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Consulta ensangrentada

“Me llamo muerte a los traidores”

Así respondió ante el tribunal británico Thomas Mair, el presunto asesino de la diputada laborista Jo Cox, cuyo asesinato conmocionó al Reino Unido y obligó a suspender la campaña del referéndum sobre la Unión Europea.


“Cuál es su nombre?”, dijo el oficial de Justicia: “Me llamo muerte a los traidores. Libertad para el Reino Unido”, contestó ayer en el tribunal Thomas Mair, el presunto asesino de la diputada laborista Jo Cox, defensora de la integración a la Unión Europea (UE), cuyo asesinato conmocionó al Reino Unido y obligó a suspender la campaña del referéndum sobre si Londres abandona o sigue dentro del bloque.

Esta declaración del sospechoso en el tribunal de Westminster confirma al parecer las revelaciones y testimonios publicados por la prensa desde el asesinato de Jo Cox el jueves pasado.

Mair, de 52 años, pronunció esas palabras cuando fue invitado a declinar su identidad, según la agencia británica Press Association. Esposado y vestido con ropa deportiva de color gris, no dijo nada más y se mantuvo callado cuando la magistrada le preguntó dirección y fecha de nacimiento.

Al final de la audiencia, la jueza ordenó un análisis psiquiátrico del acusado y su detención en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, al sudeste de Londres.

Mair debe comparecer mañana por segunda vez ante la Justicia, esta vez en el tribunal londinense de Old Bailey.

El viernes pasado, había sido imputado por homicidio voluntario de la diputada laborista de 41 años, baleada y apuñalada el jueves último en su circunscripción de Birstall, en el norte de Inglaterra.

También fue acusado de lesiones corporales graves, de posesión de un arma de fuego con la intención de cometer un acto criminal y de posesión de un arma ofensiva.

Además, un hombre de 77 años permanece hospitalizado tras haber sido herido por Mair cuando intentó defender a Cox durante el ataque.

El asesinato conmocionó al país y obligó a suspender por unos días la campaña del referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido en la Unión Europea.

Como establece la ley, desde el momento de la imputación, la prensa ya no podrá publicar información y testimonios conocidos desde la muerte de Cox, en particular sobre sus posibles motivaciones.

Cox, madre de dos hijos, fue agredida en la calle cuando salía de la biblioteca de la ciudad. En decenas de ciudades británicas se organizaron ceremonias de duelo y homenaje.

 “Se ha liberado el odio”  

En Birstall, que recibió la visita del primer ministro David Cameron, los habitantes se reunieron en el centro de la ciudad para recordar a la diputada.

En Londres, centenas de personas depositaron flores el viernes pasado en la puerta del Parlamento y observaron un minuto de silencio.

“Atravesamos un período inquietante en el Reino Unido, como si se hubiera liberado el odio”, declaró a la agencia AFP Alice Poole.

Cox “combatió siempre esas fuerzas oscuras”, agregó esa mujer de 40 años, que al igual que muchos de los presentes elogiaba su compromiso con los refugiados y su intensa campaña para que el Reino Unido permanezca en la UE.

“Hay que tomar distancia y preguntarse si queremos votar en ese clima de cólera y de odio”, decía por su parte Sunny Sharma, de 31 años, que considera que hay que aplazar la consulta, prevista el próximo jueves.

Ocurre que los dos meses de campaña estuvieron llenos de agresividad.

El jueves, por caso, Nigel Farage, el líder del partido de extrema  derecha UKIP, causó polémica con un cartel electoral donde aparece una columna de inmigrantes.

Los analistas consultados por la AFP consideran que ahora habrá que cambiar el tono de la campaña pero ninguno se aventuró a predecir las consecuencias del asesinato sobre el resultado.

La campaña se reactivará el martes, dos días antes del referéndum, con un debate organizado en la Wembley Arena ante 6.000 personas.

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