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Brasil

“No soy una ladrona”

Ante el pedido de juicio político, Dilma Rousseff aseguró que no existe ningún ilícito en su gestión y se manifestó “indignada” con la decisión de Eduardo Cunha.


La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que no es “una ladrona”, luego de que el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, anuncie anteayer que dará curso al trámite para la apertura de un juicio político en su contra. En tanto, el gobierno busca frenar el pedido impeachment por medio de la Justicia.

“Todo el mundo conoce mis defectos, pero saben que no soy una ladrona”, dijo Dilma a asesores, según informaron fuentes del gobierno al diario Folha de San Pablo.

La mandataria pronunció anteanoche un discurso televisado en respuesta a la decisión de Cunha de constituir una comisión especial para analizar el pedido de impeachment (juicio político con fines de destitución) redactado por Helio Bicudo, uno de los fundadores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

Rousseff recibió una llamada de apoyo del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva (PT) y también se comunicó con el vicepresidente Michel Temer, del aliado Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

El pronunciamiento de Rousseff tuvo la apariencia de un duelo personal con el diputado Cunha del PMDB, quien es objeto de investigaciones judiciales por sus cuentas en Suiza.

Al hablar a la nación Rousseff dijo que no posee cuentas en el exterior y que nunca ocultó sus bienes. Al referirse al proceso de impeachment, declaró: “Tengo la convicción absoluta de que el pedido no procede y de que es justo que sea archivado”.

La mandataria también se manifestó “indignada” frente a la decisión de Cunha. “Recibí con indignación la decisión del presidente de la Cámara de Diputados contra un mandato democráticamente conferido por el pueblo brasileño”, declaró en un muy breve pronunciamiento en el Palacio presidencial de Planalto. La mandataria afirmó que no existe ningún “ilícito” en su gestión y aseguró que se trata de “acusaciones inconsistentes”.

Por su parte, el gobierno busca frenar el pedido de impeachment. Como parte del dispositivo puesto en marcha, legisladores y aliados del PT, pidieron ayer a la Corte

Suprema que suspenda el trámite y conceda derecho de defensa a la mandataria antes de darle inicio al proceso en la cámara baja.

“La mera apertura del procedimiento es capaz de causar una verdadera tormenta política, administrativa, económica y social, con derivaciones internacionales. El perjuicio que causa la falta de garantías procesales es evidente”, señala el escrito presentado ante el máximo tribunal por el diputado Rubens Pereira.

En simultáneo, en el Congreso fue leído el extenso pedido de impeachment, paso inicial de una saga que podría destituir a Rousseff.

Cunha acogió favorablemente ayer un pedido de juicio político con fines de destitución por irregularidades fiscales contra Rousseff. El proceso contra el titular de la Diputados, que será votado la semana que viene en el Consejo de Etica de la Cámara Baja, se basa en acusaciones contra el legislador de nexos con la red de corrupción que operó en Petrobras, y en que mantuvo cuentas secretas en Suiza por millones de dólares en las que depositó el dinero fruto de los sobornos obtenidos en la petrolera estatal.

Desde el gobierno, criticaron al titular de la Cámara baja

El ministro de la Presidencia de Brasil, Jacques Wagner, aseguró ayer que la apertura de un juicio político con fines de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff le permite ahora al gobierno trabajar “sin amenazas ni chantajes”.

Tras una reunión de Rousseff con su gabinete, el ministro Wagner convocó ayer a la prensa para pronunciarse sobre la decisión del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de autorizar el inicio del juicio político, como pedían varios partidos opositores, y para responder a las declaraciones en las que éste acusó a Rousseff de “mentirle a la nación” al ocultar que el diputado André Moura quiso negociar el apoyo a su frágil situación por las contundentes pruebas de corrupción que hay en su contra, a cambio de no autorizar el impeachment. “Ahora acaba todo tipo de chantaje. Él amenazaba que si no lo apoyaban, autorizaría el juicio. Todo el mundo sabe eso”, aseguró el ministro dando vuelta el argumento de Cunha.

Dilma “le mintió a la Nación”

El titular de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, afirmó ayer que la presidenta Dilma Rousseff le “mintió a la nación” cuando negó que haya habido negociaciones para evitar un juicio político con vistas a su destitución. Cunha aseguró que emisarios del gobierno buscaban un acuerdo mediante el cual ellos lo apoyaban en las investigaciones sobre sus supuestas implicaciones en las corruptelas detectadas en Petrobras, a cambio de que él no aceptara que la presidenta fuera juzgada. Sin embargo, el jefe de los Diputados aseguró que se negó a aceptar ese trato.

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