El presidente en funciones, Bronislaw Komorowski, y el primer ministro, Donald Tusk, recibieron los restos del mandatario, que viajaron en un ataúd en un avión militar y tras una breve ceremonia religiosa, fue trasladado al palacio presidencial acompañado por una escolta militar.
Durante el trayecto, realizado en un automóvil negro, entre el aeropuerto y la capilla del palacio presidencial, los restos de Kaczynski fueron saludados por las calles por miles de conmovidos polacos que aplaudieron y lanzaron emocionados flores a su paso.
Al mediodía local (8:00 de Argentina) todo el país guardó dos minutos de silencio en recuerdo de las víctimas, mientras se informó que toda la semana fue declarada de luto nacional debido al trágico accidente en Smolensk (oeste de Rusia), calificado por el primer ministro como “la mayor tragedia de Polonia desde la Segunda Guerra Mundial”.
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