Policiales

Violencia y robo

Más de ocho años de cárcel por cometer entraderas

Cometían violentos atracos. Las casas eran elegidas previa inteligencia la que hacían en taxi. Eran media docena de ladrones que quedaron expuestos a través de sus conversaciones telefónicas. El acusado no es el primero en cerrar un acuerdo abreviado.


Tiene 29 años y aceptó su responsabilidad como parte de una banda que cometió violentas entraderas durante el 2016. La Fiscalía pudo determinar su participación en tres robos. Iban en grupo, sorprendían a uno de los ocupantes de la casa elegida y lo obligaban a ingresar. Maniataban a todos y bajo amenazas de muerte y golpes se llevaban lo que encontraban. La última vez salió mal. La Policía detuvo a algunos de los autores cuando huían en un auto. Mientras que al acusado se le cayó el documento y el celular cuando se descolgó del auto. Lo detuvieron siete meses después. Ahora aceptó un acuerdo abreviado y una condena a 7 años y medio, la que se unificó con una anterior, por lo que deberá purgar 8 años y medio de cárcel.

Emanuel Héctor Robledo y otros dos compinches entraron el 14 de junio en una casa ubicada en Chacabuco al 1100 de Granadero Baigorria. Sorprendieron al dueño de casa cuando abría el portón y lo obligaron a entrar apuntándolo con un arma. Le pegaron un culatazo en la cabeza y redujeron a toda la familia, a quienes ataron de pies y manos, mientras los amenazaban para que les dijeran dónde había plata. Se llevaron dinero en efectivo, televisores, alhajas y ropa. Un vecino escuchó ruidos y al asomarse por la ventana vio la huida.

Al mes siguiente entraron en una casa de pasaje Morse al 2100. Pasaban las 22 del 16 de julio de 2016 cuando Robledo y otros dos asaltantes abordaron al dueño de casa que estaba en la vereda, lo obligaron a entrar y ataron a toda la familia con precintos. Golpearon a su hijo mientras exigían la entrega de dinero. Revolvieron la casa y se llevaron una tablet, una cámara de fotos, una billetera y unas llaves.

Cuando ocurrió este hecho, la pesquisa ya tenía intervenido los teléfonos de algunos de los miembros del grupo. Hubo muchos informes durante el 2016 sobre sus conversaciones, data con la que contó Fiscalía para determinar quiénes eran los integrantes del grupo, cuáles fueron los atracos que hicieron y quienes participaron. En el caso del asalto a la casa de pasaje Morse, las escuchas fueron prácticamente en vivo, se enteraron que estaban por entrar al lugar y dónde quedaba el domicilio. Circunstancia que corroboraron con el impacto de las antenas de telefonía respecto a los celulares que usaban los ladrones. De esas conversaciones surgió que los miembros del grupo hacían inteligencia en taxi.

El último hecho data del 26 de agosto de 2017, esta vez el blanco fue una casa de la cuadra de Hilarión de la Quintana al 100. Robledo y otros tres llegaron tipo 7, armados con una pistola 9 milímetros y un revolver calibre 38. Esperaron que el dueño de casa saliera y lo redujeron. Lo ingresaron bajo amenazas de muerte y obligaron a su mujer a entregar el dinero que había en la casa. Luego fueron a la habitación de la hija, pero la chica se dio cuenta de lo que pasaba y avisó a su novio. Al verla, los intrusos la volvieron a la cama y empezaron a pegarle exigiéndole dinero. La golpearon hasta que les avisaron en forma radial que la Policía iba en camino. Se llevaron 300 dólares, más de 11 mil reales, 75 mil pesos, 2 celulares y algunas cadenas.

Escaparon en un 307 gris que la policía logró interceptar en la zona de Ayacucho y doctor Rivas. En el auto encontraron lo sustraído, incluso las dos armas que fueron robadas en calle Pavón al 5300. En esa ocasión marcharon presos Esteban L.,  Emanuel G. y  Fabián L., también se encontró el DNI y un celular que presuntamente se le cayó a Robledo cuando se descolgó del auto.

Con estos datos hicieron un allanamiento y lograron detenerlo, en marzo de 2017, las escuchas determinaron que trabajaba en una casa de lubricantes en Granadero Baigorria, lo detuvieron en su casa de zona norte.

El abreviado

Este lunes, Emanuel Héctor Robledo reconoció  su responsabilidad en los tres hechos de robo  calificado por el uso de arma de fuego, por cometerse en poblado y en banda y portación. La fiscal Viviana O’Connel y el defensor José Ferrara cerraron un acuerdo de a 7 años y 6 meses de prisión más accesorias legales y costas. Pero como Robledo tenía dos  condenas previas: una del 26 de abril de 2016 (dos meses antes del primer robo) por una portación de arma a dos años de prisión condicional y una anterior de febrero de 2015 a un año de prisión condicional. Las partes acordaron unificarlas y cerrar en 8 años y medio de cárcel. El acuerdo fue homologado por el juez Héctor Núñez Cartelle.

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