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"Empezamos a despertar"

Murió el histórico referente gremial Alberto Piccinini, líder del Villazo y preso por la dictadura

Tenía 79 años. Protagonizó parte de la mejor historia del sindicalismo con la resistencia a la intervención de la UOM de Villa Constitución dispuesta por Lorenzo Miguel. Un hito en la fábrica Acindar, que ese 1974 dirigía el poco después hacedor del plan económico de la dictadura, Martínez de Hoz


“Si teníamos más conocimientos de política, capaz que no hacíamos nada por miedo. Sólo queríamos una obra social”, recordaba hace unos años el histórico referente gremial Alberto José Piccinini sobre lo que se conoce como El Villazo: en marzo de 1974, obreros metalúrgicos de Villa Constitución se le pararon al cacique sindical Lorenzo Miguel, al ascendente poder en el gobierno constitucional ejercido por José López Rega y a la conducción de Acindar encabezada por el poco tiempo después ministro de Economía de la dictadura Alfredo Martínez de Hoz. Este jueves se conoció que el líder de esa lucha emblemática, también convencional constituyente en 1994 y diputado nacional, al que el terrorismo de Estado mantuvo detenido varios años, había fallecido. Con él se queda una parte de la historia del movimiento obrero del país. Tenía 79 años.

La represalia por aquel primer Villazo llegó al año, en marzo del 75, ya muerto Juan Domingo Perón y con la Presidencia en manos de su viuda, Isabel Martínez. La respuesta de los trabajadores fue una huelga de 59 días. Pero el aparato represivo del “Brujo” López Rega, después integrado de lleno al Estado tras el golpe de 1976, actuó sin piedad: al menos 50 asesinatos y numerosas desapariciones.

“Lo que hicimos entonces fue encerrar a gerentes en la fábrica, porque si no venía la represión y nos hacían mierda. Pero eso, en la lucha de clases después se pagó”, repasaba Piccinini aquella gesta del 74 que se referencia con la Lista Marrón de la UOM en la seccional Villa Constitución.

Piccinini es parte de la construcción de organismos obreros como la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Fábricas en Conflicto, la resistencia a la Triple A de López Rega y a la dictadura cívico militar, cuyo plan económico fue diseñado por Martínez de Hoz, uno de los derrotados en el primer Villazo.

En 1974, con una huelga extendida entre el 7 y el 16 de marzo, los obreros de Acindar, con el acompañamiento de sus pares metalúrgicos de Maraton –después Tenaris-Siat– y Metcom –luego Paraná Metal–, más portuarios, comerciantes, transportistas, aceiteros, bancarios y buena parte de los vecinos villenses que el 16 participaron de una movilización de 12 mil personas, sorprendieron al Loro Miguel, nada acostumbrado a que alguien lo enfrente en su dominio absoluto del aparato sindical de la UOM.

Esa lucha, multitudinaria, políticamente heterogénea, triunfó: se firmó un acta de normalización del gremio, y en las elecciones de noviembre venció la Lista Marrón de Piccinini.

“No sabíamos nada, pero empezamos a despertar”

“No sabíamos nada. Sólo queríamos una obra social. Lo que pasó fue que había una burocracia sindical que se llevaba nuestros descuentos a Buenos Aires. Entonces empezamos a despertar”, recordó el inicio de esa construcción, que acercó a otros dirigentes fogueados en la lucha, varios de ellos enrolados en corrientes clasistas pero, a la vez, de amplio ascendente entre los trabajadores a los que representaban.

Algunos nombres: el marplatense de los gráficos Raimundo Ongaro, el cordobés de Smata René Salamanca y el porteño, luego desaparecido por la dictadura, Jorge Di Pascuale, de la Asociación de Empleados de Farmacia y militante del Peronismo Revolucionario.

Otro fue Agustín Tosco, el cordobés de Luz y Fuerza protagonista del Cordobazo en la década de 1960. El diálogo que mantuvo Piccinini con él describe el origen del Villazo mejor que cualquier análisis académico.

Así lo rememoraba el villense: “Cuando fuimos a verlo, al Gringo nos preguntó: «¿Bueno, quién conduce?» Nosotros, dijimos. «No, a ver, muchachos, ¿quién conduce políticamente?» Y estábamos todos mezclados. De los 5 mil que éramos, habrá habido 50 simpatizantes de alguna organización, pero no cuadros políticos. Entonces, se fue. Y cuando nos volvimos a ver, nos dijo: «Bueno, muchachos, nosotros vamos a estar con ustedes acompañándolos, pero les queremos avisar que no estamos de acuerdo con esto, aquello y lo otro, por tal y cual cosa. Es decir, nos enseñó. Y aprendimos a pelear”.


Villa Constitución se instaló junto al Cordobazo y el Rosariazo como un punto de la referencia que trascendió al justicialismo pero que simpatizaba con el peronismo de base.

El segundo Villazo, el de 1975, fue distinto. El 20 de marzo, con “Isabelita” en el gobierno, un operativo del que participó parte del aparato parapolicial de la Triple A de López Rega detuvo a unos 300 trabajadores y dirigentes para decapitar la UOM de Villa. Hubo represión, detenciones y desapariciones.

Piccinini fue convencional constituyente en 1994 y diputado nacional en el período 2001-2005. Nunca se quedó en casa. En 2008, fue elegido Secretario General de la UOM de Villa Constitución, ahora, como cabeza de la Lista Roja. Habían pasado 34 años del histórico Villazo, y volvía al ruedo en el mismo lugar. Otra vez, dibujaba su concepción de la tarea política con una anécdota.

Tito

“Hay alguien que influyó en forma determinante en mi vida, nuestro querido Tito Martín”, dijo Piccinini en una entrevista, tras la victoria de la Lista Roja y con 66 años. “Lo conocí cuando yo tendría 17 o 18 años, y él junto a un grupo de profesores trabajaron para crear la escuela nocturna secundaria en Villa Constitución”.

Piccinini siguió el relato: “Tito era ferroviario, un militante del Partido Comunista y un ejemplo a seguir. Hoy lamentablemente ya no contamos con su presencia, pero quedan sus enseñanzas”. Lo ubica, junto con Tosco y otros dirigentes de renombre, y con su compañero Juan Actis, como uno de sus referentes.

“Hoy está presente en un momento en el que puedo decir que estoy contento de tomar las responsabilidades que tomé, a pesar de que ya tengo sesenta y seis años”, insistió sobre su amistad con Tito, también parte del Villazo y dirigente de La Fraternidad además de protagonista de la efímera CGT de Villa Constitución, entre enero y marzo de 1975.

 

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