Un suboficial de la Prefectura Naval Argentina, con asiento en la ciudad de Mar del Plata, mató a su mujer de al menos siete balazos y luego se suicidó, informaron hoy fuentes policiales.
El hecho sucedió cuando la mujer regresó de bailar a su casa situada en la calle Bouchard, del barrio Belgrano y fue atacada por su esposo, con quien atravesaba una crisis matrimonial debido a los celos que él tenía, según dijeron los voceros.
La mujer asesinada fue identificada por la policía como María Quisper (35), mientras que el prefecto era Luis Elías Lagrilla (34), padre de dos hijas de 4 y 6 años.
La mujer era además madre de un hijo de 17 años de una pareja anterior.
Según fuentes de la pesquisa, Quisper salió a bailar el sábado a la noche con una amiga para festejar los 35 años que había cumplido el dos de abril, mientras que su marido se quedó durmiendo.
Pasadas las 6 de la mañana de ayer, la mujer volvió a su casa del barrio Belgrano y apenas abrió la puerta se encontró en el comedor con su hijo, que había llegado cinco minutos antes.
La mujer lo saludó y el chico le avisó que salía un rato a la puerta antes de irse a dormir.
A los pocos segundos, el joven sintió una ráfaga de disparos y cuando entró a la casa encontró a su madre muerta en el pasillo, junto a la puerta del baño, mientras que sus pequeñas hermanas se despertaron llorando a escuchar los disparos.
Inmediatamente, el prefecto se llevó el arma a la boca y se suicidó, agregaron los voceros.
Los vecinos alertaron al 911 y efectivos de la comisaría 16 llegaron a la casa del barrio Belgrano, donde realizaron las primeras diligencias por orden del fiscal de turno, Mariano Moyano.
De acuerdo a lo determinado en el lugar del hecho, el suboficial habría matado a su mujer de al menos siete disparos.
Quisper era peruana y desde hacía varios años vivía en la ciudad de Mar del Plata.
Su hijo mayor contó a los pesquisas que el marido de su madre era muy celoso y que ella ya le había dicho que quería separarse.
Según el joven, la última vez que se lo dijo, el suboficial se mostró desencajado, se apoyó una pistola en la sien y le advirtió que si se iba de la casa, él se mataría.
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