Edición Impresa

La transición

Lifschitz buscó serenar a gremios

Ratificó que habrá cambios en Aguas y EPE pero con consenso de obreros.


“No vamos a hacer cambios intempestivos ni improvisados”. Con esas palabras, el gobernador electo Miguel Lifschitz busca llevar tranquilidad a los trabajadores de las empresas de servicios públicos y, en particular, al Sindicato de Obras Sanitarias, que esta semana se declaró en estado de alerta y movilización luego de que el futuro mandatario deslizara su idea de integrar a los municipios en la gestión de la empresa estatal Aguas Santafesinas SA (Assa).

Lifschitz insistió en la necesidad de modernizar las empresas públicas de servicios (EPE y Assa), pero aclaró que “cualquier cambio se tiene que hacer con consenso de los trabajadores, en un marco de diálogo”. Así, el mandatario electo, que asumirá en diciembre al frente de la Casa Gris, envió un mensaje de tranquilidad a los gremios Luz y Fuerza y Obras Sanitarias.

No obstante, el ex intendente y actual senador provincial dejó en claro que propiciará modificaciones en la EPE y en Assa para mejorar la relación con los clientes. “Las dos empresas tienen que mejorar en su relación con los usuarios y en la calidad de los servicios. Tiene que haber un control por parte de los usuarios”, sostuvo.

El gobernador electo destacó la gestión actual de las empresas y remarcó que Aguas estuvo privatizada hasta 2006 y la EPE estuvo al borde de la privatización. “En los últimos años hubo una firma voluntad en recuperarla como empresas del Estado y me parece que ahora viene otra etapa, donde hay que repensar las estructuras de funcionamiento y ver cómo podemos modernizarlas y cómo le damos mayor participación, en la gestión, a los municipios”, señaló.

“Si bien son casos distintos”, siguió Lifschitz, “las dos son empresas que no generan satisfacción en el usuario. Hay muchas quejas y reclamos, a pesar de que las dos empresas han invertido mucho en estos años. Hay cosas que se están haciendo muy bien: hay inversiones importantes y hay una respuesta en términos de obras, pero hace falta un diálogo distinto con la sociedad civil, con los usuarios y con las empresas”.

Entre la Cámara y la Casa Gris

Lifschitz se reunió ayer en el Senado con sus pares de la UCR, la mayoría reelegidos en sus departamentos para un nuevo período. “Conversamos sobre temas de la Cámara”, dijo el socialista, quien seguirá en su banca hasta diciembre. En diálogo con la prensa, comentó que completará su mandato y que “en los ratos libres” trabajará junto a sus colaboradores para delinear sus principales líneas de gobierno.

Entre tanto, también acompañará a los candidatos del Frente Progresista en la campaña nacional, donde Hermes Binner se postula como senador y el actual senador provincial Hugo Marcucci, de la UCR, como primer diputado provincial en una lista de la que también participa el socialismo y los otros partidos del frente. “Tenemos que hacer aún una evaluación del proceso electoral (del 14 de junio) y prepararnos para la campaña nacional”, dijo Lifschitz.

Sin “grandes cambios”

En cuanto a su próxima gestión como gobernador, adelantó que respetará la actual estructura del “en líneas generales” y agregó: “No creo que sea indispensable hacer grandes modificaciones, no tengo previstos grandes cambios”.

A fines de julio, Lifschitz comenzará a conversar son los otros partidos del Frente Progresista sobre la conformación del gabinete, que prevé más plural que el actual.

“Tenemos varios meses hasta diciembre. No queremos apresurar los tiempos. Hay un gobierno que está en funciones y un equipo que va a seguir hasta el 10 de diciembre; no es bueno estar haciendo nombres en el medio de una gestión que tiene bastante meses por delante”, dijo.

Por último, el mandatario electo resaltó que su relación con los senadores (“de amistad, pese a las diferencias políticas”) garantizará la gobernabilidad durante los próximos cuatro años, en los cuales el Frente Progresista será mayoría en la Cámara de Diputados y el PJ en el Senado.

Comentarios