Lisandro Olearo
El staff técnico de Los Pumas tuvo una novedosa forma de comunicarles a los jugadores que estaban dentro de la nómina de 33 jugadores que viajarán al Mundial de Francia 2023 y la idea surgió del propio Michael Cheika: cada uno de los elegidos recibió un llamado de un ex Puma, con un objetivo claro no sólo comunicar, sino que ese llamado signifique una motivación extra. El entrenador ya la había utilizado en 2015 cuando entrenaba a los Wallabies. Un dato no menor es que Australia en esa Copa del Mundo llegó a la final.
Entre los llamados, hay varios que a cualquier persona vinculada al rugby, cómo mínimo los emocionaría hasta las lágrimas. Es que los legados hay de una generación de jugadores a otra, el respeto entre todos, es que una vez que vestís la camiseta albiceleste te queda para toda la vida, y como rezan varias frases que los mismos jugadores han expresado: “Ser Puma es cumplir el sueño de todos los juegan al rugby. Y también significa serle fiel a toda una historia”, frase del gran Hugo Porta al libre “Ser Puma”. Otra es que la camiseta del seleccionado nacional te la prestan por un rato y después hay que devolverla.
Cheika es un entrenador muy detallista, en cuanto a lo rugbístico uno puede estar o no de acuerdo, pero no hay dudas que tiene conocimiento sobrado para dirigir a cualquier seleccionado del mundo, pergaminos no le faltan. Y para llegar a ese status de entrenador “World class”, se deben traspasar barreras, y el australiano explora en el campo de las relaciones personales, se preocupa mucho en cuanto a la parte humana, le importa la persona, el bienestar de la persona por sobre el jugador.
Para hacer algo diferente, que cause ese impacto motivador en un momento que puede ser estresante, al esperar un llamado para integrar la lista mundialista, el australiano replicó lo hecho en 2015, que a priori, en ese momento dio resultado, los Wallabies fueron subcampeones mundiales, perdiendo la final, ante uno de los mejores seleccionados de la historia, los All Blacks edición 2015.
Cada uno de los treinta y tres Pumas que irán a Francia el domingo por la tarde recibió un llamado de un ex Puma. El staff técnico llamó a uno por uno de los ex integrantes del seleccionado argentino que fueron elegidos minuciosamente. Así como Cheika en lo rugbístico no deja nada librado al azar, acá tampoco sucedió.
Entre los que se pudieron conocer, se destaca el llamado que recibió Matías Alemanno, el segundo línea cordobés que se recupera de un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha, fue sorprendido con el llamado de Alejandro Allub, ex segundo línea de Los Pumas, un emblema del rugby de Córdoba.
Tal vez, uno de los llamados más emocionantes fue el que recibió el mendocino Rodrigo Isgró, quien el domingo todavía estaba feliz por el triunfo sobre los Cóndores en Chile con Argentina XV, fue sorprendido por Santiago Gómez Cora y Leonardo Gravano. Los entrenadores de Los Pumas Seven, fueron los encargados de decirle al Pumita 2019 que iba a estar en Francia 2023. Gómez Cora y Gravano, Ambos técnicos han forjado con el jugador una gran relación, cuatro años con muchos viajes, concentraciones, hicieron que el lazo afectivo se fortalezca y esas palabras para Rodrigo lleguen a lo más profundo.
Otro caso, el de Emiliano Boffelli, quien mientras disfrutaba del primer domingo libre en mucho tiempo junto a su familia, recibió el llamado del mismísimo Hugo Porta. El ex capitán de Los Pumas, habló unos minutos con el rosarino, una charla que a cualquier mortal, incluso al ex Duendes, no sólo le movería la estantería, es recibir el llamado de prócer.
Los encargados de los llamados se sorprendieron y emocionaron más que los mismos Pumas actuales, integrar una lista Mundialista es un gran honor, pero ser convocado para ser el transmisor de dicha noticia a un colega, es una gran distinción.
Nunca se va a escuchar o leer a un ex Puma decir “nosotros fuimos mejores” o algún comentario similar. Cada década fue diferente, el rugby evolucionó, incluso no es el mismo que se jugaba hace cuatro años atrás, las reglas fueron cambiando. Lo que es un común denominador es que no importa el año que un jugador vistió la celeste y blanca, la hermandad entre todos perdura para toda la vida. El legado entre generaciones no corre peligro de extinción, Los Pumas son uno de los baluartes más importantes del rugby argentino, que surgen de los clubes, el reservorio de los más sagrado del mundo ovalado albiceleste.
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