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Mejor prevenir cuando el verano “pega” duro

Alertan sobre los efectos y el modo de evitar el denominado “golpe de calor”

Agua bendita. Mantener una buena hidratación es clave para evitar inconvenientes.
Agua bendita. Mantener una buena hidratación es clave para evitar inconvenientes.

Las altas temperaturas durante el verano traen como principal amenaza al denominado “golpe de calor”, ante el cual los médicos advierten que su diagnóstico y tratamiento inmediato reduce en un 70 por ciento la mortalidad. Con sensaciones térmicas superiores a los 35 grados es el momento en el que los especialistas recomiendan poner “alerta máxima” para evitar problemas.

En el verano, las personas pueden sufrir varias patologías ligadas a la exposición a altas temperaturas. En primer lugar, pueden ocurrir grados variables de deshidratación por el aumento de la pérdida de líquido del organismo a través de la transpiración. Cuando el cuerpo pierde más del 10 por ciento de agua, se producen cuadros graves que pueden amenazar la vida de la gente afectada.

Otro de los problemas preocupantes relacionados con la exposición a altas temperaturas es el denominado golpe de calor, que se debe a una incapacidad del organismo para disipar el calor acumulado. Este cuadro se caracteriza por fiebre alta y compromiso neurológico evidenciable en irritabilidad, conducta extraña, agresividad, alucinaciones y pérdida de conocimiento.

Con los mayores de 65 años y los niños menores de 5 se debe tener especial cuidado, porque a estas edades el cuerpo tiene una menor capacidad de responder a los cambios de temperatura. La diabetes, la obesidad y el consumo de alcohol también predisponen a estos cuadros.

Para evitar estas patologías el Instituto Cardiovascular Buenos Aires (ICBA) sugirió las siguientes medidas: 

– Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada. Cuando se estén realizando actividades físicas, lo mejor es tomar agua antes de empezarlas. Después, ingerir pequeños tragos con frecuencia durante los ejercicios y luego de realizarlos, continuar tomando líquidos. 

– Evitar hacer actividad física en las horas de mayor temperatura.

– Usar ropa apropiada, suelta y de colores claros.

– Protegerse de los rayos solares debido a que las quemaduras del sol impiden al cuerpo enfriarse adecuadamente. No exponerse al sol desde las 11 hasta las 16.

– Permanecer en lugares con aire acondicionado o frescos y no dejar a los niños dentro de vehículos con las ventanas cerradas.

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