Cerca del mediodía de ayer –en la zona del Parque Nacional a la Bandera– personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) junto a integrantes de la comisaría 1ª detuvieron a dos cuidacoches que, según fuentes oficiales, estaban exigiendo a los automovilistas que querían estacionar en ese lugar entre 10 y 15 pesos para cuidar los vehículos. “Nosotros recibimos una denuncia telefónica y al llegar nos encontramos con estas personas que estaban junto a una gran cantidad de botellas de diversas bebidas alcohólicas. Es ahí donde se decide demorarlos por estar solicitando de manera coactiva dinero a los conductores”, explicó el titular de la GUM, Mariano Savia, quien además reveló a este diario que en la última semana se detuvieron a cinco cuidacoches que también fueron denunciados por exigir dinero de la misma manera.
“Además de detener a estas dos personas, otras nueve que también cuidaban coches fueron retiradas del lugar porque no se encontraron elementos para poder detenerlas. Los dos detenidos son mayores. Además, se incautaron doce botellas de distintas bebidas alcohólicas y por lo que pudimos observar estas personas demoradas estaban presuntamente con un importante estado de ebriedad”, continuó Savia.
Según aseguró el funcionario, los cuidacoches no ofrecieron resistencia cuando fueron detenidos. “Estamos poniendo bastante atención en esta zona y en algunas otras zonas de la ciudad, como en sectores cercanos al río y algunos lugares de bulevar Oroño, para evitar que se den situaciones coactivas, donde los cuidacoches obliguen a los conductores a pagar una determinada tarifa”, remarcó Savia.
Al ser consultado sobre la legalidad de esta actividad, el titular de la GUM explicó que “mientras no haya una conducta coactiva y el dueño del vehículo dé un monto a voluntad, no hay mayores inconvenientes”. Pero advirtió: “La cosa cambia cuando hay conductas violentas, amenazas, tarifas abusivas o preestablecidas. Eso no está permitido y ahí es cuando actuamos nosotros. Con respecto a las cinco detenciones de los últimos días tuvimos que actuar porque se registraron algunos problemas de maltratos y amenazas”, indicó.
Cabe recordar que hace poco más de una semana, un grupo de cuidacoches se reunió con integrantes de la comisión de Obras Públicas del Concejo Municipal para reclamar que no se otorgue el permiso de explotación del estacionamiento que hay en el Parque España al centro cultural establecido en la zona porque se perderían varias “fuentes de trabajo”.
“Nosotros no imponemos una tarifa, el pago es a voluntad. Además, nuestras familias viven de lo que nosotros ganamos y se quedarían sin el pan de cada día”, dijeron en el Palacio Vasallo.
Por su parte, el concejal Jorge Boasso viene solicitando desde hace varios años que se “regularice” la actividad de los cuidacoches. “Hace tiempo que venimos escuchando sobre los abusos de los que son victimas los ciudadanos y visitantes que intentan estacionar en diferentes lugares de Rosario”, se quejó en su oportunidad el edil.
“Con ese registro, la persona que se presente como cuidacoches ante cualquier ciudadano, deberá estar registrada e identificarse mediante una credencial y una casaca, que otorgará el municipio luego de ser incluido en el registro creado a tal fin. La credencial deberá contener foto, número de registro y datos personales del «cuidacoches», así como también la zona en que desempeñará habitualmente su actividad”, destacó el radical quien remarcó que “la casaca deberá ser refractante, con inscripciones claras y fácilmente visibles, que comuniquen el carácter de voluntaria que tiene la contribución y el número de la línea gratuita que deberá crearse para denuncias”.
“He trabajado en el tema desde el año 1995 cuando presenté el primer proyecto de Registro Municipal de Cuidadores de Vehículos en la vía pública. Desde entonces y hasta la actualidad lo he ido aggiornando a la realidad y a las necesidades. En el 2004 propuse que se hiciera un censo de las personas que ejercen en el ejido urbano las actividades comúnmente denominadas «cuidacoches», «limpiavidrios» y/o «malabaristas callejeros» con el objetivo de implementar políticas de inclusión que tiendan a revertir esta situación. El año pasado volví a representar el proyecto e incluso propuse además la creación de un registro de cuidacoches solidarios que fuera coordinado por fundaciones y ONGs para recaudar fondos”, concluyó Boasso.
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