Política

Malvinas: para Alicia Castro, designación de gobernador es “una provocación”

La embajadora en el Reino Unido se refirió así a la llegada de Colin Roberts al frente de las islas. "Representa una vez más otro acto unilateral británico, que viola obligaciones", agregó.


El nombramiento del nuevo gobernador británico de las Islas Malvinas, Colin Roberts, quien previamente había sido director del área de Territorios de Ultramar del Foreign Office, es “una provocación”, afirmó la embajadora en el Reino Unido, Alicia Castro.

La diplomática hizo la advertencia en una nota en inglés que envió al periódico inglés The Guardian. “Desde la captura, en 1833, las Islas Malvinas han sido un territorio bajo disputa de soberanía, un caso pendiente de descolonización. Como tal, el nombramiento de Roberts representa una vez más otro acto unilateral por parte del Reino Unido que viola sus obligaciones bajo la ley internacional para resolver la disputa sobre las islas a través de negociaciones diplomáticas con Argentina”, escribió la embajadora.

Castro sostuvo haberse reunido en una oportunidad con Roberts en la cancillería británica en Londres y agregó al respecto: “No tengo una buena memoria de nuestro encuentro”. “Su conducta hacia mí, como embajadora de mi país, fue como la que uno espera de un oficial del Imperio, retando a sus súbditos. Esto, de no haber sido ofensivo, fue simplemente ridículo”, subrayó la diplomática.

Según Castro, ni la “arrogancia imperial ni la violación a la ley internacional es nada nuevo”. “Pero sin embargo, un elemento que llama la atención es que el Reino Unido, que se niega a resolver la disputa y busca justificar la continua ocupación de las islas invocando el derecho a la autodeterminación de sus actuales habitantes británicos, decidió elegir nada menos que a Robert para ‘gobernarlas’ (a las islas)”, continuó.

Castro mencionó que el Reino Unido le negó el derecho a la autodeterminación a más de 2.000 habitantes de las islas Diego García, en el archipiélago Chagos (Océano Indico), y dijo que esos pobladores viven en la pobreza y desperdigados por el mundo.

“Esta historia moderna posee todos los ingredientes de una típica saga colonial del siglo XIX: violencia, discriminación racial, dobles estándares, arrogancia, manipulación, cinismo y decepción”, subrayó la embajadora, al finalizar la nota diciendo que el siglo XXI “demanda, además del fin del enclave colonial británica en el Atlántico Sur, una política de diálogo y respeto entre pueblos y naciones, dentro de un mundo multipolar que ayude a promover la paz universal”.

Tras la nota en el Guardian, la cancillería británica decidió no hacer comentarios al respecto.

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