Rosario puede contagiar a la provincia, al menos en cuanto a una discusión: Alcohol Cero, la iniciativa que busca prohibir cualquier consumo de bebidas alcohólicas a conductores. Los niveles permitidos hoy son 0,5 miligramos de alcohol por litro de sangre para automovilistas particulares y 0,2 miligramos para motociclistas. A los choferes no se les permite tomar ni una gota. Más allá de la discusión legislativa, la problemática es sí se controla la normativa actual. Según datos aportados por la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), hubo un incremento de controles en rutas respecto al 2014. A la par, dijeron que en 2015 bajó un 20 por ciento la cantidad de siniestros viales. Hasta septiembre la provincia había hecho más de 16 mil operativos. Fiscalizaron 215 mil vehículos y se hicieron casi 48 mil actas por infracciones, incluidas las de alcoholemia positiva. Desde la provincia señalaron que desde 2009 y por iniciativa de padres de víctimas viales focalizaron los esfuerzos en puntos claves como la ruta nacional 33 a la altura de Casilda, Pérez, Funes y Pujato. La cultura de salir a un boliche con el auto en otra localidad debía atenderse, agregaron mismas fuentes. Sin embargo, hasta allí llega la estadística de la Agencia Vial. No se sabe cuantos controles de alcoholemia dieron positivo, en qué franja etaria o lugar, entre otros detalles que ayudarían a diagramar políticas de prevención. Este límite busca ser corrido por un pedido de diputados para que generen más y mejores números. Legisladores y autoridades entienden que el alcohol es una de las causas más frecuentes de los siniestros viales fatales en Santa Fe.
Sale a la ruta
El gobernador saliente Antonio Bonfatti llevó a las rutas a la Policía de Seguridad Vial, una fuerza creada por el anterior mandatario socialista Hermes Binner. A mitad de este año se empezaron a conocer informes semanales de los controles que ejerce esta policía. Hasta septiembre se hicieron más de 16 mil operativos, donde se fiscalizaron 215 mil vehículos, incluidos de carga y pasajeros en conjunto con Gendarmería Nacional. Cabe recordar que estos conductores son profesionales y no pueden tener registro alguno de alcohol en su sangre.
En 2015, cuando la provincia dijo que bajó un 20 por ciento la siniestralidad en rutas, se labraron casi 48 mil actas por distintas faltas, incluida la alcoholemia positiva aunque no se pudo acceder al detalle de la estadística. Según autoridades, la metodología cuando interceptan y constatan que un conductor particular tiene más de 0,5 de alcohol en sangre depende de la circunstancia. A todos se le retiene la licencia y se les labra la multa. El vehículo es otro tema. Si hay otro pasajero en el auto habilitado para manejar y no presente niveles de alcohol prohibidos en sangre se le entrega la conducción. Sino quedan tres caminos: acarrear el vehículo a un corralón de alguna localidad o comuna cercana que lo reciba –la provincia no cuenta con un predio provincial–; pedir al conductor que llame a alguien, un familiar o amigo para que tome el volante; o que el conductor espere y recupere la sobriedad lo suficiente para seguir camino.
Además de alcoholemia, se controla documentación y elementos de seguridad. Tal como se desprende de los partes de prensa, los controles también sirven como instancia de inspección para otras contravenciones. En estos meses se destaparon algunos tráficos de animales y portación de armas sin registrar.
A la provincia
Este año, cuando Rosario mostró que por el aumento de controles bajó la cantidad de test positivos de alcoholemia y la cantidad de siniestros viales, el Concejo Municipal debatió en sus comisiones una ordenanza para bajar el mínimo a 0,1 miligramos de alcohol por litro de sangre. Al poco tiempo la Legislatura recogió la problemática rosarina, empujada por ONG de familiares de víctimas viales. La Cámara baja sumó tres proyectos similares para las rutas santafesinas y nacionales que cruzan el territorio provincial.
El aumento sostenido de los controles en Rosario vino de la mano de Pablo Seghezzo que asumió como secretario de Control y Convivencia Ciudadana. Los operativos crecieron en número y se diseminaron por el territorio a distintas horas. Llegaron a ser diarios, siempre con el acompañamiento de agentes de la Policía, de Tránsito y Guardia Urbana Municipal. El sostenimiento de esta política llevó a una doble consecuencia: aumentó la cantidad de multas aplicadas por el Tribunal de Faltas y las inhabilitaciones temporarias para manejar. También se triplicó la cantidad de vehículos en los corralones municipal de calle Moreno y 27 de febrero y el de avenida Presidente Perón. El resultado más importante si se piensa en cambio cultural es que bajó el promedio de test de alcoholemia positivos. Esta semana se conoció que Pablo Seghezzo, principal promotor del sostenimiento de esta política, pasará a presidir la Dirección Provincial de Vialidad.
Reemplazará a Omar Saab, ex secretario de Obras Públicas de Rosario que asumió a la cartera santafesina luego de la renuncia de Juan José Bertero. La designación de Seghezzo con sus antecedentes permite pensar en un incremento en las tareas de control en las rutas provinciales.
Más estadísticas específicas
A fines del mes pasado un pedido de informe fue elevado al Ejecutivo provincial desde la Legislatura relativa a los siniestros viales que tuvieron conductores con registro de alcohol en sangre. Fue presentado por los diputados Aliza Damiani, Erika Gonnet, Adriana Panella y Darío Vega. Pretende obtener los datos de 2012 a 2014 del Observatorio Provincial de Seguridad Vial, organismo que según las normativas actuales es responsable de producirlas. Y más incluyen la tarea de redactar un informe anual que refleje las actuaciones oficiales y que analice la situación general de la seguridad vial.
“Sabemos que tanto a nivel nacional como a nivel provincial el alcohol está presente en la mayor parte de los accidentes de tránsito. Es la mejor manera de obtener un diagnóstico certero de la situación es a través de estas estadísticas”, explicó Damiani, una de las promotoras de reducir por completo el límite de alcohol en sangre en conductores.
Destacan el factor concientización
El informe anual de la Dirección Provincial del Observatorio Vial arrojó que de 2013 a 2014 bajó un 19,5 por ciento la cantidad de víctimas fatales, siendo los jóvenes y la moto el vehículo con mayor participación en los siniestros. En 2014 se registraron 593 víctimas fatales en 533 siniestros viales. En 2013 fueron 737. El subsecretario de la APSV, Jorge Tarquini, relacionó los resultados con el cambio cultural que la institución está promoviendo a través de distintas instancias de gestión. “Los espacios de educación y formación, las estrategias de difusión de las principales conductas de riesgo, e incluso las acciones de fiscalización con sus correspondientes sanciones a los conductores infractores, constituyen ejes sobre los que se apoyan los logros y avances en materia de seguridad vial en la provincia, con esta notoria disminución de víctimas, que nos impulsa y compromete a redoblar los esfuerzos”, informó Tarquini.
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