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Recuento oficial

Los incendios en bosques y humedales arrasaron con más de un millón de hectáreas este año

Es el cálculo del Servicio Nacional de Manejo del Fuego. Equivale a más de cinco mil veces el área de Rosario. Las provincias más afectadas son Córdoba y Entre Ríos, donde continúa la depredación de los humedales del Delta del Paraná


Incendios en humedales del Paraná. Foto: Facebook de PabloLosAliadoS.

Un millón de hectáreas es una superficie grande: 5.617 veces el área de la ciudad de Rosario. Y es la extensión de bosques nativos y humedales con su flora y fauna arrasados por los incendios forestales reportados en 2020 en la Argentina. El 95 por ciento de esos siniestros de consecuencias aún no evaluadas fueron iniciados por la acción humana. La sequía prolongada que sufre el país los potenció, pero la naturaleza no es la responsable.

“Hubo un máximo de 14 provincias con incendios en simultáneo y se quemaron más de un millón de hectáreas. Hubo una sequía prolongada y el efecto que produce La Niña, que eleva las temperatura y hace que los períodos de lluvia sean menos frecuentes, hizo que más cantidad de masa boscosa o pastizales se secaran con mayor rapidez y en más superficie”, resumió Alberto Seufferheld, director del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF).

La superficie estimada afectada por incendios reportados entre el 1 de enero y el 15 de diciembre fue de 1.080.846,98 hectáreas en todo el país. Y esto, contando sólo los siniestros denunciados, registrados y mensurados.

Las provincias más comprometidas fueron Córdoba y Entre Ríos. En esta última, hubo un ecocidio con las quemas de pastizales, inicialmente, que derivó en una continuidad de avance de las llamas sobre vegetación autóctona y la puesta en jaque de un reservorios de biodiversidad que está reconocido internacionalmente: el Delta del Paraná, prestador de servicios ambientales como la morigeración de crecientes y bajantes del río, purificador de aguas y atemperador de extremos climáticos. Él único distrito a salvo de los desastres fue San Juan.

Provincia por provincia, según cifras oficiales 

Buenos Aires: 1.104 hectáreas

Catamarca: 31.219

Chaco: 85.000

Chubut: 6,263

Córdoba: 326.800

Corrientes: 7.876

Entre Ríos: 309.460 (humedales del Delta del Paraná)

Formosa: 20.459

Jujuy: 37.240

La Pampa: 5.695

La Rioja: 2.396

Mendoza: 13.908

Misiones: 1.731

Neuquén: 15.540

Río Negro: 36.357

Salta: 71.869

San Luis: 47.642

Santa Cruz: 302

Santa Fe: 19.058

Santiago del Estero: 29.532

Tierra del Fuego: 0,5

Tucumán: 11.389.

“En condiciones normales, también hay un porcentaje alto de afectación por el hombre, pero en condiciones húmedas no hay grandes superficies de fuego. Con las condiciones extremas que tuvimos, que estuvieron por encima de los márgenes históricos de temperatura y sequedad, se complicó”, explicó Seufferheld la magnitud del problema.

Según el SNMF, hay causas naturales que producen el fuego. Una de las más comunes es la caída de rayos producidos por tormentas eléctricas.

No obstante, el 95 % de los incendios son por causas antrópicas, es decir por la acción humana y negligencia, como fogones mal apagados o fuegos intencionales para deforestar y ganar así superficie agrícola o preparar el terreno para negocios inmobiliarios.

“Los motivos del fuego dependen del lugar. En el Norte mucho tuvo que ver con el uso de la quema para sacar la caña en la cosecha y los rastrojos. En algunos lugares por necesidad de mejoramiento de pastura. En el Delta del Paraná fue para el ganado. Y después tuvo que ver con negligencias, como ahora en la Patagonia que se dio por la quema de residuos forestales sin cuidados”, aclaró el director del SNMF.

Ecocidio para todos, negocio para unos pocos

Desde las organizaciones socioambientales se advirtió sobre los efectos del cambio climático en los incendios y se hizo un llamamiento a rever el modelo productivo por las quemas intencionales para el agro.

“Fue una de las peores temporadas de incendios en décadas. El avance de la crisis climática y ecológica, con todo lo que eso implica en el aumento de temperatura y cambios más bruscos del clima, produjo que los ecosistemas vean perjudicada su resiliencia, ya que se alteran los equilibrios de los bosques, humedales o selvas que son muy frágiles”, aseguró Eyal Weintraub, integrante de Jóvenes Por el Clima.

“Estamos en una crisis económica gigantesca y se está buscando apoyarse en la agroindustria y la exportación de materias primas para poder generar las divisas para levantar la economía. Apoyarse en el modelo agroexportador significa aumentar la cantidad de hectáreas de soja o ganadería y ser menos rigurosos con el campo”, alertó sobre las quemas.

Weintraub valoró como “positiva” la sanción de la Ley de Fuego, que impide realizar actividad agrícola, emprendimientos inmobiliarios o cualquier otro tipo de actividad que sea distinta al uso y destino que la superficie tenía al momento de iniciarse el fuego.

“No soluciona integralmente el problema pero fue un avance. La política nunca ha logrado responder o incorporar los reclamos ambientales, avanza poco a poco pero por la urgencia de la crisis climática”, afirmó el activista, quien advirtió que “no sabemos cuántas hectáreas se van a quemar el año que viene y con esta tendencia va a la alza”.

En tanto, Seufferheld opinó que “hay que cambiar la cultura, el uso del fuego como herramienta tiene que tener cierta formación. Eso arranca desde lo local, pensar qué hacer con los depósitos de los residuos forestales y evitar los accidentes”.

Ley de humedales, otra vez en espera

“Que este año no hayamos logrado ni siquiera una media sanción de la Ley de Humedales es una decepción, teniendo en cuenta que fue el año que más pegaron los incendios. Tenemos que invertir más en políticas de adaptación al cambio climático que preparen a nuestros territorios urbanos y rurales”, concluyó el integrante de Jóvenes Por El Clima.

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