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Le tomarán un examen clave a España

El gobierno de Mariano Rajoy debe presentar los Presupuestos Generales para este año.

No han sido muy afortunadas las afirmaciones de varios dirigentes europeos de que “lo peor de la crisis europea ya pasó”. España sigue en el ojo del huracán como consecuencia de la presentación, hoy, de los Presupuestos Generales para 2012. Si la propuesta del gobierno de Mariano Rajoy no es convincente, los mercados se lo harán saber el próximo lunes.

El retraso en la presentación de los presupuestos ha provocado que el escepticismo y las dudas respecto del compromiso y la capacidad del nuevo gobierno de cumplir con los objetivos establecidos con la Comisión Europea y el resto de países de la eurozona hayan aumentado sustancialmente. Este deliberado retraso ha provocado una significativa pérdida de confianza en el Ejecutivo español. Rajoy deberá corregir esto presentando unas cuentas fiscales realistas y que cumplan con las expectativas de los inversores que, a fin y al cabo, serán los que financiarán o no el déficit público español. El ajuste se estima será de unos 35.000 millones de euros.

España y la eurozona se juegan mucho en los próximos días y así lo reflejan los mercados de la región, sobre todo el ibérico. El sector bancario se ha vuelto a convertir en un lastre para la Bolsa de Madrid. Esto provocó incluso que surgieran rumores sobre la posibilidad de que el gobierno del PP acuda al fondo de rescate europeo para ayudar a la reestructuración de su sector bancario que necesita capitalizar más de 50.000 millones de euros.

Por lo tanto, la atención de los inversores se centrará en España, país que monopolizará hoy la reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona (incluso la del eurogrupo). En principio, en esta reunión se iba a hablar del fondo de rescate y de su posible incremento, pero las cuentas de 2012 de España pasarán a ser el principal tema de discusión.

Para muchos analistas España es el lugar más probable donde puede surgir una crisis y por ello se está viendo un lento pero constante aumento de la rentabilidad del bono a 10 años y del riesgo país hoy en 350 puntos. Pero una crisis de la deuda española no sería como una crisis de la deuda griega, porque la deuda pública actual de España es relativamente baja (66 por ciento del PBI). Sin embargo, la deuda privada se sitúa en un 220 por ciento del PBI. De modo que un programa de ajuste que desacelere la economía española aún más generaría un escenario todavía más difícil para el sector privado, y empujaría al país hacia algún tipo de realidad que supondría la asunción pública de la deuda privada (esto ya ocurrió en cierta manera, ya que el gobierno español intervino para apoyar la fusión, adquisición o liquidación de los bancos y cajas más débiles). Pero si la economía continúa contrayéndose, ese proceso se acelerará. Eso impulsará a Rajoy a un déficit más profundo.

Es por eso que España preocupa a los líderes de la eurozona lo suficiente como para que estén buscando una manera de aumentar los fondos de rescate (actualmente en 550.000 millones de euros) y así convencer al mercado de que el país no está en peligro porque cuenta con respaldo. La esperanza es que esto convenza a los mercados y así el fondo no tenga que ser utilizado. Si España necesita un plan de rescate, el siguiente sería Italia e incluso un fondo reforzado sería insuficiente para cubrir ambas contingencias.

Muchos apuestan a que España entrará en algún tipo de programa con la troika (FMI, UE y BCE) este año, como un requisito para recibir más apoyo del Banco Central Europeo para el país o sus bancos. No sería imposible evitar una reestructuración pero aun así el gobierno tendrá que incluir medidas fiscales y estructurales más agresivas. Europa, seguramente, estará vigilando. El viejo continente teme el fracaso y la necesidad de otro rescate.

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