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Motos superan récord

La ministra Giorgi destacó que la producción nacional de motocicletas alcanzó este año 450 mil unidades y abastece a casi el 70 por ciento del mercado local.

 

La fabricación nacional de motos rompió un nuevo récord este año con la producción de 450 mil unidades y ya abastece a casi el 70 por ciento del mercado local, según destacó la ministra de Industria Débora Giorgi. El consumo local creció a un ritmo del 47 por ciento anual, y la participación nacional en este mercado llegó al 66 por ciento, una marca histórica. Además, empresas líderes como Honda, Yamaha y Suzuki realizaron  inversiones productivas en el país.

“El mercado de motos está en expansión, con un consumo que crece a un 47 por ciento anual. Debido a esto el empleo en el sector aumentó a un promedio del 12 por ciento anual, por encima de la industria automotriz que lo hizo a un 9 por ciento y de la industria en general, que logró un crecimiento del 5 por ciento”, remarcó Giorgi.

A finales de los años noventa se fabricaban en el país sólo 7.600 motos al año, y hoy se está proyectando una producción total de 450 mil (70 mil más que en 2010), cifra que marca un récord por segundo año consecutivo para esta industria en el país.

En 2007 la participación nacional en el mercado ocupaba sólo el 26 por ciento y hoy ya alcanzó el 66, superando el 45 por ciento del 2010 y con mayor integración de motopartes argentinas. Además, el año pasado se importaron casi 200 mil motos menos que en 2008.

La política de sustitución de importaciones junto a la aplicación de licencias no automáticas y las exigencias del gobierno nacional para conseguir el equilibrio de la balanza comercial sectorial, impulsaron que empresas líderes en el mundo como Honda, Yamaha y Suzuki realizaran inversiones para aumentar su producción local.

Uno de los requisitos exigidos por el Ministerio de Industria fue que por cada motocicleta importada se debían ensamblar dos en el país, proyectándose que este número se eleve a cuatro en 2012. También se estipuló que cada unidad producida debía tener al menos la mitad de los componentes fabricados en Argentina.

Para aquellas empresas que no posean plantas de ensamblado o no tengan proyectos productivos en el país, la exigencia fue importar un 40 por ciento menos que el año pasado, y para los importadores de motopartes, disminuir un 20 por ciento sus compras en el exterior sustituyendo algunas piezas por otras nacionales.

Para regular el funcionamiento de estas medidas se creó una mesa de integración de autopartes nacionales conformada por el sector privado y la Secretaría de Industria de la Nación. Además, se realizan auditorías en todas las plantas de ensamblado del país, a fin de comprobar si su capacidad es compatible con la importación de motos en formato CKD (unidad completamente desarmada, sin que le falte ninguno de sus componentes, para ser ensamblada en las terminales).

 

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