En lo que va del año la Municipalidad labró 800 actas por inconductas de higiene urbana –la mayoría de ellas tiene que ver con el destrozo o el mal uso de los contenedores–, de las cuales 160 terminaron penadas. Las sanciones oscilan entre los 100 y los 900 pesos. La cifra es importante si se tiene en cuenta que en Rosario hay 5.000 contenedores plásticos y 2.000 metálicos.
Entre los infractores, por ejemplo, se encuentra el caso que se hizo público hace unos días de un comerciante de la zona de Viamonte y San Martín que utilizó un container para poner escombros, por lo cual el municipio tuvo que utilizar una grúa para vaciarlo en el relleno de Bella Vista, que se debe hacer a mano, previo desarmado del contenedor. Después debió reponerlo por otro ya que el anterior quedó prácticamente inutilizable.
“Al comerciante se le labró un acta de infracción, que luego fue al Tribunal de Faltas y el juez lo citó. Éste a su vez hizo su descargo y después el juez le dictará la sanción”, destacó Diego Leone, subsecretario de Servicios Públicos. “Esta falta es de gravedad porque no se puede recuperar el contenedor y directamente hay que cambiarlo”, añadió el funcionario.
¿Qué hacer con los desechos?
Como el comerciante que cometió esta infracción, hay muchos casos de vecinos que realizan refacciones menores en sus casas y no saben dónde arrojar los desechos. En ese sentido, Leone indicó que “para los escombros hay un servicio formal de recolección que se llama Verdes y Voluminosos. Allí se puede tirar hasta un cuarto de metro cúbico de escombros en bolsas y baldes; un cuarto de ramas, que tienen que estar a la vista y no desparramadas por cualquier lado. También pueden tirar muebles viejos, cocinas y heladeras”.
Según Leone, ese servicio se presta un día por semana en cada zona de la ciudad. La zona que corresponde a cada uno de los vecinos se puede averiguar en www.rosario.gob.ar, ingresando al apartado de Rosario Más Limpia, o bien se puede llamar al 0800-444-3265. Lo que sí debe tenerse en cuenta es que, en casos de obras de construcción donde se excede el cuarto de metro cúbico de escombros, el vecino debe contratar un volquete de algunas de las empresas autorizadas.
Cada uno de los contenedores tiene una etiqueta, tantos los plásticos como los metálicos, para diferenciar qué residuos puede recibir. También funcionan los cubículos para la clasificación de la basura en distintos lugares de la ciudad: el de color gris es para papel y cartón; el naranja, para envases de plástico y metal, y el verde, el de residuos domiciliarios.
“Hay que respetar todos los servicios y horarios. Hacemos divulgaciones educativas de cómo funcionan los contenedores de los barrios puerta a puerta. Necesitamos participación ciudadana para mejorar la higiene; hoy en día es una cuestión transversal: la dejamos de tratar como servicio”, concluyó Leone.
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