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Mitos y verdades de la artritis reumatoidea

Alrededor de 400 mil argentinos sufren de artritis reumatoidea (AR), una enfermedad que se convirtió en una de las principales causas de discapacidad en todo Occidente, aunque más de la mitad de ellos no reciben tratamiento adecuado, lo cual puede llevarlos a un creciente deterioro articular.

“Esta enfermedad afecta fundamentalmente a mujeres jóvenes, de entre 30 y 50 años, en plena edad productiva, con lo cual tiene un costo que excede lo sanitario”, afirmó Jorge Velasco Zamora, jefe del Servicio de Reumatología del porteño Instituto CER y presidente de la Fundación Articular. Al hablar ayer en la última Jornada de Periodismo Científico de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el laboratorio Bristol-Myers Squibb del Ciclo 2010, el especialista subrayó la necesidad de “consultar ante la primera aparición de los síntomas”. “El paciente afectado por esta enfermedad deja de trabajar, de producir, de cuidar a su familia. A esto se suman los costos directos por gastos en medicación, internaciones y otros. Por eso, es importante consultar inmediatamente ante la aparición de los síntomas”, remarcó Velasco Zamora.

Actualmente, en Estados Unidos, la artritis reumatoidea constituye la principal causa de discapacidad, según un estudio publicado por los Centros de Control de Enfermedades (CDC). “De los casi 400 mil afectados en la Argentina, es altamente probable que la mitad no consulte a nadie, ni al especialista ni a ningún médico, según un estudio que hicimos hace pocos años y que presentamos en el Congreso Argentino de Reumatología en Tucumán”, dijo Velasco Zamora.

En esa investigación, efectuada en los partidos bonaerenses de Quilmes, Avellaneda, Berazategui y Florencio Varela, se realizó un monitoreo comunitario, que reveló que el 58 por ciento de las personas con AR que consultaron no estaban recibiendo un tratamiento adecuado, con una evolución promedio de la enfermedad de ocho años.

El médico enfatizó: “Es importante desterrar el mito que dice que sólo las personas mayores sufren de enfermedades reumatológicas. La AR afecta a mujeres jóvenes, e incluso personas menores de 16 años pueden padecerla, por lo que existen servicios de reumatología pediátrica”. Según lo señalado, los signos para consultar son inflamación de grandes y pequeñas articulaciones (particularmente de manos, muñecas, nudillos, caderas, rodillas, codos o pies), que dura más de 15 o 20 días, y rigidez matinal.

A su vez, la titular de la asociación civil Ayuda Mutua Artritis Reumatoidea (Amar), Argentina Grippaldi, dijo que “hay un antes y un después” en artritis con la medicación biológica. “Desinflama, reduce el dolor, permite un mayor movimiento y mejora mucho la calidad de vida. Pero, además, es necesario hacer rehabilitación con kinesiología para mover las articulaciones, porque no se pueden dejar quietas: hay que moverse”, remarcó. Uno de los problemas con los que se suele encontrar el paciente con AR es la demora del diagnóstico: “Deambulé por consultorios durante años para obtener un diagnóstico, hasta que llegué al reumatólogo”, relató Grippaldi sobre ese punto.

Velasco Zamora enfatizó: “El paciente debe saber que una artritis reumatoidea no es artrosis; tiene que evitar la automedicación, las terapias alternativas, y consultar al reumatólogo, no al traumatólogo ni al clínico. Hoy en día las terapias son tan avanzadas y complejas, tales como las que se basan en anticuerpos monoclonales, que deben ser empleadas por especialistas”.

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