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Luciana Jury: “Tengo la suerte de replicar en mi voz todo el tiempo que he vivido”

La destacada cantante, emergente de una familia de artistas donde aparece, entre otros, su tío Leonardo Favio, llega este viernes a Rosario para presentar en la Plataforma Lavardén “Canción urgente”, su flamante disco junto a Milagros Caliva


Los mundos que se abren en la escucha de la producción musical de Luciana Jury, que desde 2008 con Maldita huella lleva varios discos editados, son de una vastedad infrecuente. En principio, porque es una artista que, saludablemente, no se rige por los géneros sino que entiende a la música popular en un sentido amplio y sin prejuicios, lo que aporta aire, sustento real, no sólo a lo que graba sino a sus performances siempre disidentes, siempre innovadoras, siempre con alguna sorpresa desde su lógica de “la más rockera de las folcloristas argentinas”, tal como se identifica.

Con un incipiente conocimiento de su producción cuya popularidad empezó a crecer desde 2015 con la edición la majestuoso La Madrugada, que a la distancia se puede ver como una declaración de principios y de grandes encuentros, algo que un año antes (también en su disco debut) ya había sucedido en formato disco junto al inmanente Gabo Ferro con El veneno de los milagros, ese “amigo sabio” como Jury define al músico, poeta y perfomer que falleció en 2020, hay en este presente una nueva y valiosa juntada, esta vez con la joven y descollante bandoneonista Milagros Caliva con la que, luego de muchas coincidencias y diálogos formales e ideológicos pero sobre todo de vida, editó Material urgente, otro discazo, que las traerá a ambas este viernes 28 de julio para presentarse en el Gran Salón de la Plataforma Lavardén con entradas populares.

Material urgente es el resultado de un encuentro casual entre ambas “propiciado por el destino” que marcó un camino inesperado pero muy valioso. Tanto es así, que este cruce apasionado incrementó sus potencias y por eso fue imperioso crear entre las dos este nuevo corpus sonoro donde sutileza, intensidad, originalidad, acuerdo y belleza son lugares comunes a los diez cortes que integran un disco de música popular argentina, básicamente de tango y folclore, con una coloratura muy del presente, desde el bandoneón de Caliva y en la poderosa guitarra y voz de Jury.

Grabado el 6 de marzo pasado en Estudio NoMaDe (Caba), el material cuenta con guitarra y voz de Luciana Jury y el bandoneón de  Milagros Caliva, con la participación en guitarra de Pampi Torre, con Agustín Ronconi como técnico de grabación y mezcla junto a Pampi Torre, con masterización de Mario Breuer, producción artística de Luciana Jury y arte de tapa de Carla Vaccaro.

Que todo suceda

“La verdad es que en mi vida planifico muy poco; voy dejando que las cosas vayan sucediendo. Eso tiene sus riesgos, porque en un mundo en el que todo tiene que tener una organización, algo previsto, no sé si es la mejor de las formas, pero hasta ahora me ha dado muchos resultados porque siento que hay veces que el destino hace todo lo que uno no hace, que es organizar y que sucedan las cosas. También soy sincera: me cuesta mucho trabajar con banda, con otras músicas y músicos, porque me cuesta un montón tener que convencer a los demás que tenemos que ensayar o de que tenemos que juntarnos. Soy muy solitaria en ese sentido y siempre estoy necesitando que sea el otro el que tenga entusiasmo, proponga y movilice”, planteó Jury en el marco de una extensa charla con la mañana de Radio Nacional Rosario acerca de un disco que abre con una relectura de “Canción de lejos”, zamba clásica de  Tejada Gómez y Cesar Isella, para dar paso a otras  dos zambas, “Ay paloma” de Felix Dardo Palorma y “Carita morena” de Raúl Juárez y Quiroga; sumando luego una chaya, “La flor del jazmín” del Chango Rodríguez; el bello chamamé “El cielo del albañil” de  Tarragó Ros y Teresa Parodi, el vals “Tu olvido” de Vicente Spina, una apabullante versión del tango “Sur” de  Manzi y Troilo, las chacareras “La Mandinga” nuevamente del Chango Rodríguez  y “Negra chacarera” de Rubén Óscar Oyola, para cerrar con la canción “Libre solterito y sin nadie” de  Leopoldo Dante Tévez ( conocido popularmente como Leo Dan) y Dino Ramos.

 

En el mismo sentido, y sobre este encuentro con Milagros Caliva, evaluó: “Nos conocimos porque yo la había invitado para hacer un concierto que era mío, solista. Nos juntamos un día, yo fui con la guitarra obviamente para ensayar pero nunca tocamos ni una sola nota, nos pasamos todo el tiempo charlando de una circunstancia personal de ella de desamor que estaba viviendo y directamente no pudimos ni tocar, y yo terminé llorando con ella, fue todo muy loco. Acto seguido nos volvimos a juntar, se quedó a dormir en mi casa, nos fuimos de gira; sentía que tenía que protegerla y cuidarla en todo ese tiempo, y ella se dejó cuidar por mí. Y así, tras ese encuentro, en el transcurso de todas esas vivencias, surgió este disco: un material que más allá de cada corte está atravesado por el dolor, por el de ella y por el mío, porque yo había pasado antes por la misma situación y creía que ya había dado la vuelta de página, pero no fue así”.

Teñido en su sonoridad pero también en la elección de muchos de los clásicos que aparecen, el disco sostiene ese clima de nostalgia, de presencia en la ausencia y las infancias de ambas en contextos del conurbano bonaerense donde la música estuvo muy presente: “Pensé que algo teníamos que hacer con todo ese dolor y las cosas que no unían, y decidimos que fuera un disco. Milagros aprendió a tocar el bandoneón con su abuelo que tenía la misma edad que mi padre (Jorge Zuhair Jury,  escritor, guionista, director de cine y hermano de Leonardo Favio). Su abuelo fue su padre artístico como mi padre fue el mío, entonces también tenemos una información musical de la generación de esa gente que compartimos, del mismo modo que esa raíz del conurbano bonaerense en la que nos criamos ambas”.

Un mundo en una canción

Hay un mundo muy propio en cada construcción musical que Jury hace con los temas que recrea, como pasa con su versión de “Sur”, algo que reafirma con su trabajo junto a Caliva. “Por suerte eso es lo que siento que mejor hago en la vida; tengo la posibilidad de recrear un mundo propio adentro de una canción, esa es una marca distintiva. En este disco vuelvo a grabar «Canción de lejos» como lo hice en 2011 (en Canciones brotadas de mi raíz, su primer disco solista) pero yo era otra: recién había parido, estaba con una relación con el papá de mi hija; mi vida no era la de ahora, no era la misma voz y mi forma de interpretar canciones era otra. Sin entrar en detalles, sí puedo decir que tengo la suerte de replicar en mi voz todo el tiempo que he vivido”.

En ese sentido, en un tránsito en el que se convirtió casi sin buscarlo en la más rockera de las de las cantantes de música popular argentina planteó: “Eso es así y es muy maravilloso. Y este disco confirma eso; ya estaba grabado y se sumó en la mezcla Pampi Torre. Ella tiene un rasgueo increíble de taquirari y seguramente se sume a la presentación de Rosario. Como me pasa siempre, tampoco era algo que tenía planeado pero pasó y aparece para cerrar el disco con «Libre solterito y sin nadie». Para mí tiene una lógica pura de nuestro vínculo, de mi relación con ella, del acompañamiento que ella me hace en la vida como amiga, como sostén, es súper simbólico e importante para mí que Pampi esté. Y el show son estas canciones pero entre una y otra también hay un diálogo con Milagros para no correrle el cuerpo a todo lo que nos pasó y que le dio origen al disco”.

También en diálogo con la lógico de los encuentros, de las disidencias, de una ruptura de lo heteronormado que rige desde hace mucho tiempo en el arte y en los escenarios pero que en la Argentina estuvo acompañado por una política de Estado, y de la avanzada de la derecha del presente, la artista sostuvo: “Es muy complejo todo, y bueno, se supone que hay que ser realista y yo tengo mis desilusiones, igual está bien desilusionarse un poco, porque eso implica entrar en un terreno de la realidad de que el mundo de la política tiene su manera de desplegarse que muchas veces no tiene nada que ver con las ideologías y con las banderas que se levantan. Y yo puedo acompañar. Yo tengo una frase que no es muy esperanzadora, pero es muy realista y tampoco sé si es la más valiente, pero yo estoy del lado de que me maten más lento. Hoy por hoy, hay que decirlo, el movimiento peronista se está conduciendo a la derecha, claramente se está derechizando y aun así, cuando antes ni se me iba a ocurrir pensar que en algún momento iba a votar a Massa lo voy a votar, más allá de la PASO; lo veo como la única posibilidad ante el desastre de que gobierne un señor llamado Larreta o una señora llamada Bullrich, encima con ese apellido. Entonces voy por el que me mate más lento. Más allá de que yo pertenezco al movimiento peronista históricamente por mi familia, fui presa un poco de esos mandatos y yo quiero liberarme porque soy artista, porque la persona que está del lado de la expresión artística tiene que ser comprometida con la realidad, tiene que poner su postura, pero no tiene que atarse a ninguna doctrina, sobre todo cuando la han traicionado tantas veces”.

Finamente sobre Leonardo Favio, su tío y uno de los artistas más referenciales de la cultura argentina en un sentido amplio, y de la posibilidad de hacer un disco en su homenaje, evaluó: “No tengo la idea de un disco por ahora; siempre me convocan para un montón de escenarios en su honor, estuve en los homenajes por los diez años de su partida junto con amigos y amigas, artistas divinos que me acompañaron como Sofía Viola, Iván Noble o Dolores Solá. Ahí me saqué las ganas de homenajearlo. De todos modos pienso que en algún momento, más adelante, tal vez pueda hacerlo porque es una persona que amo, respeto y admiro profundamente”.

En el mismo sentido, también habló de Gabo Ferro, esa especie de amigo chamán que más allá de su inesperada partida siempre anda rondando: “Lo extraño mucho pero está muy presente en mí. Yo, a lo largo de este tiempo, ya he tenido mis pérdidas importantes, pero uno aprende a convivir con las faltas. Y esa falta empieza a tomar cuerpo, forma, presencia de mil maneras con lo cual no me siento abandonada. Siento que puedo dialogar con mi tío, puedo dialogar con Gabo, puedo dialogar con mis abuelos, se me aparecen en los sueños y me van contando cosas. Me ayudan, me acompañan. Igualmente con Gabo me pasa que me destroza su partida siendo tan joven,  eso me desencaja y hay veces que me da bronca y que lloro mucho. Cuando lo veo tan presente, tan vivo, tan ahí, en un video o en lo que sea, lo extraño. Extraño un WhatsApp con su voz, esas cosas. Pero por otro lado, cuando pongo bien la antena, sintonizo y lo encuentro, y está todo el tiempo y cada vez más en mí, y además trabajando. Gabo había llegado a un lugar de sabio, porque era alguien que no paraba de enseñarte cosas; de algún modo estoy laburando eso, con mi cuerpo, mi espíritu y mi mente, controlando mis impulsos, trabajando mucho en mí, que es lo que él mandaba hacer a su gente”.

Para agendar

Luciana Jury y Milagros Caliva presentarán en Rosario Material urgente este viernes 28 de julio, a las 21, en el Gran Salón Plataforma Lavardén (Mendoza 1085). Las entradas anticipadas:  https://entradaslavarden.com/detalle/Luciana-Jury-y-Milagros-Caliva/ . Luego de la fecha en Rosario actuarán el sábado 29 en El Centro Cultural Graciela Carena de Córdoba, y el domingo 30 en el Club Social y Deportivo Agua de Oro, también de Córdoba.

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