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Nada de internas, Binner quiere examen de gestión

El gobernador volvió a respaldar a Bonfatti y descalificó al resto de los precandidatos a la Casa Gris.

Todo parece indicar que la candidatura a gobernador por el Frente Progresista se dirimirá a los codazos y empujones, como si el único sillón de candidato hubiera sido lanzado a la rebatiña y estuviera descendiendo lentamente desde el cielo, bajo la atenta mirada de Rubén Giustiniani, Miguel Lifschitz, Mario Barletta y el candidato del gobernador, Antonio  Bonfatti. Las recatadas costumbres de los hombres del partido de la rosa, y de sus aliados en el Frente, parecen no ser la mejor fórmula esta vez y el primero en entenderlo fue el propio gobernador Hermes Binner, que se empecina en dejar claro que el aspirante a la Casa Gris debe ser alguien de su entorno.

El probable candidato a vicepresidente de la Nación por el Acuerdo Cívico y Social salió a machetear fuerte en la espesa selva de la interna del Frente Progresista, reafirmando la ya consolidada terminología docente (aunque no muy académica), que hasta el momento le ha dado resultados a la hora de hacer comprender su pensamiento.

Tras la frecuente repetición de que tener un candidato a gobernador por fuera de su gabinete sería como “volver a primer grado”, ayer redobló la apuesta, se puso el guardapolvo blanco, tomó el puntero y mirando por encima de sus lentes para leer, dijo: “Me gustaría tomarles examen para saber si saben lo que se está haciendo”, en referencia al escaso conocimiento que tendrían de la gestión provincial los intendentes de Rosario y Santa Fe, Miguel Lifschitz y Mario Barletta.

El “examen” del profesor Binner se basa en la idea de que nadie podría obtener mejores calificaciones que su ministro de Gobierno, empapado como nadie en los detalles de su gestión, y con maestría aprobada en casi tres años de gobierno: “Me parece absolutamente lógico que la continuidad de estos cuatro años esté en manos de gente que sepa de qué se trata, porque ha estado trabajando todo este tiempo”, repitió ayer el gobernador. “Caso contrario caemos, sin desmerecer sus valores, en el riesgo de volver a primer grado”, insistió el mandatario.

Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que “los alumnos” Barletta y Lifschitz se presenten al examen, Binner descalificó la posibilidad: “No son de mi gabinete”, respondió tajante el gobernador.

Aunque genere mucho ruido hacia adentro y hacia fuera del PS, el gobernador no hace más que insistir en el diferencial de su candidato, el conocimiento de la gestión provincial, dispuesto a asumir los costos del chisporroteo lógico que generan sus palabras. Aunque esta vez las respuestas entraron en el plano de la moderación.

Lo salvó el contexto

Uno de los afectados por las declaraciones de Binner, el intendente Miguel Lifschitz, reconoció que la opinión del gobernador “va a tener un peso importante” en la resolución del candidato a la gobernación, pero confió en que primará “el sentido común y la responsabilidad de todos nosotros para que esto se resuelva en una mesa de diálogo, sin necesidad de recurrir a una interna”.

El intendente se excusó de opinar de los dichos de Binner, por no saber “en qué contexto fueron dichas esas declaraciones” y por la “excelente relación” que dice tener con él. “No hay que discutir alrededor de nombres sino de ideas y de desafíos para la ciudad y la provincia”, reflexionó.

Lifschitz dejó en claro además que coincide con la idea de “darle continuidad” a la gestión provincial, pero se ocupó en aclarar que “este es un gobierno no sólo de una persona sino de una coalición de  hombres y mujeres que representan, no solo al socialismo sino también a la UCR”.

Encima le puso buena nota

Manteniendo la línea del lenguaje docente, y prácticamente sin acusar recibo de los dichos de Binner, el intendente de Santa Fe calificó a la gestión de Binner con un 9, casi como si no hubiera escuchado que se lo trataba de alumno repetidor. En diálogo con Radio 2, el intendente aseguró que el gobernador tiene derecho a “marcar sus preferencias” y afirmó que “el radicalismo ya ha tomado la decisión de tener su propio candidato dentro del Frente, y si no hay consenso habrá internas, que son muy buenas”.

Barletta dijo que le parecía bien “que el gobernador marque su preferencia y lo haga con total claridad. El radicalismo ya ha tomado la decisión de tener su candidato y de trabajar dentro del Frente Progresista, y ha sido buena elección. Aspiramos a que la fórmula sea encabezada por un hombre o mujer del radicalismo”, aclaró el intendente santafesino.

“La participación es el perfeccionamiento del sistema y esto es lo estamos logrando en el Frente Progresista con el liderazgo de Binner”, concedió el ex rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

El intendente se quejó además del posible cronograma electoral, porque “los tiempos que llevará la elección son demasiados largos”. “Los legisladores deberían revisar la ley electoral porque no se puede estar en febrero ya oficializando listas”, dijo.

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