 2011.

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