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Las listas de los más listos

Panorama político. Por David Narciso. La nómina de candidatos del PJ tiene sello K y plan de jubilación para Lole y Obeid. Sintonía fina entre Binner y Lifschitz. Boasso pagó la paz de la UCR. Ya se vislumbra el nuevo mapa de poder político.

Con soltura, manejando sus tiempos, pensando el futuro, la presidenta anunció su compañero de fórmula al filo del cierre de listas. En plan triunfal, lo hizo en Olivos, en la Quinta presidencial, como diciendo “éste es el vicepresidente” aunque formalmente es un precandidato más. Además no es cualquier vicepresidente: de ganar Cristina en octubre es el que deberá dar la vuelta de página a la historia de Julio Cobos. A la vez se supone que el elegido porta el gen generacional que dará continuidad en el tiempo al proyecto iniciado en 2003.

Cristinismo puro

Todo esto tuvo su correlato en el armado de la lista de diputados nacionales de Santa Fe. Omar Perotti, el menos kirchnerista de los precandidatos a gobernador del PJ (Mercier era anti K) se quedó con la cabeza de lista, pero primero tuvo que ir a la Casa Rosada y sacarse la foto con Cristina y Agustín Rossi. El segundo lugar se lo llevó el Chivo, pero no resultó su hermano Alejandro, que termina mandato en diciembre, sino Claudia Giaccone, dirigente de Casilda. Para muchos la gran novedad fue la inclusión en tercer lugar de Marcos Cleri, dirigente de La Cámpora, agrupación kirchnerista juvenil que lleva el sello del hijo de la presidenta. El cuarto lugar es para Oscar Cachi Martínez, delfín del senador santacruceño Nicolás Fernández y el quinto para Silvia Simoncini, ex ministra de Jorge Obeid que ahora trabaja con María Eugenia Bielsa.

En definitiva, la lista representa, en términos kirchneristas, “la profundización del modelo” y la pretensión de jubilar los liderazgos de Carlos Reutemann y Jorge Obeid. Tiene representación territorial (aunque está relegado el PJ del norte santafesino), pero los nombres corresponden a espacios que desde ahora estarán alineados directamente con la Casa Rosada, ya sea por sí mismos, como Perotti, Martínez y Cleri, o a través de referentes políticos como Rossi y Bielsa.

Con la marca de Binner y Lifschitz

Hermes Binner hizo sentir todo el peso en el armado de la lista del Frente Amplio Progresista. Por un lado porque es el candidato a presidente, por otro porque viene de un notable triunfo en las elecciones primarias donde su candidato Antonio Bonfatti derrotó con holgura a Rubén Giustiniani y a la UCR.

La lista, en definitiva, expresa tres grandes ejes: la gestión de gobierno en Santa Fe; el vínculo que el socialismo busca consolidar con el territorio provincial por fuera de los grandes centros urbanos a través del sector agropecuario, que lo influye muy fuerte en su vida económica y social; y la alianza conseguida a nivel nacional que sustenta la candidatura de Binner.

Dos socialistas muy cercanos al gobernador encabezan la nómina, le siguen dos socios políticos del Frente, el quinto lugar fue reservado para el sector de Giustiniani, quien lo rechazó y entonces fue ocupado por un representante de la juventud partidaria. El casillero siguiente fue para Libres del Sur. En nombres: Juan Carlos Zabalza; Élida Rasino; Omar Barchetta, de Federación Agraria; Fabián Peralta, del GEN; Antonio Riestra, santafesino, actual diputado provincial y sindicalista docente y de la CTA, y Gabriela Sosa por Libres del Sur.

Zabalza es hoy por hoy el negociador de Hermes Binner a nivel nacional. Lo hizo con la UCR y luego con el resto de los socios. Con la decisión de llevar a la ministra de Educación al Congreso se pretende dar visibilidad a la gestión de educación del gobierno provincial, con sobrecumplimiento de metas y elogios recurrentes de la cartera a nivel nacional, según dicen desde el socialismo.

La presencia de Barchetta en tercer lugar está directamente vinculada a la desaparición de Pedro Peretti como cabeza de lista de Proyecto Sur, nombre que sonó hasta el viernes. Peretti era el nombre elegido por Eduardo Buzzi, presidente de FAA y jefe político de la organización. Pero cuando Pino Solanas anunció que iba con listas propias Buzzi mantuvo un juego a dos puntas hasta que obtuvo el compromiso de que le darían un lugar expectante en la lista de Binner a condición de que Peretti no juntara votos por el lado de Proyecto Sur. Entonces se resolvió que como Peretti venía muy identificado con Proyecto Sur, sea Barchetta el candidato, que de paso es afiliado socialista. Cabe destacar que a la hora de conquistar espacios políticos, Buzzi no tuvo problemas de saltar de Duhalde a Pino Solanas y de ahí a Binner.

Como en febrero cuando lanzó su candidatura a gobernador en abierto desafío a Binner, esta vez la nota la volvió a ponerla el sector de Rubén Giustiniani, quien se negó a aceptar el quinto puesto para Silvia Augsburger que, en bloque, le reservaron Binner y Lifschitz. Ambos le harán pagar en cómodas cuotas el mal cálculo que hizo al postularse en la provincia. También amenazan cargarle más intereses si se propone desafiar el esquema de poder interno resultante de las urnas del 22 de mayo.

La ruptura partidaria no es una posibilidad inmediata, aun cuando la inapelable derrota interna, donde el senador perdió mucho más de lo que creyó que ponía en juego, lo obliga a replantear los objetivos del sector. El quinto lugar de la lista muestra que si no es él quien lo hace se lo impondrán Binner y Lifschitz.

Paz radical

En el caso del radicalismo, superados los primeros escarceos donde se temió que se rompieran acuerdos previos, el lugar más disputado fue el segundo. Con Federico Pezz en la cabeza de lista en representación de la UCR del norte provincial (que tiene tres de los cuatro senadores provinciales) y el tercero para el PDP, que dispuso que sea la ex candidata a vicegobernadora Ana Copes (de Esperanza), sectores radicales del sur santafesino disputaron el segundo lugar. Uno de los aspirantes era Jorge Boasso, rosarino pero ahora pata local del grupo Universidad, que gobierna la capital provincial. Es ahí donde encendieron la luz amarilla los restantes grupos con presencia en Rosario y el sur de la provincia y hasta amenazaron con ir a internas. Chale resultó el nombre de consenso.

En definitiva, la lista fue forjada en función del mosaico interno de la UCR provincial.

Lilitos

Por el lado de la Coalición Cívica, la candidatura de Elisa Carrió irá acompañada con una nómina de diputados encabezada por el rosarino Pablo Javkin, seguida de la santafesina Noelia Chiementín y en tercer lugar un representante de la Sociedad Rural de Reconquista, expresando la alianza de Carrió con los sectores más conservadores del sector agropecuario (en Buenos Aires lleva en la lista a Mario Llambías, titular de CRA).

Así las cosas, 2011 está a medio camino. Es el momento justo en el que todo está por decidirse. En Santa Fe el proceso de revalidación política que se da cada cuatro años esta vez vino más enmarañado que de costumbre, con alianzas efímeras, a veces porque eran contra natura, otras porque simplemente el hiperkinético cronograma electoral obligó a lidiar con relaciones políticas que son sustentables en determinado escenario pero se contradicen en otro. En la provincia le pasó tanto a socialistas y radicales como a los justicialistas.

En cambio la presidenta sigue caminando sin sobresaltos en dirección al punto del horizonte que ella misma se trazó.

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