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A un paso del default

No prorrogarán rescate a Grecia

Lo anunció el Eurogrupo luego de que Atenas rechazara los “chantajes y presiones”del bloque y dispusiera el llamado a un referendo a sus ciudadanos sobre la propuesta de los acreedores que incluye duros ajustes sociales.


La zona euro empezó ayer a blindarse ante un posible default de Atenas y una eventual salida del euro, tras rechazar la prórroga del programa de rescate pedida por el gobierno griego, que anunció un referendo popular sobre las propuestas de sus acreedores, luego de quejarse de “presiones y chantajes”. “Grecia ha respondido negativamente, ha rechazado las propuestas y la opinión de los otros 18 Estados miembros es que lo lamentamos”, dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien añadió que, ante esa situación, “hoy no son posibles ya más negociaciones o conversaciones”.

“El programa de ayuda expirará el martes por la noche”, avisó Dijsselbloem, en conferencia de prensa luego de una reunión de ministros de más de tres horas, la quinta que se organiza por Grecia en menos de diez días.

Esa fue la respuesta de los ministros de Finanzas de la zona euro a su colega griego Yanis Varoufakis, quien había pedido que se extendiera el programa, que vence el martes, por unos días o semanas para poder celebrar en condiciones medianamente normales el referendo anunciado para el 5 de julio sobre la oferta de los acreedores.

Esto, cuando pasado mañana Atenas debe pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI) un vencimiento de 1.500 millones de euros que, de no hacerlo, colocaría el país en default.

Según un documento filtrado el viernes pasado, los acreedores –Unión Europea (UE) y FMI– proponían prolongar cinco meses el actual plan de rescate prestando a Grecia: 15.500 millones de euros (12.000 millones del lado europeo y 3.500 millones del FMI) a cambio del cumplimiento progresivo y estricto de una serie de reformas y ajustes.

El gobierno griego rechazó la oferta estimando que el plazo de extensión y la financiación ofrecidos son muy cortos. Y añadió que las condiciones impuestas en materia de fiscalidad y pensiones, entre otros, son “medidas recesivas y socialmente destructivas”.

Dijsselbloem precisó que los ministros de la zona euro se reunirían ahora para evaluar las “consecuencias” y “preparar lo que sea necesario para garantizar la estabilidad de la zona euro”.

Este rechazo a la extensión del programa “dañará seguramente la credibilidad del Eurogrupo como unión democrática de Estados miembro; me temo que el daño será permanente”, dijo el ministro griego Varoufakis a la prensa.

“Nosotros esperamos que de aquí al martes haya un acuerdo. Y en ese momento le diremos al pueblo griego que vote sí” en el referendo, explicó.

Varoufakis rechazó además que el referendo se convierta en un plebiscito a favor o en contra de seguir en la eurozona.

“Cualquier pregunta al pueblo de Grecia del tipo euro o salida del euro violaría todo tratado fundamental de la Unión Europea”, explicó, añadiendo que no existen actualmente reglamentos para salir de la moneda única.

Sin embargo, según analistas, es el futuro del bloque monetario lo que está en juego: abandonando a Grecia, la institución monetaria de Fráncfort lanzará un salvavidas a sus bancos y al mismo tiempo a toda la economía, precipitando el “Grexit”, salida de país de la moneda única.

Tsipras es el surfista de una ola que muchos creen será tsunami

En Atenas el jefe de gobierno griego Alexis Tsipras se entrevistó por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, quienes el viernes pasado le recordaron que la reunión del Eurogrupo de ayer era “crucial y decisiva”. “Tsipras subrayó que (…) el referendum se celebrará sea cual sea la decisión del Eurogrupo”, indicó una fuente del gobierno a la AFP.

Con el anuncio de la consulta para el domingo 5 de julio, Tsipras sorprendió a todos y se aventuró en una apuesta que en 2011 le costó el cargo al socialista Yorgos Papandreou.

En medio de extensas reuniones de gabinete, cruces de acusaciones y protestas, la ansiedad volvió a apoderarse de los griegos que ayer hacían colas para retirar dinero de los bancos ante el fantasma de un posible corralito.

Al ingresar la propuesta del referendo al Parlamento, la mayoría de los diputados confió que el pueblo votará“no”. “Significará un «sí» a la reconstrucción ”, dijo el ministro de Energía, Panayotis Lafazanis.

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