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Legítima defensa

Muerte bajo el puente

Un prefecto asesinó de un tiro a un adolescente que, según la versión oficial, quiso asaltarlo con dos cómplices mientras el federal estaba con su novia.


Un adolescente de 17 años fue asesinado anteanoche por un empleado de Prefectura Naval Argentina al resistir un robo, según la versión oficial. De acuerdo con voceros de la investigación, el efectivo federal estaba con su novia adolescente, a bordo de su auto estacionado debajo del Puente Rosario-Victoria, cuando tres muchachos lo encañonaron y golpearon tras romperle el vidrio de la ventanilla. El asaltado dijo haberse identificado como agente de una fuerza de seguridad para repeler a tiros a los atacantes, quienes se dieron a la fuga en una moto. Minutos después, el cadáver de un muchacho fue abandonado en la puerta del hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. El prefecto describió la mecánica del hecho en la seccional 10ª y el fiscal que lleva adelante la investigación adelantó que puede tratarse de un caso de legítima defensa.

Eran más o menos las 23.30 del lunes. Amílcar A., de 28 años y cabo primero de Prefectura que presta servicio en la ciudad de Buenos Aires, estaba en el límite norte de la ciudad, debajo del puente Rosario-Victoria, con su novia de 17 años, dentro de su auto, un Chevrolet Corsa gris. La pareja pasaba el rato, cuando tres muchachos se les presentaron de improviso, relató más tarde el efectivo federal. Uno rompió el vidrio de la ventanilla del conductor y comenzó a pegarle con la culata de un arma al suboficial, describió. Otro abrió la puerta del acompañante y redujo, tomándola de los cabellos, a la muchacha; el restante esperaba en una moto, siempre según la versión del cabo.

Los recién llegados pretendían que la pareja bajara del auto y les diera todas sus pertenencias; pero el prefecto no acató la orden: se identificó como uniformado y les exigió a los atacantes que se tiraran al piso; algo que los muchachos no hicieron, ya que salieron corriendo. De acuerdo con el relato del uniformado, los ladrones, mientras se daban a la fuga, comenzaron a dispararle, a lo que el prefecto respondió con gran número de detonaciones con su arma reglamentaria 9 milímetros. Sin embargo, los agresores lograron subirse a una moto y perderse en la oscuridad. Minutos después, el cuerpo de un muchacho fue abandonado en la puerta del hospital Eva Perón de la vecina localidad de Granadero Baigorria. Lo dejaron dos jóvenes que se movilizaban en una Motomel negra.

Cuando los médicos revisaron al recién llegado, no tenía signos vitales: había muerto por una herida de arma de fuego en el tórax.

Momentos después llegó al hospital un hombre, quien dijo ser el padrastro del fallecido, a quien identificó como Jonathan Flores de 17 años. Esta persona dijo desconocer lo que había pasado.

A la par, Amílcar A., de 28 años, fue atendido en el hospital Alberdi por un corte en la mano izquierda y luego fue trasladado a la seccional 10ª, donde relató lo ocurrido y entregó su pistola, con sólo 6 cartuchos intactos. De acuerdo con voceros de la UR II, el adolescente asesinado contaba con un grueso prontuario por robos y estaba sospechado en un homicidio, sobre el cual no se brindaron datos concretos. El fiscal del caso, Pablo Pinto, adelantó la carátula: “Por el momento podríamos hablar de una legítima defensa”.

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