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Cuento del tío en dólares

Mientras un supuesto empleado bancario le hablaba por teléfono, otro se presentó en su casa para cambiarle los billetes porque “había problemas con esa serie”. Tras unos minutos, se llevó u$s 10.600.

Un hombre de 68 años fue víctima de un elaborado y cuidadoso cuento del tío hecho por dos hombres que, haciéndose pasar por empleados bancarios, le quitaron más de 10 mil dólares. La víctima los había comprado hacía poco más de una semana en una sucursal crediticia de la ciudad de Funes, ubicada a pocos metros de su vivienda, por lo que no sospechó nada extraño. Con la excusa de que “se habían detectado problemas con esa serie”, de billetes estadounidenses mientras hablaba por teléfono con uno de los presuntos empleados, otro se presentó en su casa y, en un momento de descuido del dueño de la vivienda, huyó con 10.600 dólares.

Según fuentes policiales, el hecho ocurrió minutos después de las 10 de anteayer, cuando un hombre que dijo llamarse Roberto mantuvo una comunicación telefónica con René Osvaldo J., de 68 años, quien vive en Sarmiento al 1800 de Funes, a pocos metros de la sucursal del banco Macro. La persona que estaba al teléfono le dijo que, por problemas en la entidad con la serie de billetes que le habían vendido, los mismos tenían que ser cambiados y que para eso no debía concurrir al banco sino que una persona iba a tomar nota de la numeración a su casa.

En ese momento, tocó la puerta un hombre vestido con traje, de unos 35 años, quien se presentó como empleado del banco, por lo que René lo hizo pasar y, tras ir a buscarlos a una de las habitaciones de la vivienda, desplegó los dólares sobre la mesa del comedor, siempre con Roberto en línea.

El estafador comenzó a anotar las series de cada billete en una planilla y, tras unos segundos, le pidió al dueño de casa su documento de identidad para terminar de completar el formulario, exigencia que también fue corroborada por el hombre en el teléfono.

Sin sospechar nada, René acató las órdenes de su visita y fue hasta su habitación a buscar el DNI. Pero cuando René volvió con su documento en la mano Roberto había dado por finalizada la comunicación sin despedirse, y el hombre de traje se había ido con los 10.600 dólares que estaba sobre la mesa, en un automóvil gris último modelo.

De acuerdo con voceros de la investigación, estas personas fueron impecables en su engaño. “Estuvieron todo el tiempo tranquilos y tenían toda la situación planeada”, remarcaron los voceros.

Los pesquisas agregaron que la Policía trabaja sobre dos hipótesis: una se refiere a que los estafadores tenían datos precisos sobre los movimientos bancarios de la víctima, aunque la sospecha deja algunos interrogantes porque el hombre compró los billetes hace más de una semana.

La otra línea investigativa se centra en la idea de que estas personas llaman al azar a varias personas con el mismo cuento y de esa manera dan con alguien que realizó una transacción comercial de las características buscadas.

Con respecto a este tema, los uniformados buscan a otras víctimas de este mismo engaño para poder establecer más pistas que los lleven a atrapar a los ladrones.

El caso es investigado por el Juzgado Correccional 4ª junto con la comisaría 23ª y de la Brigada de Investigaciones.

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