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Mineros ya reciben agua y glucosa a través del ducto

Se logró fortificar el pequeño canal de contacto de 8 centímetros. El rescate se extenderá a diciembre.

Tras fortificar el pequeño ducto a través del cual se logró anteayer entablar comunicación con el grupo de 33 obreros sepultados bajo toneladas de escombros en una mina derrumbada en el norte de Chile, los equipos de rescate comenzaron ayer a enviarles agua y glucosa. El ministro de Minería del país trasandino, Laurence Golborne, señaló que durante la noche del mismo domingo se trabajó para entubar el hoyo de unos 8 centímetros de diámetro que sirve de enlace entre la superficie y los mineros, que están a 700 metros de profundidad.

“Se está terminado el encamisamiento del pozo. Eso va a permitir que no se nos colapse”, señaló ayer Golborne a los medios de prensa, al detallar sobre el proceso de fortificación de las paredes del ducto, en el cual se trabajó durante toda la noche posterior al hallazgo de los sobrevivientes.

Luego, el funcionario comentó que se intentará retomar el contacto con los mineros mientras se iniciaban los envíos de las palomas mecanizadas que llevaron, primero, agua con glucosa y después una serie de otros elementos que van a permitir mantener con vida a los operarios atrapados.

Las palomas mecanizadas son unos tubos de plástico azules por medio de los cuales se les envía agua, medicamentos y alimentos condensados a los 33 mineros que se hallan guarecidos en un refugio ubicado en la parte más profunda del yacimiento.

Por el pequeño ducto que el domingo pasado llegó a este lugar, los mineros hicieron llegar a la superficie un conmovedor mensaje en que señalaron que al cabo de 17 días estaban todos bien.

Golborne confirmó además que en paralelo se seguirá perforando otros lugares del yacimiento “para poder tener otras vías de comunicación”.

En una primera etapa se contempla el envío de pequeñas dosis de agua junto a un medicamento para revestir el estómago y un manual de instrucciones para su ingesta.

Luego se les enviarán alimentos proteicos en forma de gel, junto a otros utensilios importantes, como linternas y un pequeño equipo de comunicación.

“El proceso de alimentación debe ser muy cuidadoso; los elementos que se les envíen deben ser de a poco”, explicó por, el  ministro de Salud Jaime Mañalich.

Tras la euforia del domingo pasado, cuando se recibieron pruebas de  supervivencia de los 33 mineros, el ambiente ayer era más  pausado, con las familias haciéndose a la idea de ser pacientes: sacar a los mineros tomará meses, les han advertido los expertos.

De hecho si se cumplen los plazos dados por el  coordinador de las tareas de rescate, André Sougarret, los mineros podrían salir cerca de la Navidad.

Fue el mismo Sougarret quien había estimado anteayer que el rescate tardaría “no menos de 120 días”, aunque luego matizó señalando que las labores durarán “entre tres y cuatro  meses”.

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