Ciudad

La Final

Las cábalas se mantienen firmes

Millones de hinchas argentinos en todo el mundo estarán pendientes del encuentro de la Selección contra Alemania por la gran final del Mundial Brasil 2014. Una mezcla de pasión y tensión envuelve a los rosarinos, en una fiebre que aquí muestra su color local.


Los argentinos apelan a todo tipo de cábalas y creencias para calmar la ansiedad, convencidos de que lo que hagan o dejen de hacer será definitorio para el resultado de la final del Mundial de Brasil y de que de eso dependerá alzarse o no con la Copa del Mundo.

La creencia popular es que hay que ver el partido Argentina – Alemania en el mismo sitio y con la misma gente que se lo hizo a lo largo de los partidos en los que hubo triunfos y evitar repetir donde uno vivió derrotas.

Están los que hacen cuernos con los dedos cuando avanza el rival y los cruzan para darle fuerza a los propios, los que se sientan en el mismo lugar del sillón, los que repiten la vestimenta, incluso la ropa interior.

“Yo por cábala, me pongo una camiseta que no lavo desde que empezó el Mundial y usé en cada partido desde que debutaron contra Bosnia”, contó Andrés Martínez, un argentino que vive desde hace 15 años en Alicante, España.

Juan Manuel en cambio, va a estrenar en el partido contra Alemania una camiseta de Argentina que le regaló su suegro. “Hoy me pongo la camiseta de Argentina para mirarlo.

No soy creyente pero antes de cada partido le pido al papa Francisco que nos ayude. Almorzamos en la casa de mis viejos con un asado, junto con el resto de mis hermanos: Martín, Pablo, Raúl, Cintia y Lucas”, detalló.

David es argentino, vive en Noruega y nunca se pone la camiseta de la selección, siempre la mira en el mismo bar y en la misma silla con sus amigos. “No rompo ninguna rutina y en mi casa pongo una foto de Messi, una estampita del Sagrado Corazón de Jesús, con la Virgen María y prendo tres velitas”, especificó.

Por su parte, Cristian mira el partido con la misma ropa que el anterior, se sienta en su casa en la misma silla y no atiende el teléfono, si es que alguien (raro) llama. “Si Argentina hace un gol, no me levanto más, me hago encima pero no me levanto. También como algo afrodisíaco y voy a poner la foto de Alemania en la heladera para congelar a los jugadores. Y antes de que empiece cada partido, pongo la foto de Pugliese cerca de la tele”, describió.

La cábala de Alejandra, en tanto, es que todos los que se junten tienen que tener algo de Argentina: camisetas, bufanda, gorro, accesorios, o cotillón”, subrayó.

Andrea en cada partido hace una picada con los mismos ingredientes, se sientan en el mismo lugar con los seis integrantes de su familia, ni uno más ni uno menos.

“Lo veo con la misma amiga en distintos lugares, no con mi familia. Y en el caso de que pateen penales, me arrodillo sin mirar con el Rosario de mi Jesús Nazareno”, explicó por su parte Carolina.

Mercedes fue a alentar a la Selección a Porto Alegre cuando jugó contra Nigeria. Y desde que volvió de Brasil, mira los partidos en el mismo bar de Pellegrini y Paraguay, con los mismos amigos. “Uso la misma camiseta de manga corta, aunque nieve. La Copa la vamos a traer”, expresó sin dudar.

“Mañana es el sexto puchero que voy a comer mirando a la Selección. El menú del primer partido, cuando enfrentamos a Bosnia, fue diferente. Y siempre en familia, escuchando un griterío insoportable”, contó Carlos.
Alejandro mira siempre al partido en su casa, en el mismo lugar, con los mismos amigos.

“En la medida de lo posible, tratamos de que siempre seamos los mismos. Me visto con la misma ropa que en los partidos anteriores”, detalló.

Lo cierto es que llegó la recta final del Mundial 2014. Sólo queda saber quién será el rey del mundo por cuatro años. Que sea justicia. Vamos Argentina.

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