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Heterogéneo

Música sin límites

El quinteto Amores Tangos explora su sonido “alegre”, presente en sus primeros dos álbumes, y adelanta canciones de su próximo material.


En formato de banda completa, esta noche llegará al Gran Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) Amores Tangos, el quinteto que explora lo que se conoce como “tango alegre”. Con sonoridades y ritmos que tienen la música ciudadana como tutora pero que se permite jugar con otros estilos como el candombe, la murga, el samba, el vals, el reggae y la milonga, su ADN se nutre de la libertad, algo previo que define su performance en un vuelo artístico que invita a pasar de la escucha atenta al baile en cuestión, en segundos.

Es la primera vez que Amores Tangos estará en la Lavardén, un espacio al que, desde hace tiempo, los músicos querían llegar para mostrar sus canciones incluidas en Orquesta de Carnaval (2011) y Altamar (2013), los dos discos que repasarán esta noche junto con invitados de la talla de Cucuza Castiello y la cantante rosarina Noelia Moncada.

“Hace tres años que venimos gestionando el espacio para tocar, y finalmente lo logramos; éste será un show muy importante para nosotros”, anticipó José Teixidó, guitarrista y director de la formación que completan Nicolás Perrone (bandoneón), Juan Tarsia (piano), Seba Noya (contrabajo) y Augusto Argañaraz (batería).

Surgida de la nueva escena del tango independiente, la formación, una de las más convocantes de la actualidad, se remonta a la tradición de las viejas orquestas que animaban los carnavales para proponer, en vivo, una fiesta que casi siempre termina en el baile.

Consultado por cómo empiezan a indagar en éste concepto musical definido como “tango alegre”, Teixidó le dijo a El Ciudadano que no fue algo decidido de antemano: “Al juntarnos a tocar, la pasábamos tan bien que ese disfrute se empezó a reflejar en el repertorio. Tocamos ritmos brasileños con instrumentos argentinos y tangueros. Lo que pasa musicalmente en vivo es muy creativo para nosotros y muy divertido para el público”, contó.

La búsqueda del grupo parece estar puesta en enriquecer la canción a través de todas las posibilidades sonoras que vayan apareciendo en el camino sin limitarse por prejuicios. “Es lo que nos pasó con la canción «Mulatada», de Mariano Mores. Era una milonga muy pintoresca; en su groove abría a una suerte de son cubano. Un día, en lugar de tocar en la guitarra un arpegio, toqué una base de reggae y seguía sonando milonga. La gente se reía, se paraba a bailar”, recordó el músico a modo de ejemplo.

Nacida en 2008 como un encuentro de músicos y amigos, en 2011 la banda editó Orquesta de Carnaval, disco nominado a los premios Carlos Gardel. Desde entonces, explora el lado más festivo del tango recuperando cierta tradición de algunas antiguas orquestas. En 2013 llegó Altamar, nominado al Estrella de Mar y al Carlos Gardel, y un año más tarde estrenaron el DVD Amores Tangos Vivo, ganador del premio a mejor documental en el Festival de Cine de Mar del Plata.

“De Orquesta de Carnaval a Altamar hay un salto hacia la canción. El primero es un disco muy camarístico porque estábamos en un formato más tanguero con invitados que aportaban violoncello y percusión. Altamar tiene batería, percusión y orquesta de cuerdas”, repasó el director de la formación, quien además adelantó que el tercer álbum, que anticiparán en Rosario, “gira en la línea del último material con orquesta de cuerdas, una cosa más latinoamericana: candombe, cumbia, choro, habanera, murga, samba y, obviamente tango, vals y milonga”.

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