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Newell´s: más vulnerable que a principio de torneo

Por Mariano Faurlin.- En las últimas ocho fechas a la Lepra le hicieron más del doble de goles que en las primeras ocho jornadas.


Después de la derrota frente a San Lorenzo, Gerardo Martino prácticamente se despidió de la lucha por el torneo. Newell’s quedó a cuatro puntos de Boca con tres partidos por jugar después del receso por eliminatorias y para el Tata, más allá de que las matemáticas aún le den chances de ser campeón, es una distancia muy difícil de remontar. “Si el rival es Boca, nos despedimos”, dijo el domingo tras la caída en el Nuevo Gasómetro y antes de que el Xeneize superara sin inconvenientes a Godoy Cruz.

Lo cierto es que el Rojinegro, que era único puntero antes de su doble excursión como visitante ante Tigre y San Lorenzo, cosechó dos caídas al hilo que lo llevaron a la cuarta colocación. ¿Qué cambió para que un equipo que se perfilaba para firme candidato haya sufrido semejante bajón futbolístico? Las respuestas no se encuentran en estos dos encuentros puntuales sino en el arrastre de las últimas presentaciones.

En las primeras ocho jornadas, la Lepra cosechó 16 puntos sobre 24 posibles, lo que representa el 66,66 por ciento de las unidades en juego. Sumó cinco victorias (cuatro en forma consecutiva), un empate y dos caídas. De local consiguió nueve unidades (tres triunfos y una derrota, lo que representa el 75 por ciento de efectividad) y como visitante sacó siete puntos (dos festejos, un reparto y un traspié, con un porcentaje del 58,33).

Durante ese lapso, marcó nueve goles a favor (uno cada 80 minutos), de los cuales Maximiliano Urruti hizo cuatro: Estudiantes de La Plata, Argentinos Juniors, Colón de Santa Fe y Racing.

Y recibió cinco tantos (uno cada 144 minutos), manteniendo la valla invicta en cinco de esos ocho encuentros y ganándolos a todos: 1-0 a Argentinos Juniors, 3-0 a Colón de Santa Fe, 1-0 a Atlético de Rafaela, 1-0 a Vélez y 2-0 a Racing.

La producción rojinegra cayó desde la novena jornada a esta parte. Sacó exactamente el 50 por ciento de los puntos posibles (12 de 24) producto de tres triunfos, tres empates y dos derrotas. De local mantuvo la performance, con dos victorias y un reparto, consiguiendo el 77,77 por ciento de los puntos (siete sobre 21). Pero de visitante sacó cinco unidades de 15 posibles, alcanzado apenas el 33 por ciento de efectividad.

Paradójicamente, en este último tramo marcó cinco goles más que en las primeras ocho fechas, reduciendo el margen de conquistas a uno cada 51 minutos. Y encontró en Víctor Figueroa a su mejor anotador, con cuatro gritos (Arsenal, Olimpo de Bahía Blanca, Tigre y Unión de Santa Fe).

Sin embargo, el dato que más resalta es que en los últimos ocho encuentros recibió más del doble de los goles que le marcaron en las primeras ocho jornadas. Esas once conquistas reflejan que a la Lepra le marcaron una vez cada 65 minutos, cuando antes lo hicieron cada 144. Y otro dato llamativo es que apenas pudo mantener el arco en cero una sola vez, en la victoria sobre Banfield por 3-0 en la décima fecha. Claramente, el rendimiento defensivo decreció notablemente. Y quizás allí se encuentre una de las principales respuestas al bajón que sufrió el equipo y que le hizo perder la punta del torneo hasta dejarlo, según el Tata Martino, casi sin chances de alcanzar el título.

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