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Los 75 años de la escuela que educó a señoritas

Por: Paola Cándido. Fue pionera en brindar bachiller a las mujeres, cuando sólo había espacio para los varones.

La escuela de Enseñanza Media Nº 432, Bernardino Rivadavia, ex Liceo de Señoritas, cumplió 75 años y lo festejó a lo grande. Ni con bombos ni con platillos, sino con una gran murga formada por los propios alumnos. “La tradición de la escuela fue de pertenencia, hoy siguen pasando por la institución las generaciones, ex alumnos, profesoras jubiladas”, explica la actual directora, Sandra Bembo. Ella llegó a la escuela en 2006, después de un concurso pero rápidamente se informó sobre todos los detalles de la escuela, incluso sobre su historia. En diálogo con El Ciudadano cuenta que fue creada en 1936, pero en esa fecha funcionaba en el mismo espacio que el Nacional Nº 1, en 9 de julio 80 y allí comenzó a crecer, educando sólo a señoritas. En 1945, la escuela se trasladó a bulevar Oroño 1145, donde se encuentra en la actualidad y trabajó con mujeres hasta 1995, donde se hizo mixta.

La fundadora de la escuela fue Luisa Josefina Benítez, cuyo hermano fue ministro de Educación del gobierno de Edelmiro J. Farell, y luego siguió acompañando como parte del gabinete los distintos gobiernos de Juan Domingo Perón. Luisa Josefina fue quien decidió colocar el nombre de Bernardino Rivadavia a la escuela. En ese momento, en los colegios nacionales sólo concurrían varones

En la actualidad, la institución funciona en dos edificios, la parte antigua que es la de adelante y la nueva que está atrás, debido a la gran demanda de estudiantes. En total hay 15 divisiones en el turno mañana y 15 en el turno tarde, 3 por curso. Una población escolar de 700 alumnos de 1º año a 5º.

“La casona era de la familia Recaño, muy adinerada, y la vendieron en el siglo XIX. Con las siguientes sucesiones, los que se quedaron con la casa por motivos familiares y personales, la vendieron al Ministerio de Educación, que a su vez la donó para el Liceo de Señoritas”, recuerda Bembo.

“El desafío que tenemos los que llegamos, es conservar esta historia de la escuela, la calidez, las tradiciones, apuntar a ampliar la inclusión social y tratamos que los chicos hagan actividades extracurriculares, pero que tengan un compromiso social”, agregó la directora.

Pasado y Presente

Es por eso que la escuela es mucho más que un secundario. En la actualidad, el Ministerio de Educación lleva adelante un proyecto de ensambles instrumentales que se llama “Ritmo y Movimiento”, donde los alumnos trabajan junto con los profesores de música.

Los chicos también pueden acceder a otros proyectos, como “Educación Sexual Integral”, y junto con la Municipalidad de Rosario, también cuentan con talleres de “Procreación Responsable”, donde los chicos participan de las actividades y las promueven. “Por ejemplo, hicieron una volanteada y estuvieron en la esquina de los semáforos entregando preservativos con un folleto explicativo, o sea, alumnos que son promotores de educación sexual”, destaca Bembo.

“En general trabajan los chicos de 4º y 5º año, pero se están incluyendo a los más chicos porque la sexualidad atraviesa mensajes no violentos y van a venir de Buenos Aires para hacer un video en la escuela por cómo se está trabajando ésta temática”, aseveró Bembo.

Otra de las iniciativas tiene que ver con la Educación Vial, donde se incentiva el trabajo en el aula para que sea mejorado y atravesado por un trabajo extracurricular. “Por ejemplo, promocionaron un libro por una sonrisa, donde recolectaron libros y los llevaron al Hogar del Huérfano para el Día del Niño”, recuerda la directora.

“La idea es continuar con los valores de la escuela, en el diálogo, la tolerancia, promovemos eso, hay centros de estudiantes que se reúnen todas las semanas. Nosotros les prestamos un aula y además tenemos tutorías académicas, tutores en todos los cursos. Los tutores hacen el puente entre los alumnos, los profesores y los directivos donde plantean sus demandas y rige desde 1979, lo cual fortaleció el tema del diálogo”, señaló la docente.

“Mientras lo disfrute voy a estar en la escuela, con sus problemas. Nosotros promovemos otros valores y no el dinero en sí como un fin, sino como un medio y soy feliz haciendo esto. La vida pasa por otros lugares y otras sensaciones que tienen que ver con que un ex alumno te salude, te agradezca; que por Facebook te manden mensajes de saludos y uno se emociona con ese tipo de cosas, te enaltece el alma”, expresó.

Bembo agregó: “Se está tratando mucho la pedagogía del afecto, es tratar de ver cómo acceder a ese alumno que tiene otras vivencias y que está muy lejos de las nuestras porque, generacionalmente es muy difícil de cómo ellos viven a cómo vivimos nosotros y a partir de saber cuáles son sus inquietudes y ponerle mucha pasión, los chicos te lo reconocen, pero es una tarea diaria. Hay chicos que vienen mal alimentados, con situaciones familiares muy difíciles, violencia, abusos; hay proyectos desde la Municipalidad y la provincia para poder hacerse cargo de estas cuestiones y esto hace que la escuela, a veces, no puedo cumplir con el rol formador porque tiene que estar ocupando otros roles. Nos damos cuenta de ciertas situaciones porque cuando uno ve a un chico retraído, silencioso tratamos de observarlo y con los talleres que se hacen de educación sexual, han salido casos. Hay cosas que un padre, una madre, un tío o un primo, tienen que acompañar, alguien que se haga responsable porque el chico es menor”.

“Para el 75 aniversario, usamos una frase de Eduardo Galeano: «Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan, ése lugar es mañana», y en este momento, la escuela está en un momento de transición entre el ayer y el hoy”, finalizó Bembo.

Las más famosas

Graciela Grondona de Vitetti, ingresó a la escuela en 1976 como profesora de Ciencias Naturales. En 1996 festejó los 60 años del centro educativo, cuando comenzaba con la Dirección del mismo y llegó a los 42 años de docencia, junto con su jubilación.

Grondona sostuvo: “Tenemos destacadas mujeres profesionales, como la Doctora Elda Turner, dueña del laboratorio Turner, y Alma Maritano, por ejemplo. Lo importante es que las generaciones sigan acercándose a la escuela, aportando desde su calidez. Es una escuela que siempre tuvo calidez. Hay muchas anécdotas en esa reja verde, de personas importantes de Rosario que iban al Superior de Comercio, a la Dante, y todos se acuerdan de las chicas del Liceo Rivadavia, parece que la reja dejaba pasar algunos amores”.

“El tercer sábado de noviembre, cada año, es el día del ex alumno, para nosotros que somos docentes que nos destinen la educación de los hijos, los padres, es lo más grande que puede darte alguien y es un orgullo”, afirmó la ex directora.

Grondona resaltó: “Esta escuela siempre fue de puertas afuera, salidora a la comunidad. Somos miembros de Life Link Internacional, que es una institución internacional que nuclea a las escuelas del mundo y el que quiere, se adhiere. El lema es «Cuidado de mí mismo, cuidado de los otros y cuidado de la naturaleza» y nuestros chicos viajaron dos veces a defender sus proyectos, en inglés, los trabajos a Rusia y a Estocolmo. Y en 2008, se hizo por primera vez en Latinoamérica y acá vinieron”.

“No se puede descuidar la educación en la parte formativa porque son chicos del siglo XXI, ahora ponés un dedo en la computadora y se te abre el panorama de lo que podés saber y nosotras no estuvimos formadas en el siglo XXI, es un gran desafío. Hasta hace un tiempo se podía dar clases de lo que uno había recibido, pero ahora no. “En este momento es un desafío para nosotros, para los chicos y para los padres que están criando otro tipo de chicos. Lo que les deseo a mis colegas es plasticidad neuronal, que puedan tener la capacidad de entender que hace 15 años hicimos un ballet en el teatro El Círculo y parecía el lago de los cisnes, y hoy en día estoy disfrutando una murga, y disfruto las dos cosas”, apuntó la ex directora.

Grondona finalizó: “Enseñar al otro a escuchar, a ver qué demanda uno y el otro, no es fácil. Los chicos que concurren a esta escuela son satelitales, ninguno es de Corrientes y Córdoba, todos de zona oeste, pero si ellos viven una realidad, la escuela les muestra cómo salir adelante y ver hasta dónde llegan”.

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