Ciudad

Ganadero en Legado Deliot

Mariani sufrió otro revés judicial en su pretensión de titularizar tierras rosarinas que usurpa

El empresario explota unas 800 hectáreas del llamado Legado Deliot en El Charigüé, y está denunciado por intervenciones dañinas para el humedal. Pretende quedarse con esos terrenos bajo la figura de usucapión, pero con papeles flojos que rechazó la Cámara de Paraná como antes un juez de Victoria


Enzo Rómulo Mariani es el dueño de la guardería náutica Henry Morgan, pero además un empresario que acumula reiteradas denuncias de colectivos ambientales por sus explotaciones ganaderas en las islas frente a Rosario, para las cuales ejecutó intervenciones prohibidas en el humedal como terraplenes o cortes de arroyos, amén de ser uno de los sospechados por las quemas recurrentes de pastizales en el listado que el fiscal Federal de Victoria, Carlos García Escalada, elevó al juez Federal de Paraná, Leandro Damián Ríos.

Para sus emprendimientos, Mariani ocupa de facto más de 800 hectáreas en islas que pertenecen a la Municipalidad de Rosario por obra del llamado Legado Deliot. No sólo las usufructúa de prepo, sino que pretende quedarse con ellas esgrimiendo la figura de usucapión, para la cual utiliza testaferros a los que dice haberles comprado esos terrenos y, con ello, adquirido el derecho que dan 20 años de asentamiento.

Esta semana, la embestida legal del empresario sufrió un nuevo revés en la Justicia entrerriana, jurisdicción a la que pertenecen las extensiones insulares que litiga. La Cámara Civil 3 de Paraná ratificó un fallo de primera instancia que rechaza los flojos papeles del rosarino para reclamar la titularidad de esos espacios, y sus chances en los Tribunales se agotan. Ahora, el que debe mover las fichas es el Palacio de los Leones para fortalecer su posición.

Mariani pretende derechos de propiedad sobre poco más de 800 hectáreas de las 2.204 que componen el legado Deliot. El nombre responde al contador rosarino Carlos Deliot, quien acumuló una enorme fortuna pero falleció soltero y sin descendencia. Cuando murió, se abrió el testamento que había redactado dos años antes. En el mismo, le cedía a la Municipalidad buena parte de sus inumerables propiedades. Hubo idas y vueltas de interpretaciones jurídicas del texto, pero finalmente quedó establecido que, entre terrenos y edificaciones en el Saladillo, Fisherton, barrio Moderno y el hoy Polideportivo homónimo, entre más, figuraban como donación más de dos mil hectáreas en la isla El Charigüé. Es una suma de lotes, no todos contiguos, al sur de la conexión Rosario-Victoria.

Empresario quiere quedarse con tierras rosarinas en la isla

El Ejecutivo rosarino ninguneó durante décadas ese legado, que volvió a la palestra con las mensuras para construir la conexión vial a Victoria y la consiguiente necesidad de expropiaciones para la traza. Ahora, buena parte de esos terrenos constituyen la reserva ecológica Los Tres Cerros, nombre que remite a los montículos de tierra construidos por los Chaná, indígenas que ocuparon albardones y médanos en El Charigüé y destinaban esos “cerros” o “cerritos” a asentamiento y entierro de sus muertos.

Incendios en las islas: indagan a otros 7 propietarios, entre ellos el rosarino Enzo Mariani

Esos territorios en los que colectivos ambientales y autoridades impulsan, con dinámica a veces lenta, un sistema de actividades sustentables, están en parte ocupados por Mariani para producción ganadera. Esas explotaciones siempre existieron en las islas, pero se expandieron con el corrimiento de la frontera agrícola derivado de los paquetes tecnológicos de cultivos transgénicos. El cambio de escala produjo a su vez consecuencias cualitativas para un ecosistema frágil como el del humedal, que no la puede soportar. Y ahí Mariani hizo de las suyas.

 

Además de su controvertida actividad productiva en la isla, el empresario pretende la titularidad de los terrenos donde la realiza. Para ello, recurrió a la Justicia, que ahora le es esquiva.

La Cámara Penal de Paraná acaba de ratificar un fallo que no le reconoce los derechos sobre esas 800 hectáreas del legado Deliot. La medida es en respuesta a una apelación presentada por Mariani ante un fallo adverso de primera instancia. Es el que firmó el titular del ‎Juzgado Civil y Comercial con competencia Laboral de Victoria Luis Francisco Márquez Chada en abril del año pasado. En ese escrito, el magistrado considera que los boletos de compra de los terrenos a presuntos puesteros o lugareños no ameritan sus pretenciones de propiedad.

La resolución de 2021 admite que “es posible” afirmar que Mariani postuló la necesidad de acceder a la posesión de sus antecesores –a los que dice haber adquirido las tierras– “que supuestamente se remontaba a 1968”, para fundar “el plazo de prescripción adquisitiva larga puesto que habría iniciado la posesión en 2003”. Pero, agrega el magistrado, dicha unión de posesiones “en base a la prueba colectada no fue acreditada”. Es que “no se probó la posesión de sus antecesores ni la vinculación jurídica invocada”, señala el escrito.

A esa instancia se llegó después de varios intríngulis legales, en medio de los cuales hubo incluso un raro extravío de documentación.

Mariani utiliza a un puestero llamado Ambrosio Flores. La Justicia ratificó que no le corresponde el derecho de usucapión porque no está demostrado que haya vivido ahí 20 años ni prueba certera de que el hombre haya detentado la posesión real de las tierras que le “vendió” al dueño de Henry Morgan.

Vanesa Paccotti, bióloga integrante del colectivo El Paraná no se Toca, recordó para una anterior nota de El Ciudadano que no es la primera vez que los terrenos del legado Deliot están en peligro. Hubo otro juicio de usucapión, entablado precisamente por Flores, que finalmente el municipio de Rosario ganó en los tribunales entrerrianos.

Romina Araguas, abogada y también integrante de El Paraná no se Toca, considera difícil que Mariani continúe con su incursión judicial, porque lo que sigue es un recurso extraordinario a la Suprema Corte entrerriano, y los fallos de primera y segunda instancia, agrega, son contundentes.

Araguas señala que el próximo paso lo debe dar el Ejecutivo rosarino, con la presentación de una acción de reivindicación. La explica: es como un pedido de desalojo, pero cuando nunca hubo posesión efectiva. Para impulsar esa instancia, El Paraná no se toca y los otros colectivos –junto incluso a organismos de la Universidad Nacional de Rosario– que componen la Multisectorial Legado Deliot pedirán una reunión con autoridades del Palacio de los Leones.

La abogada atisba dos caminos para cerrar de una vez por todas la disputa, ya con los fallos judiciales a favor: negociar la retirada del empresario en una posición favorable, o seguir con un pedido de desalojo por fuerza pública hasta las últimas instancias.

 

Comentarios