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acuerdo con el pro

Lobby sojero: el oficialismo dio marcha atrás y se cayó la prohibición del glifosato

El Frente Progresista acordó con el PRO dar marcha atrás con el proyecto que suspendía en la ciudad el uso del herbicida.


Al final, el papelón también involucró al oficialismo. Dos semanas después de haber prohibido en Rosario la utilización del glifosato, el Concejo Municipal dio marcha atrás con esa decisión. Fue el jueves a último término tras una larga sesión y horas después de que representantes de entidades agropecuarias acudieran al Palacio Vasallo a pedir la modificación de la norma. Los primeros en volver sus pasos habían sido los ediles del PRO, quienes plantearon que fue un “error” suspender el uso del herbicida. El acuerdo se terminó tejiendo con el Frente Progresistas, cuyos legisladores también se arrepintieron de lo avalado con anterioridad.

La polémica por el glifosato se coló sobre el final de la sesión del jueves y terminó generando que el cuerpo volviera sobre sus pasos. De la prohibición se pasó ahora al “cumplimiento de un protocolo” para poder utilizarlo. Así quedó plasmado en un proyecto que busca modificar la ordenanza votada hace dos semanas y que se tratará el martes en la comisión de Ecología.

La intención es que llegue el jueves que viene al recinto, cuando se realice la última sesión ordinaria de la actual conformación del Concejo.

El proyecto se redactó anteayer mismo, y rápidamente fue ingresado para habilitar su tratamiento la semana próxima. Tan veloz fue el trámite, que hasta hubo ediles del PRO y el Frente Progresista que ya se habían retirado del Concejo y recibieron llamadas a sus celulares para que regresaran y facultaran el ingreso formal del expediente, algo que reglamentariamente se establece los días de sesión.

La vuelta atrás marcó una situación insólita, y sugestiva. La prohibición había sido votada hace dos semanas por unanimidad. Pero este jueves todo cambió luego de que voceros de tres entidades agropecuarias se presentaran al mediodía en la reunión de Labor Parlamentaria para decirles a los ediles que “les faltaba información” y que la ordenanza debía ser revisada.

El lobby feroz

Según Pedro Vigneau (de Aapresid), Rodolfo Rossi (Acsoja) y directivos de la Bolsa de Comercio, la norma que se intentaba imponer va en contra de la historia y el presente económico de la ciudad, asociada “en todo el mundo” con la actividad agropecuaria, y que sobre todo “carece de rigor científico”.

Tras el cónclave, el edil del PRO Gabriel Chumpitaz fue el primero en entregar llamativas definiciones.

Dijo que votar la prohibición había sido un error. “Reconocemos que votamos a favor de manera equivocada. No le dimos la importancia que merecía el tema. Se estaban discutiendo otras cosas al mismo tiempo y pasó. Fue un error de todo el Concejo. Siempre hay un momento para corregir”, señaló el edil a El Ciudadano apenas entrada la tarde del jueves.

A esa hora el oficialismo todavía no había cambiado de postura. De hecho, el concejal socialista Horacio Ghirardi le comentó a este medio que la suspensión del glifosato era una medida preventiva que no afectaba grandes extensiones de siembra. “La iniciativa apunta a huertas comunitarias y a parques y paseos. Fein va a sostenerla porque está convencida de querer una ciudad con un ecosistema en el que nadie corra riesgos de salud”, agregó.

El edil oficialista quedó pedaleando en el aire. Es que finalmente el Frente Progresista también volvió atrás y terminó acordando con el PRO sobre el cierre del mismo día el proyecto que tumbará la prohibición del herbicida.

Justamente, la nueva iniciativa modifica la anterior encomendando el uso del glifosato a la puesta en práctica de un “protocolo” que será redactado por la Secretaría de Ambiente y Espacio Público del municipio.

El texto también pide a esa repartición “implementar acciones de promoción de las buenas prácticas de los herbicidas, con miras a un uso eficiente, seguro y tendiente a disminuir su uso”. Para lograrlo, le sugiere “coordinar actividades con universidades, instituciones, reparticiones y organizaciones de la sociedad civil relacionadas con la agroindustria, que considere necesario”.

Una noche caliente

Tras lo ocurrido el jueves, los concejales de Ciudad Futura y del justicialismo mostraron su indignación y acusaron al PRO y al Socialismo de cerrar filas a favor del agronegocio.

Para el peronista Osvaldo Miatello, autor de la iniciativa que prohibía la aplicación del herbicida junto a “Pitu” Salinas, fue un “absurdo el nuevo proyecto presentado, y escrito a birome a las apuradas”.

Además de los concejales del Frente Progresista y del PRO se sumaron a la decisión de ingresar la nueva iniciativa el concejal radical Jorge Boasso y el peronista Diego Giuliano, entre otros.

En tanto, Caren Tepp, de Ciudad Futura, fue quien cargó duro sobre el final de la sesión contra los ediles que cambiaron de opinión.

La legisladora les reprochó con vehemencia esa vuelta atrás.