Bianca Ossola
Se aprobó este jueves un proyecto que busca hacer de los clubes espacios más igualitarios para quienes lo habitan: se modificó la ordenanza para que las instituciones deportivas que soliciten beneficios o subsidios a la Municipalidad garanticen la plena participación en la vida comunitaria, política e institucional a mujeres y disidencias. Es una determinación histórica para las entidades locales y, por ejemplo, clubes como Jockey, Yacht y Rosarino de Pelota no podrán recibir dinero del Estado municipal si no cambian sus estatutos en dos años.
El proyecto fue presentado por primera vez en 2016 por la edila de Ciudad Futura Caren Tepp, pero en su momento recibió negativas y quienes lo impulsaban no lograron que fuera tratado. Este año, el acompañamiento clave de las personas que habitan los clubes terminó siendo fundamental para que el Estado entablara un diálogo necesario para empezar a transformar, con políticas públicas, las realidades de las instituciones deportivas.
Las modificaciones propuestas por la comisión de Feminismos y Disidencias del Concejo, integrada por las concejalas Caren Tepp, María Luz Olazagoitía, Norma López, María Fernanda Gigliani, Lorena Carbajal, Susana Rueda, Daniela León y Marina Magnani, buscan garantizar la participación plena en la vida comunitaria, política e institucional a mujeres y disidencias en los clubes.
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Entre los expedientes que obtuvieron acuerdo se otorgó despacho a la propuesta de modificación de la ordenanza N°8340 que establece que los clubes solicitantes de beneficios o subsidios a la Municipalidad deben “garantizar la plena participación en la vida comunitaria, política e institucional a mujeres y personas LGBTIQ+ quedando excluidos de esta posibilidad los clubes que en sus estatutos y normas de funcionamiento interno contengan o establezcan condiciones y/o actos de discriminación que restrinjan, impidan o dificulten la plena participación de las mujeres y personas LGBTIQ+”.
Además, establece obligaciones para que los clubes hagan público su estatuto en el Registro de Entidades Deportivas y Recreativas, incluyendo su personería jurídica, realización de asambleas, normas de funcionamiento interno, nómina y datos personales completos de los miembros de la Comisión Directiva registrada.
Y fija un plazo de dos años de la entrada de vigencia de la presente ordenanza para que los clubes realicen las adecuaciones de sus estatutos o normas de funcionamiento interno.
“Entendiendo que los clubes son lugares privilegiados para la socialización, construcción de identidades comunes y para el encuentro, pero que, a su vez, hoy en día existen algunos de nuestra ciudad en los que las mujeres ven impedido su derecho a ser socias plenas y/o a participar en igualdad de condiciones, este proyecto trata de ser una herramienta para que las entidades que no garanticen el acceso igualitario a todas las personas a la participación social, política e institucional, queden exentas de los beneficios diseñados por el Estado Municipal, por llevar adelante prácticas discriminatorias que el estado de ningún modo puede convalidar, estimular o promover”, explicaron desde Ciudad Futura.
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El proyecto aprobado es producto de las profundas transformaciones impulsadas desde el movimiento feminista y de las disidencias en general, y en particular de las mujeres y personas LGTBIQ+ de distintos clubes, “que ponen sobre la mesa las desigualdades, violencias y actos de discriminación que aún hoy se sufren dentro de la vida social, política y comunitaria de los clubes, se organizan y promueven acciones concretas para que esta realidad se transforme”, describieron.
“Estamos convencidas que garantizando la participación plena de las mujeres y disidencias en la vida institucional de los clubes, se va a poder avanzar más rápidamente en la construcción de clubes más igualitarios, democráticos y libres de violencias”, afirmó Tepp.
Si bien desde el Estado municipal no se puede incidir directamente en la inspección y fiscalización de los estatutos de los clubes de la ciudad, sí se pueden realizar acciones concretas que tiendan a desalentar la continuidad de estas prácticas sistemáticas de discriminación por motivos de género e impulsen procesos internos en los clubes e instituciones deportivas de la ciudad que tiendan a acompañar las transformaciones sociales y culturales.
Por eso, en un decreto complementario se encomienda al Ejecutivo ante los organismos de Inspección dependientes de Fiscalía de Estado para encarar un proceso que dé cuenta de estatutos, reglamentos y documentos internos de las instituciones deportivas de Rosario.
“Estamos hablando que en pleno Siglo SXXI hay clubes en donde una mujer solo puede ser socia en la medida que sea «la mujer de» o «la hija de», a casi 70 años de haber consagrado el voto femenino en nuestro país hay mujeres que pueden votar para decidir quién quiere que presida el país pero le es impedido elegir a las autoridades del club al que pertenece, estamos hablando de clubes que niegan una, dos, tres y las veces que sean necesarias la conformaciones de subcomisiones de género y diversidad en el funcionamiento de sus instituciones”, cerró Tepp en referencia al Jockey Club, Yacht Club y el Club Rosarino de Pelota.
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