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Cárceles

“Los propósitos de la cárcel se han reducido al encierro”

Lo dijo el Procurador Penitenciario Nacional, y consideró que la “reinserción” es “un desastre”. Más de la mitad de la población penitenciaria no tiene condena. Para Mugnolo, son “presos inocentes”.


El Procurador Penitenciario Nacional, Francisco Mugnolo, aseguró que “la reinserción” de los presos en la sociedad “es un desastre” y pidió celeridad en los procesos judiciales, tras la publicación de un informe oficial que reveló que más de la mitad de la población penitenciaria no tiene condena firme, que en todo 2014 hubo cerca de 4000 presos heridos en peleas con otros internos o con guardias y que el 74 por ciento de los detenidos no tiene estudios superiores a la primaria.

“La reinserción de la gente de la cárcel es un desastre. Los propósitos de la cárcel se han reducido al encierro”, consideró Mugnolo en declaraciones a Telam, ante los datos oficiales acerca de la violencia, educación, situación procesal y sobrepoblación, entre otros.

“El tipo sale de la cárcel sale con una mano atrás y otra adelante”, aseguró el procurador tras conocer los datos del informe anual del Sistema Nacional de Estadísticas sobre la Ejecución de la Pena (SNEEP), presentado hace una semana por la Dirección Nacional de Política Crimina y Legislación Penal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en la página web del organismo.

“Es un hecho positivo que se haga pública (la estadística), que la gente sepa”, dijo Mugnolo aunque manifestó que, en su opinión, el informe que recaba datos correspondientes al censo carcelario realizado en 2014 presenta “mucha cifra cuantitativa y falta profundizar cualitativamente”.

Mugnolo, cuya función es velar por los derechos de las personas sometidas al encierro carcelario en el ámbito federal, aseguró que uno de los aspectos del SNEEP con el que mantiene “algunas diferencias” es el que tiene que ver con la violencia intramuros. Es que si bien el censo dio cuenta de que de los 68.407 internos en todos los sistemas penitenciarios federal y provinciales de Argentina en 2014 un total de 3.989 presos reconocieron haber sufrido lesiones a manos de otros presos o de guardiacárceles, el procurador penitenciario dijo que son “seis o siete veces más”.

“En los hechos de violencia que se registran dentro de la cárcel ellos dicen que son alrededor de cien (el informe detectó 130 lesionados por agentes en el Servicio Penitenciario Federal) y nosotros tenemos setecientos. La fuente de la estadística de ellos es una fuerza nacional, nosotros tenemos lo que nos dicen los presos porque vamos todas las semanas”, explicó Mugnolo.

Otro de los datos surgidos del SNEEP da cuenta de que en 2014 más de la mitad de los presos de Argentina, un total de 34.613 personas, estaban procesados sin condena.

“Una persona que tiene un proceso judicial de a veces cuatro o cinco años, de apelaciones y otras circunstancias, es un preso inocente”, dijo Mugnolo, quien consideró este hecho como “una cosa muy grave porque existe la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, y lo peor es que los presos lo tienen naturalizado.”

El Procurador Penitenciario Nacional también hizo referencia al bajo nivel educativo alcanzado por los presos de las cárceles argentinas: según el SNEEP el 74% no tiene estudios de ningún tipo o alcanzó la educación primaria – la cifra asciende a 91% de los presos si se suman aquellos que comenzaron estudios secundarios pero no terminaron.

“Es una cifra muy indicativa, no sólo les falta educación, les falta todo. En la cárcel sólo están los pobres, ahí hay todo tipo de carencias, no sólo las educativas, que son las que vienen del exterior”, dijo Mugnolo, quien entiende que para que exista un “readaptación” de los presos de Argentina hay que “reforzar” los cursos de estudios y talleres laborales dictados en las cárceles.

“Una de las cosas que compensan los presos es salir a estudiar. Hay que reforzar los proyectos educativos, que son discontinuos porque muchos están presos por pocos años, entonces interrumpen el proceso”, dijo el funcionario, y añadió que de acuerdo con datos de la Procuración Penitenciaria “la tasa de reincidencia en el SPF es bajísima” entre quienes siguen estudios en la cárcel.

Otro de los problemas que devela el SNEEP 2014 es el referido a la capacidad edilicia de algunos sistemas penitenciarios excedida por la necesidad de alojar a una gran cantidad de presos.

“En la provincia de Buenos Aires, y no es la última información, hay superpoblación. Hay una cifra ciega de lo que no aparece”, dijo Mugnolo respecto a que el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) cuenta con 30.571 presos alojados cuando la capacidad máxima de sus cárceles suma 27.618 plazas.

Al observar los guarismos del SPB, todos los elementos antes mencionados muestran situaciones más graves: 54 por ciento de presos sin condena, 79,5 no estudiaron más allá de la primaria, cerca de la mitad no participaba al momento del informe de ningún programa educativo en la cárcel.

En los últimos días de diciembre de 2015, y en medio de la crisis por la fuga del penal de General Alvear de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez, los hermanos Christian y Martín Lanatta y Víctor Schillaci, el ministro de Justicia bonaerense Carlos Alberto Mahiques nombró al frente del SPB a Fernando Díaz.

Consultados por esta agencia por el escenario con el que se encontró la nueva gestión, voceros manifestaron a Télam que Mahiques y Díaz entendían que “es momento de gestión y no de hablar”.

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