Todo era verde y rojo, Villa Gobernador Gávez se vistió de fiesta para recibir a su hijo que por primera vez no era local en cancha de Central Córdoba y jugaba en el Complejo Gomara, pero la tarde terminó en frustración. Luego de empatar en los 90 minutos sin abrir el marcador, desde los penales los jugadores de General Rojo no fallaron, y Horacio García sí desviando su remate.
Así, por la misma vía que lo venía sosteniendo en el Torneo hoy se despidió. Su pecado no fue perder efectividad en la ejecución de los penales, fue no saber cómo ganar un partido que lo dominó con actitud pero que no lo resolvió con inteligencia. Las más de 2000 personas que estuvieron en el Gomara se quedaron con la tristeza de quedar afuera de un torneo que les generó una gran expectativa.
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