Ciudad

Aniversario negro

Sólo quieren justicia para sus muertos

Reclamos a un año de la tragedia de Salta 2141.


“A un año no hay ni un detenido, no hay nada en claro, no hay nada, y los únicos procesados preguntan después de un año por qué están procesados”, dice Eleonora, hermana de Carlos López, una de las veintidós víctimas fatales que se cobró la explosión del edificio de Salta 2141. Mientras habla no puede disimular la bronca, aunque lo cierto es que lo último que pretende es ocultar esa mezcla de dolor, impotencia y rabia que la embarga desde la fatídica mañana del 6 de agosto. Lo mismo le ocurre a Marcela Nissoria, esposa de Hugo Montefusco, quien también falleció en la catástrofe. Las dos mujeres aseguran que sólo quieren “justicia y memoria para los veintidós muertos” y esperan que el Ente Nacional Regulador de Gas (Enargás) responda a su pedido de caducidad del contrato de la firma Litoral Gas SA que hicieron hace más de un mes (recuadro).

Hace exactamente un año, a las dos mujeres la vida les cambió de golpe, de la manera más violenta y menos esperada. Hoy, aseguran que sacan fuerzas de donde no las tienen para seguir adelante y así, junto a otros familiares de quienes también murieron en la explosión, encabezan desde la tragedia todas las marchas que se realizan en memoria de sus seres queridos, como también cada convocatoria en la que reclaman por lo que creen justo, postura que aseguran que defenderán y llevarán hasta las últimas consecuencias.

Casi al unísono, López y Nissoria confiesan que no saben hasta cuándo van a poder seguir con su lucha, que están muy agotadas y que su causa, –“la de nuestros muertos”, como ellas mismas la llaman–, les consume las energías “del día a día”, las que deben tener también para criar y contener a sus hijos. Sin embargo, como si buscara darse una respuesta que la impulse a continuar, López sostiene con énfasis: “Mi madre quedó destrozada y yo recién ahora pude decirle a mi nene de 4 años que su tío murió, pero cuando pienso que mi hermano voló de su departamento ¿cómo no voy a seguir?”.

Para Nissoria la realidad no es menos cruel. Hugo Montefusco era el padre de su hija, que hoy tiene 19 años y a quien, como madre, debe contener y sacar adelante. “Ella a veces me dice, cuando me ve luchar y desgastarme tanto, que ya perdió a su papá, que ahora no me quiere perder a mí”.

Distintos intereses

Las mujeres sostienen que “la causa judicial no está cerrada porque nosotros estamos en lucha”. Por eso, afirman que, en el acto central que se realizará hoy a las 18 en el lugar de la tragedia, “nadie más que los familiares se subirán al escenario”. Así, hacen visible una y otra vez su descontento con el accionar de todas las esferas estatales, porque su malestar es general. Incluso coinciden en que “el Estado supo capitalizar muy bien el apoyo de la gente”, y al respecto Nissoria dice: “Fue importante la solidaridad, es cierto, aunque nosotros no lo sabemos porque en ese momento estábamos enterrando a Carlos y a Hugo, pero el Estado la capitalizó muy bien y así todos fueron héroes y nuestros muertos y la causa judicial quedaron en un segundo plano”.

López recordó también los actos vandálicos de cuando aparecieron destrozadas las cruces que plantaron en el predio en memoria de quienes murieron. “No sabés si son ocasionales o si son dirigidos, porque hay muchos intereses de por medio”, esboza, mientras que Nissoria resume sus sentimientos: “Entiendo que nadie puede ponerse al hombro los males y dolores ajenos porque uno, en una vida normal, tiene los propios, pero cada vez recibo más apoyo de la gente que me para por la calle y se emociona”.

Otro pedido: echar a Litoral Gas

Además de los reclamos judiciales, la mayoría de los familiares de quienes fallecieron por la explosión enviaron el pasado 17 de junio una carta al Ente Nacional regulador de Gas (Enargás), en la que pidieron la caducidad de la concesión de la empresa Litoral Gas SA. Según explicó Eleonora López, hermana de Carlos, quien murió en la catástrofe, “el hecho tiene la gravedad suficiente” para que así se dictamine. No obstante, la mujer sostuvo que todavía no recibieron ningún tipo de respuestas sobre su petición y sostuvo que “la empresa (por Litoral Gas) ni siquiera está intervenida”.

“Te juegan al desgaste. La próxima vez armamos una carpa frente al Enargás y no nos movemos hasta que nos atienda el director”, dijo. “Nosotros, quizás como familiares de víctimas podemos tener más derechos, pero la realidad es que Litoral Gas no respeta a nadie”, marcó.

Actualmente, en la causa judicial fueron imputados de estrago culposo agravado el gasista Carlos García y su ayudante, Pablo Miño, como también José Ayala, colega que había trabajado antes de la tragedia. En tanto, por el lado de Litoral Gas están involucrados Gerardo Bolaños, Guillermo Oller, Luis Curaba, Claudio Tonucci y Viviana Leegstra. A ellos se suma tres responsables de la administradora del consorcio.

Comentarios

10