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CANDIDATAS Y CANDIDATOS

Miguel Tessandori: “La gente no está contenta con la Intendencia de Pablo Javkin, esto es evidente”

El concejal aspira al Palacio de los Leones dentro del frente Unidos. "Yo seré un buen intendente si la gente de Rosario sale a la calle y no tiene que darse vuelta a ver quién la sigue, quién le roba o quién la puede matar", define, tras justificar acercamiento a Pullaro, un político "tradicional"

Foto: Franco Trovato Fuoco

Miguel Tessandori es parte de la oleada de nombres vinculados a los medios que llegaron a la política intentando oxigenarla y generar nuevas expectativas. El actual concejal estuvo a punto de lograr tres bancas para su espacio en 2021 y desde ahí se transformó en una figura cotizada para diferentes espacios políticos. Dueño de un discurso que interpela a la política tradicional, tuvo diálogo con muchos espacios ideológicos, pero sorprendió aliándose a Maximiliano Pullaro para participar en la interna por la Intendencia del frente de frentes, donde competirá con el actual intendente Pablo Javkin, entre otros. Explica que en su corto camino en la política comprendió que sin apoyo provincial una gestión local tenía pocas chances de ser exitosa. Por eso, y por promesas clave en seguridad y educación, decidió acompañar la propuesta local del ex ministro de Seguridad. Promete duplicar el presupuesto dedicado a Rosario para educación, para el caso de que su espacio gane tanto la Intendencia como la Gobernación.

—Hasta ahora te habías mantenido fuera de los armados políticos tradicionales. ¿Cómo fue el ingreso a una fuerza política que tiene un armado de tres partidos de los llamados tradicionales?’

—Nuestro trabajo en el bloque de Volver a Rosario, al que puede acceder cualquiera, ha sido el detonante de esta candidatura, porque nosotros trabajamos muy bien legislativamente. La gente que reclama la presencia de los concejales, si revisa, va a ver que en nuestro bloque hicimos trabajos puntuales en todo tipo de materia: transporte, seguridad, lo que le interesa a la gente. Y ahora, de alguna manera, me jaquearon los amigos para que pudiera tomar un compromiso de mayor envergadura, como es éste, evidentemente. Pedí que participaran, que se metieran, yo necesitaba mucho respaldo. Lo logré desde la parte personal, creo que tenemos un equipo bárbaro. Y por eso me jugué a la posibilidad de la Intendencia. ¿Por qué con el grupo de (el diputado provincial y precandidato a gobernador Maximiliano) Pullaro? Porque nosotros entendemos que únicamente y solamente con el grupo de Volver a Rosario nos hubiera costado tremendamente posicionarnos, porque este es otro juego, evidentemente, que necesita un respaldo político del gobierno de la provincia de Santa Fe. Es mucho más importante el Ejecutivo, sin dejar de decir que mi trabajo como concejal, y obviamente la parte legislativa, es tremendamente importante. Pero esto es otra cosa, que necesita de un acuerdo, porque hemos visto que en los últimos cuatro años el gobierno de la provincia de Santa Fe prácticamente ha dejado de lado a Rosario. Bueno, en materia de seguridad qué duda cabe. Entonces, entendimos que el grupo de Pullaro nos daba respaldo en ese aspecto. Pullaro nos dio un compromiso personal de que la parte de Seguridad en Rosario va a ser potenciada, en función del problema del narcotráfico, en forma ostensible. Y nosotros le pedimos una cosa que él nos escuchó y nos fundamentó. Si nosotros ganamos la Intendencia vamos a manejar el doble del presupuesto educativo para Rosario. Y ese presupuesto lo vamos a manejar nosotros. Porque nosotros entendemos que la única manera de mejorar es la educación, fortalecer la educación, estar presentes en las escuelas de forma prioritaria, y no en la parte edilicia nada más. Desde la parte de integración de los chicos, en un proceso en donde puedan estar en el colegio, ser atendidos en el desayuno, en el almuerzo y la merienda, estudiar, hacer los deberes allí, y estar relacionados con el club de barrio para que hagan los deportes correspondientes. Es una especie de tutelaje, donde realmente vaya el dinero efectivo desde el gobierno hacia la educación.

—El manejo de las partidas para Educación es responsabilidad de la provincia. Vos decís que Pullaro está dispuesto, en caso de ganar la Gobernación, a duplicar la inversión y esa diferencia sería manejada por el nuevo intendente.

—Si Tessandori gana la Intendencia va a manejar -no Tessandori, sino su grupo de trabajo- el tema educativo, desde Rosario. Porque nosotros entendemos que es fundamental recuperar la educación. Creo que tuvimos un mazazo educativo, que en los últimos 20 años nos ha deteriorado, y que inclusive muchos chicos están fuera de su casa, vagueando, drogándose, y eso genera los problemas que tenemos. No hay país que no haya salido sin apostar a la educación.

—¿Cómo sería? ¿Jornada doble?

—Sí.

—¿Y esa política se articula con los clubes de barrio?

—Claro, porque es la contención, es la necesidad de que el chico permanezca. Es que los docentes estén allí y sean bien recompensados, porque los docentes tienen que ganar bien. Y el gobierno debe proteger también el sustento de estos chicos durante su proceso en la escuela, y que sigan su actividad familiar después de las seis de la tarde. Ese es el proceso principal al que nosotros apuntamos, y que me parece que nadie en los últimos 30, 40 años ha apuntado a ese aspecto, y ahí están las consecuencias directas de lo que nos pasa como país.

—¿Vos creés que la articulación con la provincia es una manera de llegar más a las situaciones particulares desde la Intendencia?

—Cerrándote el concepto del porqué del acuerdo con Pullaro es porque necesitamos una presencia también fuerte, a nivel de propuesta a gobernador, como para poder fundamentar nuestra candidatura a intendente. Me parece que esa articulación que vos preguntás tiene que darse sí o sí, porque si no… Pullaro sostiene que un gobierno santafesino sin haber detenido el tema de la inseguridad es un mal gobierno. Y tampoco hay duda en esto, porque este gobierno ha cambiado cuatro ministros de Seguridad, ha cambiado jefes de Policía como camisas, y ahí están las consecuencias en la calle. Cómo está el miedo en la gente para salir a la calle. Yo seré un buen intendente si la gente de Rosario sale a la calle y no tiene que darse vuelta a ver quién la sigue, quién le roba o quién la puede matar. La verdad que ese sería el mayor logro de una gestión: terminar con este miedo, pánico, que nos ha absorbido.

—¿Pullaro también propone para Rosario un refuerzo de fondos en el tema seguridad?

—Él propone, obviamente, refuerzo de fondos, pero poner en acción a la Policía, que en estos momentos está desgastada, desde el propio concepto del policía, y de los políticos que le han menguado su capacidad de actuar. Es llamativo, no hay una sola persecución policial, no hay una acción policial, hay carpetas con licencia, hay carpetas de gente novata que entra a la Policía como recurso de trabajo y no por capacidad. Hay que capacitar al policía, no cualquiera puede ser policía. Y después tenemos un grupo que ya sabemos dónde está, en la joda. No hay contradicción en lo que estoy diciendo. Estoy diciendo que la Policía debe recuperar su identidad como protectora de la gente, no huyendo la gente de la Policía. Y tiene que estar en la calle, tiene que estar patrullando, y tiene que estar controlando, y tiene que estar en la escuela. Lo patético de las balaceras a las escuelas, o escuelas que cierran por temor a que los narcotraficantes invadan de alguna manera su tranquilidad. Es inaceptable desde todo punto de vista.

—Después de la buena elección de 2021 debés haber tenido más de una oferta para estos comicios. ¿Tuviste diálogos con otros sectores de la política antes de cerrar con Pullaro?

—Ninguna duda. Tuve diálogos. He charlado con el intendente actual, con los referentes del PRO. He tenido contactos hasta del grupo de Sergio Massa, para llamarme a una diputación. Y yo agradezco a todas las vertientes políticas que hayan hablado de mí. Inclusive hubo comentarios de que yo pasaba a ser el árbitro de esta elección en Rosario. Los únicos árbitros son mis hijos, que dirigen fútbol. Yo no me sé ubicar como árbitro, sé que por ahí soy en este momento preocupante para los sistemas políticos que están perimidos, que ya no tienen aceptación en la gente. Sistemas políticos que han fracasado y que tienen miedo. El gran problema de nuestra clase política ha sido que han mirado al ciudadano desde un pedestal, en lugar de mirarlo frente a frente y charlar con ellos. Yo me ubico en la gente común, y me siento con ellos y me gusta escucharlos, y tenerlos en cuenta. El político no los ha tenido en cuenta, ha tenido en cuenta nada más que su progreso personal y su afán de poder. Yo no tengo afán de poder, esa es la realidad. Para graficarte de por qué mi incliné para este lado, que tiene mucho que ver con lo que nosotros definimos en su momento en función de la primera convocatoria política, que fue Volver a Rosario.

—Vos criticás a la política tradicional, pero el sector con el que vos estás ahora está dentro de esa lógica que vos criticás. ¿Qué viste ahí que te hizo llegar a este acuerdo?

—¿Sabés que vi? Que nos escuchó. En lugar de pedirnos cosas, de ofrecernos cosas. Y además leyó nuestros argumentos legislativos, cosa que no hicieron otros, que hablaban de “vos vas a ir como primer diputado, el senador provincial”, todos los cargos que vos te imaginés. Lo único que pidió es solamente esto. “Ustedes qué proponen, qué quieren”, nos dijo, e hicimos un acuerdo programático para ver si el electorado nos acompaña. Nos pareció realmente interesante, porque también es una prolongación de lo que te estoy diciendo. Alguien que escucha, te entiende y te acepta. Y podemos seguir discutiendo. Otro que no tengo dudas ha recorrido la provincia como nadie. Visitó los 19 departamentos y presentó 300 listas en la provincia. Tiene un armado y un laburo realmente llamativo.

—¿Cómo imaginás la interna? Porque va a estar el mismísimo intendente enfrente.

—La interna del frente de frentes va a ser durísima. Está también (Enrique) Estévez, está Charly Cardozo, está Javkin, que todo oficialismo siempre tiene una cuota. La gente no está contenta con la Intendencia de Pablo; esto es evidente.

—¿Vos tenés buena relación con él?

—Total. Inclusive me he ofrecido para colaborar en mi paso por la concejalía, que sigo estando y sigo estando vigente. El otro día nos saludamos afectuosamente. Las intenciones de Pablo fueron buenas pero evidentemente la concreción no está, la gente está mal. El otro día me reuní con la gente de barrio Azcuénaga, que está desprotegida, a la buena de Dios, en lo que hace a estructura edilicia, y ni hablar en cuanto a inseguridad. Una buena intención debe ser acompañada por una presencia masiva. Si es necesario pelear en los lugares en donde hay que pelear, pero con presencia efectiva, y reclamar. Porque lo que se reclama con justicia no es reclamo, es absoluta justicia y vigencia de lo que uno reclama. Por ejemplo, yo no puedo entender cómo Rosario no tiene todavía un estadio cubierto como para hacer espectáculos artísticos de primer nivel. Es increíble que Rosario no lo tenga. Por ejemplo, es increíble que en Buenos Aires se gasten los nombres de Messi y Di María y de la Selección Argentina, y nosotros no tengamos la Selección jugando acá. ¿Por qué? Por intereses mezquinos y porque una vez en el 2009 nos equivocamos con Brasil, hicimos un partido donde vendimos 65.000 entradas y entraban 50.000 personas. Y así la tuvimos que pagar, porque la AFA salió a pagar los juicios y ahora no hay partidos de la Selección. Pero ese es un error nuestro, que tenemos que aceptar. Porque también está eso, el político no acepta sus errores. Debemos aceptar los errores, somos falibles, y debemos pedir perdón y disculpas y reactualizar las cosas. Ver a Rosario así es un castigo, me duele. ¿Sabés lo que necesita Rosario? Un gran abrazo. ¿Viste cuando vos tenés pérdidas o dolores importantes? Uno no recibe la palabra, porque todo lo que se diga está de más. Lo que hace falta es un gran abrazo. Ese abrazo que significa estoy con vos.

—¿La traducción política de ese abrazo cuál sería?

—Sería el abrazo que necesita el político de la gente para igualarlos. El político debe mirar a la gente desde el mismo lugar. No pensar en que su cargo debe ser renovado. No pensar en el poder. ¿Sabés cuál es el mayor empoderamiento que tiene un político? Que la gente lo abrace. Con ese mismo ánimo que a veces se vende un abrazo para ganar votos. Yo no quiero un abrazo para ganar votos. Sí quiero que la gente me vote, obviamente. Quiero un abrazo para que la gente sienta que ese político está con ellos, los escucha y los respalda.

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