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Las Mujeres Tuercas ganan las pistas entre brillos y rímel

Por Luciana Sosa. Unas 30 corredoras de todo el país se unieron a través de Facebook para “oficializar” el lugar femenino en el automovilismo. Pilotean sus coches con citas y frases provocativas y se bancan los choques.

El automovilismo ha sido característico de competidores masculinos, pero desde hace unos 30 años las mujeres van haciendo su trabajo de hormiga y ganan terreno. Hoy la tecnología y las redes sociales permitieron que se reúnan en un mismo espacio y crearon Mujeres Tuercas, un grupo en Facebook que publica sus actividades, expectativas en cada carrera y muestra cómo estas mujeres que hablan de brillos, moda, amores, también saben de autos y en las pistas dejan todo, aunque a ellos les pese.

Carolina Blázquez corre desde hace ya diez años. Conduce un Fiat 128 rosado con la frase “Andá vos a lavar los platos” sobre el baúl del vehículo.

“El grupo nació hace tres años en Facebook. Lo creó Marily Schwander, una corredora que lleva años compitiendo. Fue así como nos conocimos entre muchas competidoras de todo el país y la gente fue conociendo más sobre la existencia de mujeres en la pista, a pesar de integrar un deporte de un alto grado machista”, explicó a El Ciudadano.

De inmediato, el grupo convocó a mujeres dedicadas al automovilismo y a acompañantes de competidores, como esposas, novias, hermanas, amigas de hombres que corren en las pistas pero que se vieron atraídas por esta visión femenina de la actividad.

Marily Schwander, su creadora, es la mayor referente en cuanto a la inserción de la mujer dentro del deporte motor, desde su asociación Mujeres Tuercas la cual fundó y dirige desde 2009. La mujer manda a lavar los platos a hombres y mujeres que siguen creyendo en la diferencia de género dentro de los “fierros”. Es ex piloto y navegante de rally de familia ligada al TC desde la época donde la carretera era el único circuito.

En tanto, en el espacio en la web, tanto en Facebook que lleva el nombre del grupo y mujerestuercas.blogspot.com, se puede conocer un poco más sobre esta pasión que llevan al frente decenas de mujeres de todas las edades, de todo el país.

“Las competencias se muestran por medio de Facebook, en el grupo hay hombres pero suelen hacer comentarios machistas así que no aportan mucho a la causa. Mientras tanto, invitamos a todas las mujeres que se quieran sumar, para que conozcan esta lucha sobre cuatro ruedas. Inclusive a los hombres que no son machistas, porque, afortunadamente, hay muchos”, se señala.

A su vez, Blázquez aclaró: “En este ámbito los varones no están acostumbrados a tener una mujer en la pista, por los mismos derechos, no voy a bajar los brazos para que ellos sigan corriendo, sé que nos desprecian pero eso me da más fuerzas para prepararme, entrenar y competir”.

Brillos y colores para la carrera

Blázquez preparó su auto para la carrera de Rafaela con sus iniciales con strass, un ploteado de mariposas en los laterales, y dos trenzas en su casco. Sin embargo, el auto rosado no seguirá por muchas carreras más. “Para las carreras del año que viene voy a tener que cambiarle el color porque este no me beneficia. Los competidores me tiran el auto encima, me chocan siempre. Se dan cuenta enseguida que hay una mujer en la pista y eso los enfurece”, dijo la mujer.

“No me dejan terminar las carreras, lo que dice detrás del auto también puede molestarles, pero es una cuestión de mostrarles que nosotras también podemos”, sostiene. “Ellos dicen que no es así, debajo del auto son súper caballeros y me tratan muy bien pero durante la carrera hacen lo imposible por sacarme de pista. No entiende ni asimilan que es un deporte de habilidad, que no tiene que ver con ser varón o mujer y nunca aceptarán que una mujer esté arriba del auto”, lamentó la mujer que creció entre motos y autos. Su padre es un reconocido mecánico de Funes y desde la infancia de Carolina hubo motos y autos de todo tipo en pleno proceso de reconstrucción y arreglo mecánico.

“Sé muy poco de mecánica, pero cada vez que vuelvo de una carrera dejo el auto en manos de mi viejo, por una cuestión de confianza en la mecánica y en la seguridad”, señaló.

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