Ciudad

La lluvia anegó por un rato varias calles

Cayeron 16 milímetros de golpe y hubo zonas en que desbordaron los drenajes.

El servicio meteorológico ya lo venía anunciando. Y ayer, desde bien temprano, las nubes grises que cubrieron el cielo durante la mañana en la ciudad y alrededores terminaron desatando, ya pasado el mediodía, un intenso chaparrón con abundante caída de agua. En cuestión de minutos, la lluvia anegó varias calles. Según autoridades provinciales y locales el desbordamiento de la capacidad de drenaje de varias bocas de tormenta fue la complicación mayor –aunque “transitoria”, aclararon– que dejó la tormenta, que también activó la denuncia de vecinos por la caída de cables y algunos árboles. En tanto, entrada la noche, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) intentaba reponer las últimas dos líneas de media tensión que salieron de servicio y aún quedaban sin restablecerse, hecho que dejó sin energía dos barrios.

Según relataron fuentes oficiales, el momento más complicado de la jornada de ayer ocurrió pasadas las 13.30, cuando las ráfagas de viento llegaron a los 44 kilómetros por hora y la lluvia azotó con más intensidad. A esa hora, la postal que entregaba la ciudad era la de muchas calles y también veredas del micro y el macrocentro desbordadas de agua: la zona del Monumento a la Bandera, la Terminal de Ómnibus, parte de Echesortu, varias cuadras de calle Pellegrini y de Ovidio Lagos, y el barrio Pichincha fueron las más afectadas.

Pero no sólo se complicó la circulación vehicular. También sufrieron momentáneamente los peatones, quienes en algunos casos no tuvieron otra opción que arremangar sus pantalones y dejarse mojar enteramente sus pies.

Apenas entrada la tarde, en concreto, las esquinas más afectadas eran las de Matienzo y Mendoza, Córdoba y Avellaneda, Urquiza y Crespo, Santa Fe al 3800, además de avenida Belgrano. Según el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita, hasta cerca de las seis de tarde eran 15 las denuncias que había recibido el municipio por anegamiento luego de que se obstruyeran “momentáneamente” algunas bocas de tormenta. En concreto cayeron 16 milímetros. “Fue una tormenta tranquila. Sucede que el drenaje es un poco lento, por eso es que fue un anegamiento momentáneo”, explicó el funcionario.

El subsecretario de Protección Civil de la provincia, Marcos Escajadillo, explicó por su parte que, a diferencia de lo ocurrido en la tormenta de hace cuatro días, esta vez los vientos soplaron con menor intensidad. El domingo anterior, jornada que dejó un muerto luego de que un árbol aplastara una vieja camioneta en la que se encontraba, el viento había “corrido” a 80 kilómetros por hora y el agua caída había ascendido a 33 milímetros.

Tras el temporal de ayer se reportaron 19 denuncias por caída de árboles, de los cuales 11 fueron retirados de la calle mientras que los restantes –prometieron las autoridades– serían removidos hoy.

Según informó anoche la vocera de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) Diana Antruejo, el inconveniente que permanecía en dos barrios de zona sur y oeste, aún sin luz, se solucionaría en horas.

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