La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, en sus siglas en inglés) pagó millones de dólares a las grandes compañías de internet como parte de su participación en el programa de espionaje Prisma, señaló ayer el diario británico The Guardian, a través del material suministrado por el ex analista de inteligencia Edward Snowden. La información es la primera filtración de la relación financiera entre empresas tecnológicas como Google, Yahoo, Microsoft y Facebook con la NSA y su espionaje masivo digital.
Las nuevas revelaciones apuntan a demostrar que el dinero de los contribuyentes estadounidenses fue utilizado para cubrir el costo que supuso para los gigantes tecnológicos colaborar con el gobierno estadounidense.
Un dictamen judicial de 2011, desclasificado el miércoles pasado por la Administración de Barack Hussein Obama, declaraba inconstitucionales algunas de las actividades de la NSA, porque su incapacidad para separar las comunicaciones electrónicas del ciudadano común del tráfico de intercambios internacionales viola la cuarta enmienda.
El desembolso a las compañías tecnológicas se produjo después de esa sentencia que, si bien no aludía expresamente al programa Prisma, sí censuraba la ilegalidad de ciertas acciones de la agencia de inteligencia.
La NSA requirió que el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (Fisa) firmara de forma anual las “certificaciones” que brindarían un marco legal a sus operaciones de vigilancia.
Pero a raíz de aquel pronunciamiento judicial y de la duda sobre garantías para proteger a los estadounidenses, sólo fueron renovadas de forma temporal.
Un documento secreto de la agencia fechado en diciembre de 2012 describe esos inconvenientes y retrasos en la obtención de la certificación y asegura que “los problemas del año pasado (por el dictamen) desembocaron en un costo de millones de dólares para los proveedores de Prisma, que cubre el departamento de Operaciones de Fuentes Especiales” (SSO, en sus siglas en inglés).
Descripto por Snowden como “la joya de la corona” del NSA, el SSO dirige todos los programas, y se apoya en las “colaboraciones corporativas” con proveedores de Internet y de telefonía.
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