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Los dólares y la furia verde

Por Guillermo Griecco.- En el agite cambiario de las últimas semanas se impone una pauta cultural por sobre lo racional, ya que la moneda estadounidense aparece como una pésima inversión con respecto a otras colocaciones, ya sea plazo fijo o bonos.


La furia verde por el “cepo al dólar” se coló entre los fríos reclamos de los caceroleros, que con todo derecho expresan su bronca contra un gobierno que toma medidas económicas respaldado en el acompañamiento del 54 por ciento de la población. De todos modos, entre los ávidos de divisas como refugio de ahorro se impone una pauta cultural muy arraigada por sobre la cuestión racional.

El agite cambiario de las últimas semanas protagonizado por grandes compradores tiene un leve efecto sobre la marcha de la economía, apuntalada en el desendeudamiento y las reservas del Banco Central, aunque la amplificación mediática del tema genera incertidumbre y provoca que más argentinos se inclinen por el dólar como supuesto resguardo.

“En este caso no hay un componente racional, ya que desde este punto de vista volcarse al dólar es una pésima inversión”, indicó Diego Añaños, docente de Ciencias Políticas de la Universidad de Rosario y analista económico.

“Hay cálculos hechos sobre la evolución de las colocaciones posibles del dinero (en dólares, bonos o plazo fijo), y el que ahorró en dólares desde 2003 y hoy lo pudiera vender, supongamos a 6,10 pesos, perdió dinero con relación a otras colocaciones”, sostuvo Añaños en declaraciones a Radio Universidad.

El docente resaltó que “hay que tener en cuenta que los medios de transmisión de este tipo de histeria colectiva buscan algún argumento que pueda penetrar dentro de las capas asustadas”. No obstante, acotó: “El gobierno ha tenido una estrategia de no comunicación en este tema y por eso aparecen declaraciones bestiales como las de Aníbal Fernández”.

Para Añaños, en la materia dólar prevalece una idea de derechos y libertades individuales. “Pero cuando uno forma parte de una sociedad, hay un pacto común donde los derechos individuales quedan subordinados a un interés superior”, dijo.

“Es cierto que 2012 es un año con restricciones en el mercado cambiario. Hay que pagar en agosto una deuda amarga fruto de la famosa frase «el que depositó dólares recibirá dólares». La segunda restricción tiene que ver con que el mundo está en una crisis severa”, añadió.

Añaños cree que las medidas oficiales en torno del dólar son parte de una medida macro de protección al mercado interno frente a un mundo que tambalea. “No podemos darnos lujos en medio de la crisis internacional. El pueblo argentino puede tolerar no comprar dólares. Hay pretensiones de ciertos sectores que son difíciles de conformar”, consideró.

En los últimos días se conocieron dos proyectos que impulsan la desdolarización de las operaciones inmobiliarias: uno del diputado Edgardo Depetri y otro del senador Jaime Linares.

Al respecto, Añaños indicó: “No sé si podría prohibirse las transacciones inmobiliarias en dólares. Lo que se puede hacer es gravar de manera progresiva la posesión de varias viviendas para lograr un sistema más equitativo”.

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