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Murió limpiavidrios baleado

Había sido hallado tirado en Biedma y Rouillón el martes con un disparo en la cabeza. La Policía busca a un muchacho de entre 20 y 25 años con quien la víctima había mantenido un altercado minutos antes.

Un joven de 22 años que había sido baleado en la cabeza durante un hecho todavía sin esclarecer ocurrido pasado el mediodía del martes, en una esquina de la zona oeste, falleció anteayer por la tarde en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Ya son 45 los homicidios registrados en lo que va del año en el departamento Rosario.

“El chico caminaba por Biedma y el otro, que salió por el pasillito que está antes del monoblock de la esquina, le cortó el paso. El pibe le dijo dos palabras, sacó el arma, le disparó una sola vez, y cuando el muchachito cayó de boca, se puso la capucha y se fue a la carrera”, describieron los vecinos ayer en diálogo con El Ciudadano sobre el ataque que sufrió Gustavo Gabriel Cáceres, un joven de 22 años que falleció alrededor de las 15.30 de anteayer.

“No sé si el muchacho que le pegó el tiro es del barrio. Lo que se dice es que el pibe que mató al chico (por Cáceres) esperó que se calme todo para robarle el celular a una chica y también tuvo que ver con el asalto que sufrió el lunes a la noche un cobrador que llevaba 5 mil pesos cerca de Rouillón y bulevar Seguí, que fue herido en un brazo”, señalaron las personas que ayer por la tarde se lamentaban por la muerte del joven, por el cual el día que fue baleado nadie había ido a preguntar.

“No hablé nunca con él (por el fallecido). Lo veía siempre porque pasaba con la noviecita por acá (por Biedma al 5100). Se tomaba el colectivo para ir al centro. El pibe que mataron trabajaba por avenida Pellegrini”, dijo una mujer, quien luego aclaró que el chico se desempeñaba como limpiavidrios en pleno centro. “Es una lástima lo que le pasó al probrecito”, dijo otra vecina del barrio mientras advertía que en estos últimos meses los habitantes de la zona están asediados por constantes robos y arrebatos.

De acuerdo con la reconstrucción que pudieron hacer los investigadores, el ataque ocurrió alrededor de las 13 del martes pasado cuando la víctima caminaba por Biedma en dirección a Rouillón. En ese momento, un joven de entre 20 y 25 años se acercó y le disparó en la cabeza. Tras el ataque el herido se desvaneció en la vereda y fue asistido por el personal del Sies para luego quedar internado en grave estado en el Clemente Álvarez, hasta que falleció anteayer cerca de las 15.30 como consecuencia de las lesiones que le provocó el proyectil, indicaron los pesquisas.

“En el lugar donde atacaron al joven fallecido encontramos una vaina calibre 22. Al principio no lo pudimos identificar porque en la mochila negra que llevaba sólo tenía una esponja, un secador y una botella de medio litro con líquido naranja. Tampoco se acercó un familiar para preguntar por su estado de salud”, prosiguieron las fuentes, quienes agregaron que una vez que pudieron saber los datos personales del fallecido descubrieron que contaba con un pedido de captura por no regresar de una salida transitoria de la Unidad Penal Nº 11, de Piñero.

“El limpiavidrios contaba con antecedentes delictivos por tentativa de robo, robo y robo calificado, incluso tenía una condena a 5 años de prisión por estos hechos, que estaba cumpliendo en la cárcel de Piñero, y tenía una captura que databa de febrero de 2011 porque no volvió de una transitoria”, explicó un investigador.

Por su parte, los pesquisas señalaron que el agresor está identificado y que al cierre de esta edición continuaba prófugo.

El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno junto con personal de la Brigada de Homicidios y la comisaría 19ª, por razones de jurisdicción.

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