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Macri se amotina y se aleja del PJ Federal

Por: Ezequiel Rudman

Todavía no lo hizo explícito, pero Mauricio Macri rechazó la invitación de Eduardo Duhalde y Felipe Solá para participar de una megainterna del Peronismo Federal donde se definiría el candidato presidencial del sector.

El jefe de gobierno porteño está dispuesto a mantener su postura intransigente frente al PJ anti K y planea ser consagrado candidato único del PRO antes de las internas abiertas, simultáneas y obligatorias fijadas por ley para el 14 de agosto de 2011.

A la flexibilidad insinuada por Duhalde y Solá, que por primera vez abrieron las compuertas del peronismo a un extrapartidario como el alcalde porteño, Macri respondió con firmeza y descartó competir con los precandidatos presidenciales del Peronismo Federal. El jefe de PRO ya avisó que no se someterá a una interna con Duhalde, Solá, Mario Das Neves o Alberto Rodríguez Saá. El macrismo esperará a que se agraven los conflictos internos del panperonismo opositor que, con Francisco De Narváez y Carlos Reutemann a la cabeza, boicotean la campaña presidencial de Duhalde.

Fracasa así el operativo seducción a Macri. Aunque primero De Narváez y después el titular del PRO dejaron de ser un límite para el PJ anti K, ninguno de los dos actores parece dispuesto a someterse a los designios de Duhalde y compañía. La suspensión del acto en Entre Ríos fue el primer síntoma y ahora Macri se automarginó del armado del Peronismo Federal siguiendo los consejos de su gurú político, el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba. “El Peronismo Federal, y la figura de Duhalde y los hermanos Rodríguez Saá, están asociados a la vieja política. Macri tiene que profundizar la percepción de renovación sin los vicios asociados al aparato peronista de la provincia de Buenos Aires”, suele profetizar el experto en campañas electorales.

Pero más allá de las conjeturas de este oráculo de la política, existen también otras razones que alejan a Macri de una megainterna del PJ anti K.

El PRO, que penas tiene representación nacional en una decena de provincias, no está en condiciones de fiscalizar una interna a nivel nacional, donde el peronismo podría sacar ventajas a través de su estructura de punteros arraigados en todas las localidades del interior, donde el macrismo todavía no está presente. Además el jefe de gobierno porteño especula con llegar a 2011 como el único candidato capaz de polarizar frente a Néstor Kirchner, a partir de la causa de las escuchas telefónicas, presentada por el macrismo como una persecución judicial similar a la causa de la efedrina que llevó a De Narváez a derrotar al ex presidente en la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de 2009.

Frente a este panorama, a pesar de que Solá insistió en la necesidad de cumplir con la ley de internas abiertas y a partir de ahí caminar para confluir con el macrismo, el PRO y el Peronismo Federal ya transitan distintos caminos. “Es el mejor instrumento que tenemos, la interna que tenga más votos potenciará al candidato que salga ganador”, se había entusiasmado el ex gobernador de Buenos Aires.

“Todos los que somos precandidatos, incluso Mauricio Macri, tendremos que participar en la interna del espacio que compartimos. Nos tenemos que juntar para ganarle a un gobierno que no tiene un solo programa a largo plazo”, expresó Solá. Incluso Duhalde hizo un llamado a la unidad y al trabajo conjunto de las nuevas generaciones políticas con vocación de diálogo y consenso. Pero los cantos de sirena ya no seducen a Macri.

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