Por Daniela Barreiro
Ya desde muy pequeña Laura Cicerone fue bailarina, tuvo formación clásica y supo incurrir con éxito en el tango y el flamenco; géneros que la llevaron a vivir un tiempo en Sevilla, España, donde fluctuó entre el aprendizaje y la enseñanza. Conforme fueron pasando los años y con la música como una gran pasión, Laura dejó su Entre Ríos natal para estudiar psicología en Rosario (carrera que culminó este año), una ciudad en la que se encontró con un universo que la deslumbró, un mundo de “gente haciendo música las 24 horas” que ella reconoce como “una tentación demasiado grande. Si tenés debilidad por la música te termina atrapando”.
Fue así que la cantante y compositora se dejó llevar por esa pasión, una carrera que hoy la encuentra presentando su primer disco solista, cuyo eje musical se centra en el blues y el soul, tras un largo camino recorrido en diversas formaciones y junto a referentes de la región. Intro, como se titula su material debut, tendrá su presentación esta noche, a partir de las 21.30, en el CEC Vinilo Café (Paseo de las Artes y río).
Más de diez años pasaron desde que Cicerone se introdujo en la escena musical local. En ese tiempo formó parte de diversas agrupaciones entre las que se destacan Mess, con la que editó Plus, un disco de composiciones en inglés con bases de funk, soul, jazz y blues y compartió escenario con variedad y cantidad de músicos. “Estos 10 años cantando canciones de otros músicos, fue un gran aprendizaje. Pero llegó un momento en el que decantó. Empecé a no tener ganas de salir a tocar, a preferir quedarme en casa, escuchando música que hacía tiempo que no escuchaba, apoyándome en la guitarra para componer. Cuando me di cuenta estaba en clima «Intro»”, dijo bromeando y explicando el nombre del material que ganó el concurso de Coproducciones de la Editorial Municipal de Rosario.
“Canté en un montón de bandas, con diferentes músicos hasta que formé Mess, estuvimos unos ocho años con esa propuesta, interpretando canciones propias en inglés. Musicalmente tenía raíces funk, soul, jazz y blues, algo similar a lo que hago ahora pero me surgió la necesidad de decir y escribir en castellano. De repente empecé a prestarle mayor atención a las letras, a escuchar lo que el artista tenía para decirme y, cuando me tocó componer, tomé a la canción como una herramienta para mostrarme y decir lo que pienso”, aseguró mientras que para caracterizar aquello que muestra de sí misma en Intro relató: “La composición del disco coincidió con un momento de mi vida en el que me despojé, de un montón de cosas que me autoimponía. Entonces las letras cuentan esa transición, ese dejar lo que no es fundamental para el bienestar de uno y la valentía de salir a buscar lo que hace bien”.
“Siempre me sentí atraída por lo profundo, lo «jondo». En el flamenco se habla del «cante jondo», con sentimiento. El tango es igual, tiene esa raíz muy profunda y el blues ni hablar. En la psicología me posiciono en la corriente psicoanalítica, que se la llama la «psicología profunda». Todo lo que tenga esas raíces me llama la atención”, concluyó.
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