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Narcotráfico: la corrupción y el negocio de la muerte

El ataque a la vivienda del gobernador Antonio Bonfatti es un hecho inédito por su gravedad, y obliga a repensar estrategias.

“La vida es un oficio permanente” me dijo tiempo atrás Fabricio Simeoni, quien a la hora de vivir plenamente y saltar obstáculos fue un especialista. Y sobre el cierre de esa conversación brindó porque el deseo no caiga.

Ambas expresiones son el marco ideal para abordar el tema de la vida y la muerte, disyuntiva sin elección que nos plantea el negocio del narcotráfico. Parafraseando a Fabricio diría que la responsabilidad política sobre el cuidado de la vida social es el oficio permanente al que debe abocarse todo gobernante.

El atentado criminal que sufrió el gobernador de la provincia de Santa Fe obligó a esta periodista a recorrer, una vez más, la crónica de un final anunciado y requerir la visión de los especialistas más serios que existen sobre el tema. Con respecto a la primera parte, la búsqueda en archivo, en mi libro “El dedo en la llaga” (2007) la doctora Laura Cosidoy dijo: “Estamos muy cerca de llegar a decir: me desperté en Colombia, San Pablo o Río…”. En aquel momento, Cosidoy sostuvo que “en Colombia mueren jueces y aquí se callan… no sé qué es peor…”. Hizo un silencio y luego reflexionó: “No sé por qué dije «no sé qué es peor», porque entre morir hablando o vivir callando… depende de la conciencia de cada uno”. Y sentenció: “En Colombia lo que no se puede comprar se mata”.

En 2008, el doctor Juan Gabriel Tokatlian me detalló pormenorizadamente las tres fases de la presencia del narcotráfico: la predatoria, la parasitaria y finalmente la simbiótica. Consulté para este artículo a los doctores Alberto Binder, Marcelo Sain y Tokatlian. Binder cree que lo ocurrido en Santa Fe no tiene que ver con un desafío al poder político sino que, a su criterio, las políticas aplicadas por el ministro de Seguridad Raúl Lamberto están rompiendo el equilibrio entre un sector del narcotráfico y un sector policial. Cree que lo vivido se va a profundizar, por ello sostiene que el gobierno de Bonfatti está con la política correcta pero debe profundizarla y apurarla. A su criterio, urge trabajar mancomunadamente entre la autoridad provincial y federal.

Marcelo Sain cree que lo acontecido no es el accionar de los narcos sino de cierta policía. Sí, por el negocio de la droga. Dice: “Es el mercado de mayor rentabilidad y desarrollo. Es un negocio fabuloso. Una comisaría recauda por mes entre treinta y cuarenta mil dólares…”. Sostiene que el problema principal del gobierno de Bonfatti reside en creer que este es un problema del gobierno nacional. Está convencido que el problema va a crecer. Tokatlian cree primero que Argentina ya no es una pieza marginal en el contexto mundial de la droga y le preocupa la posibilidad de militarizar la lucha contra el tráfico porque sostiene que “quedó demostrado que la participación de las Fuerzas Armadas en este tema en Latinoamérica no sirvió, fue altamente ineficaz y sólo trajo más violencia y más horror. Alcanza con ver cómo en México en seis años la lucha de las fuerzas armadas contra las drogas causó 136 mil muertos”. Si las matemáticas no fallan, son 62 asesinatos por día.

Creo a mi criterio que el primer gran causante de la presencia del narcotráfico en Argentina es la corrupción. Una muestra de ello es el blanqueo legal del lavado de dinero. Esta facilidad es esencial para quien se dedique a este tema.

A principio de este año entrevisté nuevamente al doctor Cepeda Ulloa y comparto con ustedes algunos de los conceptos más importantes: “La guerra contra la droga no fracasó, sencillamente no se hizo. Este fenómeno global tiene que ser globalmente atacado, de lo contrario el éxito de un país se transforma en el fracaso de otro. Los narcotraficantes reproducen el efecto cucaracha, se van de donde hay luz hacia donde no los persiguen. El fenómeno de la droga debe ser pensado por un equipo multidisciplinario. El negocio de la droga es tan descomunal que no desaparece”.

En los últimos días previos a la elección del 27 de octubre, Carlos Reutemann y Roberto Lavagna brindaron un espaldarazo al candidato Sergio Massa. Reutemann porque cree que a Massa le interesa la problemática del campo, no como al kirchnerismo –sostiene– “al que sólo le interesa la plata del campo”. Está muy preocupado porque en Santa Fe todavía el electorado no reacciona con respecto al tema narcotráfico. “Hoy hay un desmadre en Rosario y cuando se instalan, después es muy difícil sacarlos”, dice.

Por su parte, Lavagna comparte la preocupación de Reutemann sobre la creciente presencia del narcotráfico en Argentina. Cree que los distintos gobernadores debiesen, ante lo sucedido a Bonfatti, juntarse para encarar un problema común. Cree que no se animan sin la anuencia del gobierno nacional. Me contó como al pasar que esto se debe a que el gobierno nacional permitía sólo hablar de las drogas, pero no del narcotráfico.

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