Por los puntos… y la punta. Newell’s recibe a All Boys a partir de las 16.30 en un cotejo que tendrá en juego tres unidades importantes para ambos equipos, aunque en el caso de la Lepra significarán retomar la cima de la tabla que ayer provisoriamente asumió Vélez.
Si bien Gerardo Martino insiste en cada cruce con la prensa que el objetivo es sumar y por ahora el pensamiento no está puesto en la lucha por el título, no hay dudas que una cosa llevó a la otra y los siete partidos sin derrotas que acumula Newell’s lo pusieron en un lugar de privilegio en la tabla cuando ya pasó más de medio torneo.
La duda pasa por saber si la Lepra tiene plantel como para animarse a más y hasta ahora el Tata ha suplido con eficacia las ausencias de jugadores importantes por lesiones o suspensiones, lo que permite la ilusión de los hinchas.
Esta semana el problema no sólo fue Pablo Pérez, quien deberá cumplir la segunda fecha de suspensión, sino además se agregó Santiago Vergini, afuera por una paralítica (ver aparte).
La buena para Martino tiene que ver con los regresos de Víctor López y Leonel Vangioni, dos titulares que son importantes en la estructura del equipo más allá del buen desempeño de sus reemplazantes, Guillermo Ortiz y Juan Domínguez.
El Tata le ratificará la confianza por segunda semana consecutiva a Martín Tonso, quien intentará cumplir con la tarea de construir el fútbol del equipo junto a Lucas Bernardi y Víctor Figueroa.
Dos partidos sin anotar no son un problema para el goleador Maximiliano Urruti, especialmente porque surgieron otras alternativas para la red. Distinto es el caso de Mauricio Sperduti, un jugador del que Martino espera mucho más.
Enfrente estará un All Boys que arrastra tres triunfos consecutivos, lo que le dio un margen importante en su lucha por no ingresar a la zona de promedios.
Ganar en casa fue la premisa de Martino en el inicio del torneo. La efectividad del 80 por ciento en el Coloso hasta ahora le da la razón. El ‘encantamiento’ del Tata se transformó en trabajo serio y pensar en más que sumar no es una locura. Pelear el título es un sueño posible.
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